La inversión de la criptomoneda del Bitcoin en Colombia – ¿Riesgo y pérdida o ganancia y provecho?

La inversión de la criptomoneda del Bitcoin en Colombia – ¿Riesgo y pérdida o ganancia y provecho?

En lo referente al tema de las criptomonedas las cuales hacen alusión a la creación de una moneda virtual que con el paso del tiempo ha logrado adquirir fuerza en el mercado digital, se trae a consideración el estatus que actualmente tiene el Bitcoin y específicamente nos centraremos en el uso de este en el mercado o territorio Colombiano. De acuerdo con Godoy (S.F) el Bitcoin fue creado en el año 2008 por el programador japonés Satoshi Nakamoto y lanzada al mercado a través de un software o programa informático desde el mes de Enero del año 2009. Desde entonces esta nueva forma de dinero virtual ha venido introduciéndose en las diferentes economías del mundo lo que ha llevado incluso a pensar que este tipo de monedas puedan considerarse un fenómeno revolucionario como a su vez haya también un punto de vista detractor el cual menciona que solo durara unos cuantos años y después este “boom” desaparecerá.

De acuerdo con lo expuesto anteriormente, el propósito del presente ensayo es mostrar, describir, mencionar y detallar los aspectos que puede tener el uso del Bitcoin en Colombia, pues hasta el momento se puede inferir el grado de relevancia que esta moneda comienza a tener en el desarrollo de los mercados y comercios electrónicos, por ende, se intentará plantear en qué medida el uso del Bitcoin trae beneficios para las personas en Colombia y cuales también podrían ser los factores no provechosos al utilizar este tipo de divisas electrónicas. Desde su lanzamiento el Bitcoin tiene hasta el momento un rango importante por encima de otras criptomonedas, a menudo se evidencia que las personas han empezado a realizar transacciones con esta tanto por su facilidad de intercambios como también por el bajo costo que se genera en la operación, en efecto, así mismo lo confirma el Grupo BTC (2016) al exponer que las ventajas del Bitcoin son la no exigencia de requisitos previos, la característica de universalidad, la rapidez y lo barato del proceso de transacción, su comodidad, seguridad, flexibilidad, fiabilidad, su privacidad, el potencial que tiene la moneda y su resistencia a la inflación.

Precisamente lo que se ha dicho del Bitcoin es lo que lo ha logrado que este se consolide a nivel mundial, pues ofrece una serie de ventajas en comparación con los actuales sistemas financieros convencionales, además esta moneda no tiene limitantes ni a nivel económico, social, ni político pues su sistema tecnológico de transacción se basa en el intercambio de persona a persona, aspecto que facilita el canje sin que haya una entidad mediadora, pues así mismo lo confirma Clavijo (2015)  al expresar que esta nueva moneda funciona como un “nuevo sistema de efectivo electrónico” el cual se caracteriza por permitir transacciones “peer to peer” frase que en español hace referencia a “de igual a igual” es decir las operaciones se pueden dar entre demandantes y oferentes sin que haya intermediación de ningún tercero.

Otra de las características que se han promulgado sobre el Bitcoin alude a la dificultad para falsificarlo, pues este al tener una tecnología de tipo “blockchain” o “cadena de bloques” permite que a través de un archivo de puntos de conexión en red se pueda verificar si algún punto tiene una modificación que hará que este sea rechazado generando que la falsificación tenga una baja probabilidad. Para apreciar mejor este último aspecto Malanov (2017) describe porque se considera que el sistema blockchain es percibido como seguro, a saber los puntos de conexión o nodos que mantienen la cadena de bloques siempre hacen lo mismo, es decir verifican las mismas transacciones y analizan que en estas se den las mismas reglas en cada una de ellas para luego poder realizar operaciones similares o idénticas, por ende ahí es donde se da el mismo registro para operar permitiendo que se almacene todo un historial completo que por lo general es el mismo para todos. En un concepto más simple lo que se dice de la blockchain es que esta permite que se den registros y que de acuerdo con las huellas que dejan las operaciones y transacciones estas se almacenan generando que para que se puedan realizar nuevas, estas deben coincidir con algunos patrones grabados y registrados.

Ahora bien, si el Bitcoin está tomando tanto auge a nivel mundial y si considerando las diferentes bondades con la que se establece como una gran moneda digital, ¿Por qué en Colombia no se utiliza esta nueva criptomoneda que aparentemente promete muchos aspectos positivos en su uso? Recordemos que una de las principales características del Bitcoin es su orientación por transformar y cambiar la manera en cómo se pueden hacer o realizar distintas negociaciones en todo el planeta, sin embargo ¿Por qué en nuestro país, si sabemos que su costo es bajo, tienen una seguridad alta y su uso es tan factible y practico, no se tiene en cuenta como en otros países? Estas y otras interrogantes surgen en pro de intentar dar una respuesta que pueda aclarar qué limita a Colombia para seguir el ejemplo de otras naciones, no sin antes aclarar que en la medida en que nos acerquemos a unas posibles respuestas debemos estar abiertos a que incluso puedan aparecer otras cuestiones.

Para Mora (2016) es bien sabido que el fulgor que se ha evidenciado a nivel global de esta moneda ha permitido que en algunos países se hayan implementado cajeros automáticos que facilitan la conversión del Bitcoin a moneda local, tal es el caso de Alemania, Suiza y Estados Unidos de Norte América, pues estos se ha propuesto a desarrollar políticas que permitan la legalización y el uso de esta moneda, así como también los países latinoamericanos de Argentina y México ya están considerando su uso.

Considerando lo expuesto por este autor, es necesario también resaltar que el Bitcoin en Colombia es “algo” que en general es nuevo, pues no todos los colombianos saben, conocen o han escuchado sobre la existencia de esta moneda digital, en este orden de ideas, solo hay registros de uso en grandes ciudades como Medellín y Bogotá D.C. lo que reitera la evidencia de que en el país su utilización este en un reciente comienzo, sin embargo se establece que no es para nada descabellada la idea que cuando los países desarrollados o potencias se pronuncies al respecto en términos de políticas de regulación y uso, en Colombia se adopte el modelo, pues para entidades como la Superintendencia Financiera como el mismo Banco de la Republica es de suma importancia hacer caer en cuenta al Gobierno que debe crear medidas, estrategias y procesos que permitan las transacciones en el país debido al aumento de esta moneda en los diferentes mercados financieros mundiales (Mora, 2016).

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