La nueva Ley Celaá y la Educación Especial

La nueva Ley Celaá y la Educación Especial

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La entrevista se le ha realizado a la directora del Centro De Educación Especial Aldamiz en Bilbao. Este colegio depende de la Asociación de familias de personas con un Trastorno del Espectro del Autismo (APNBI). El centro acoge a todos los niños y niñas que tienen un diagnóstico de autismo.

El objetivo principal de la Ley Celaá, es crear una educación inclusiva, que todos los niños y niñas estén en la misma escuela, que su educación sea similar sin apartar a unos de otros y sin que haya discriminación. Para ello, la ley propone una serie de cambios: escolarizar a todos los alumnos en centro ordinarios, que las escuelas de educación especial sean un recurso del sistema. Es decir, si surge la necesidad de escolarizar a un alumno en uno de estos centros especiales, es después de agotar todas las posibilidades que ofrece el sistema educativo. Cuando se den casos muy particulares, serán los profesionales quienes evalúen y valoren a qué tipo de centro debe ir el alumno, siempre atendiendo al interés del menor y la voluntad de las familias.

Viéndolo así, la ley intenta que la educación del futuro sea lo más inclusiva posible, pero por el camino siempre habrá dudas, debates y personas que se negarán y opondrán a dicha ley y a sus cambios. No todos los centros de educación especial opinarán como la entrevistada, algunos temerán por su supervivencia y es lógico, ya que al derivar a todos los alumnos a centros ordinarios, se verán fuera del sistema y más cerca de desaparecer.  

Con dichos cambios, los centros ordinarios se tendrán que adaptar a las necesidades que exige una educación especial para los niños y niñas que acojan. Siendo estos centros los que se encarguen de una buena adaptación. Seguro que algunos siguen educando de la misma forma, ya que no todos tienen ni tendrán los mismos recursos económicos ni sociales. En estos centros el niño será el que se tenga que adaptar, en vez de que el centro se adapte al niño con necesidades especiales. En mi opinión, en la mayoría de los casos, será el alumno el que saldrá perdiendo al no poder seguir el ritmo de la clase y por ello, se sentirá más marginado que antes. Pero hay otros centros que ya están cumpliendo con lo que dice la ley, la entrevistada cuenta, cómo ellos van a centros ordinarios a reunirse con los profesores, a hacer seguimiento y orientaciones, para que el profesorado pueda dar respuestas adecuadas y para resolver las dudas que puedan tener -cómo adaptar el aula, dar respuesta a sus dudas y trabajar con ellos-.

Al ser un recurso de apoyo al sistema estos centros trabajan por y para el alumno, siempre adaptándose a sus necesidades y a que su educación sea la más inclusiva posible.

Las escuelas, tienen mucho trabajo por delante, no todo es tan bonito como parece, si se cumple todo lo que dice la ley -siempre en beneficio del alumno-, por fin llegaremos a una educación inclusiva, donde no habrá desprecios, no habrá marginación y todos los alumnos tendrán una educación digna e igualitaria.

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