Libro Propio

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            Todo comenzó el pasado año, en Italia. Un matrimonio de recién casados buscaba un lugar para mudarse, tenían expectativas muy elevadas de lo que sería su nuevo hogar, buscaban con gran entusiasmo y mucho positivismo. Llevaron un largo lapso buscando. Hasta tuvieron la idea de desistir de la que fue la más difícil de las tareas que se les había presentado. ¡Encontrar una vivienda no era una labor sencilla! En buena hora les llegó la mejor de las noticias, su amigo Ludovico les ofreció comprar su castillo renacentista, que contaba con lo que a la pareja le interesaba y necesitaba. Era perfecto, estaba ubicado en el municipio de Arezzo a tan solo 75 km de sus familias, tenía un aspecto viejo, abandonado, oscuro y tenebroso ¡a ellos les encantaba lo sombrío!, así que decidieron comprarlo.

Llegó el día de la mudanza, pasaron todo el camino, entusiasmados, hablando de su nuevo hogar. Cuando llegaron lo primero que recorrieron fue el sendero de pinos del castillo que era bellísimo, como todo a su alrededor. Al entrar husmearon cada área, eligieron un cuarto, el más extenso, con la mejor vista hacia el hermoso jardín y comenzaron a desempacar sus cosas. Decidieron ir a conocer el pueblo, como era de esperarse, pues eran nuevos en el lugar. Allí se encontraron con rumores de supuestos fantasmas, que habían sido el motivo de que ese castillo no tuviera otros dueños y como ellos no creían en esas cosas no le dieron importancia, solo regresaron a su nueva morada a dormir.

Transcurrían los días y la pareja sentía cada vez más curiosidad, su nuevo hogar era maravilloso, cada instante era muy extraño y mágico a la vez. Vivian situaciones inexplicables y descubrieron más hermosura y secretos cuando comenzaron a estar más atentos a cada cosa que pasaba en el castillo. Belleza arquitectónica con vida propia, pensaban. Más de una vez tenían experiencias extraordinarias ¿su explicación? Solo sueños con ojos abiertos. Un día recibieron en su casa a una pastora de gansos, la cual les contó la historia del hombre que había sido asesinado por su esposa, en ese mismo castillo, al encontrarlo con otra mujer.

La pareja no sentía miedo, pero a partir de ese momento empezaron a dudar de la decisión que habían tomado al elegir ese lugar. No les agradó la idea de saber que en ese lugar se había cometido un crimen pasional. ¿A quién le gustaría vivir en un edificio que alberga perversidad? ¿Era ese crimen la explicación de los locos sucesos? ¿Sería el fantasma de la víctima del asesinato clamando justicia? ¿Un alma condenada a deambular como consecuencia del crimen que cometió? Quien sabe…

El joven matrimonio solo reflexionó y su conclusión fue que la belleza del castillo lo valía, valía la pena tener esos raros inquilinos. Habían comprobado en varios momentos que su vida no estaba en riesgo, ya no tuvieron más dudas y se quedaron.

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