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Libro primero. Sección segunda.


Enviado por   •  9 de Julio de 2018  •  Apuntes  •  4.157 Palabras (17 Páginas)  •  126 Visitas

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El Capital

Libro primero. Sección segunda.

Capitulo IV. La transformación del dinero en capital

1.- Ahora nos ocuparemos del capítulo que trata los conceptos de fuerza de trabajo y capital. Para ello, iniciaremos con una transición en cuanto a la argumentación.

En los tres primeros capítulos aparecieron desplegadas las categorías mercancía, valor y dinero, haciendo abstracción (provisoria) de la existencia del capital. Con ello, Marx presenta los elementos fundamentales de la «circulación mercantil simple» [M-D-M], esto es, la circulación de mercancías y dinero como formas de circulación que dominan las relaciones sociales de una sociedad mercantil.

El que se haga abstracción del capital no obedece a una disposición teórica ni pedagógica: esa abstracción expresa un determinado aspecto de la realidad concreta: la «circulación mercantil simple» se presenta como lo inmediatamente perceptible en la superficie de la sociedad burguesa, pues las relaciones sociales parecen consistir, fundamentalmente, en actos de compra y venta de mercancías [D-M y M-D como acciones sociales fundamentales].

2.- Estas acciones sociales fundamentales generan la impresión de que la esfera de la circulación (respecto de la producción y el consumo) es la propiamente económica.

Como ya hemos comentado, la circulación sólo hace referencia a la compra y venta, es decir, remite al encuentro o enfrentamiento de individuos libres e iguales, que intercambian libremente sus mercancías por su valor equivalente, de modo que no hay engaño, no hay robo y no hay explotación.

Tanto el liberalismo (como el neoliberalismo), considera que las diferencias de propiedad es un factor externo al mercado: que exista una distribución desigual de la propiedad de mercancías no relativiza la primacía de la circulación o el mercado como asignador «natural» de las mercancías, ni la relevancia teórica del mercado: el «mercado» aparece como una instancia neutral para la distribución de bienes y para la satisfacción de necesidades, pues todos satisfacen sus propias necesidades en la medida que satisfacen la de los otros.

Pero en una sociedad mercantil capitalista, la circulación de mercancías y dinero no es independiente del capital: la «circulación mercantil simple» es solo la apariencia o superficie de la conexión necesaria que existe entre dinero y capital.

3.- Recapitulemos tres señalamientos esenciales previos:

  1. Cuando se definió la mercancía, se consideró su contenido dual: Vu y Vc. Y se dijo que la objetividad de valor que en ella se manifiesta es una propiedad puramente social, que no le corresponde a la mercancía aisladamente, sino sólo a las mercancías intercambiadas como propiedad común de todas ellas (de ahí el carácter «espectral» del valor);
  2. Para que se pueda aprehender efectivamente ese algo espectral (el valor), se necesita una expresión autónoma de los trabajos concretos que las producen  el dinero. La mercancía-dinero expresa el carácter de valor de las mercancías para poner en relación, universalmente, las mercancías entre sí como valores: el dinero y la producción de mercancías son, entonces, inseparables (recordar la categoría TTSN);
  3. El dinero, como medida del valor y como medio de circulación, sirve como medio auxiliar del intercambio. Pero el dinero no es sólo mediador que desaparece constantemente (en la circulación «cambia de manos» ininterrumpidamente, aun no estando presente de manera real y concreta, pues le alcanza con ser medida del valor): en las relaciones sociales mercantiles de tipo capitalista el dinero se convierte en un fin en sí mismo, pues como forma autónoma y permanente del valor, el dinero tiene que mantenerse y acrecentarse, como forma autónoma y permanente de valor, justamente.

SEGUNDA CADENA DIALÉCTICA DE HARVEY –resume los tres primeros capítulos y sirve de nexo-. 

4.- Marx aclara que no se trata de atesoramiento: si el dinero se atesora, se retira de la circulación, acaba convirtiéndose en un objeto inútil. Y si se vuelca completamente en la circulación (se compran mercancías), se difumina o disuelve como forma autónoma del valor.

Si por una parte, la «circulación mercantil simple» hace necesaria la existencia de una expresión autónoma del valor para relacionar las diferentes mercancías entre sí (de allí el dinero como forma autónoma y permanente del valor), por otra, esta autonomía del valor no puede existir sólo dentro de la circulación simple, sino que tiene que ingresar en ella, pero sin que el valor pierda su autonomía y permanencia, como lo es el atesoramiento o el acto simple de compra D-M, con el consumo subsiguiente de la mercancía M  La autonomía y permanencia del valor sólo está garantizada si el dinero efectúa el movimiento D-M-D

5.- Sin embargo, este movimiento de comprar una mercancía por una determinada suma de dinero, para volver a venderla por la misma suma de dinero no conlleva ventaja alguna. Sólo resulta ventajoso el movimiento          D-M-D´, en donde D´ es mayor que la D inicial. En este movimiento, que Marx designa como «fórmula general del capital», el valor no sólo mantiene su forma autónoma, sino que se acrecienta y, con ello, llega a ser efectivamente el fin de todo el proceso.

Sólo en el capital (D´) encuentra la forma autónoma del valor su expresión adecuada: el valor sólo adquiere una existencia permanente, y abarca el conjunto de las relaciones sociales económicas (producción, circulación y consumo), si realiza el movimiento del capital D-M-D´. Pero con dicho movimiento, abandonamos la circulación mercantil simple, pues es trata de examinar los supuestos y el contenido de este movimiento.

6.- Volvamos al movimiento o secuencia M-D-M de la «circulación mercantil simple»: el productor individual de mercancías ha producido una mercancía M que tiene un determinado Vu, vende esta mercancía y compra con el dinero obtenido otra mercancía que tiene otro Vu. Aquí, D es dinero gastado, pues el fin del proceso es el consumo de la segunda mercancía.

Volvamos ahora al movimiento o secuencia D-M-D. Aparecen los mismos elementos, D-M y M-D, del movimiento o secuencia anterior, pero en un orden de sucesión diferente: ahora se compra, para vender, a continuación. Aquí, D es el punto de inicio y finalización del proceso. Aquí, la suma de D no es diferente de la otra, cualitativamente; sólo se diferencian cuantitativamente como D-D´, en tanto la finalidad del proceso es el incremento cuantitativo de la suma de dinero inicial. De modo que en esta secuencia o fórmula D es dinero adelantado: se gasta para recuperar una suma mayor a continuación.

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