Los Egipcios Y El Segundo Periodo Interedio

El tránsito hacia el Segundo Período Intermedio de Egipto lo marca la Dinastía XIII. A medida que avanzamos a lo largo de este período nos encontramos con cambios, cambios que serían indicios e problemas. Entre los cambios mencionados con anterioridad podemos decir que los monumentos se hacen cada vez más pequeños y la calidad del arte sufre un retroceso (esto a comparación de épocas anteriores, puesto que se venía registrando un alza en el proceso cultural egipcio). Existe, además, una sucesión de soberanos con una rapidez que impacta (lo que refleja una cierta inestabilidad en el trono, reflejando hasta cierto punto lo que fue la Dinastía VIII), muchos de estos soberanos adoptaron un nombre que denota su origen no real o plebeyo (Ugaf, entre otros). Más importante aún fue la desintegración del poder real, lo que conllevó a que pequeños linajes locales aumentaran su poder, promoviendo así la no unificación de Egipto… lo que facilitaría la invasión de pueblos provenientes del exterior, un pueblo que invadió Egipto fueron los Hicsos.

La llegada de los Hicsos marca una etapa oscura en la historia del antiguo Egipto. Para los egipcios, la invasión de los Hicsos significó un duro golpe frente a lo que era su política militar exterior, por lo que fue este hecho lo que los marcaría para convertirse en una potencia militar. La conquista de los Hicsos fue facilitada por el uso de los caballos y los carros de guerra; ambos elementos desconocidos hasta ese momento por los egipcios. Tenemos de este modo, que la invasión de los Hicsos significó un cambio drástico en la sociedad, historia y cultura egipcia, que hasta ese momento no había sufrido grandes cambios debido a lo aislado que se encontraba con relación al resto del mundo.

La realidad cultural durante este período es muy compleja, y por ello hay que entenderla como la mezcla cultural que se produjo entre la civilización egipcia (ya

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