MAESTRA MULTIGRADO

MAESTRA MULTIGRADO

Un maestro tiene muchas anécdotas que contar dado a que esta profesión implica el trabajar con personas que en cualquier momento te pueden dar momentos inesperados e inolvidables.

Uno de esos momentos lo viví en la comunidad de la Redonda perteneciente al municipio de Villa Hidalgo en San Luis Potosí. Era mi primera experiencia en un grupo multigrado con alumnos de quinto y sexto, eran alumnos que en un inicio no me aceptaron con mucho agrado debido a que el maestro que se había retirado era muy querido por ellos.

Con el paso del tiempo procure ganarme su confianza, dado a que reconozco que esto es indispensable para el trabajo dentro del aula. Por más que intentaba una alumna no me aceptaba y mostraba casi siempre indiferencia cuando yo les proponía actividades.

Pero en cierta ocasión tuvo problemas personales muy fuertes en su familia, esto lo reflejaba al no querer realizar ninguna actividad, pero llamó más mi interés el distanciamiento que tuvo con sus amigos, al notar que su actitud no sólo era para mí sino para con los demás busque un momento propicio para acercarme a ella.

Dicho momento se dio y al preguntarle que le sucedía soltó en un llanto tan incontrolable que me dio mucha ternura. Aquella persona que en ciertos momentos me había negado la oportunidad de ser su maestra, se volvió en una alumna que tuvo la confianza de contarme todo aquello que le hacía daño.

Durante la plática con ella le aconseje un poco y trate de hacerla sentir como una persona con sumo valor. A partir de entonces no sólo fui su maestra sino casi una amiga más, me alegra haber estado ahí para aconsejarle lo correcto, y que ella no hubiera realizado un acto del que seguro se hubiera arrepentido.

A partir de ese día su comportamiento en clase cambio y se vio reflejado en la mejoría de sus calificaciones. No cabe duda que el clima que establecemos maestros y alumnos dentro del salón de clase influye enormemente en el proceso de enseñanza aprendizaje.

En esa ocasión esta personita, me enseño que mis alumnos son seres humanos que no sólo tienen necesidades cognitivas sino también emocionales, que necesitan convivir en ambientes en donde sean valorados y estimados para aprender realmente.

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