MERCADEO CON RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL

MERCADEO CON RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL

Cada vez va cogiendo mayor fuerza y es más importante que las empresas tengan una responsabilidad social, adoptando una posición activa y responsable en cuanto al impacto que tienen sus operaciones (Banco Mundial, 2006). La responsabilidad social empresarial (RSE), genera ventajas a una compañía y puede ser desarrollada desde diferentes ámbitos. En el caso del mercadeo, puede decirse que “obedece a las posturas y expectativas de los clientes” (Gómez, Juan. 2004), pues cada vez es más complicado para una empresa generar valor agregado y diferenciación en los productos y servicios que ofrece, por lo que optar por la responsabilidad social puede provocar un efecto positivo en los clientes.

Se puede definir el concepto de responsabilidad social empresarial como         la conciencia que adquieren las empresas o, mejor dicho, los empresarios, de que tienen un rol dentro de la sociedad en la que se desempeñan y que por tanto deben realizar sus negocios teniendo en cuenta siempre principios éticos y conforme a las disposiciones legales. La RSE busca, sin dejar a un lado la rentabilidad que debe ser el principal objetivo de toda empresa, generar bienestar social y mitigar los efectos que tienen en la comunidad las operaciones que realiza dentro de su objeto social.

De acuerdo con el Banco Mundial (2006), el objetivo principal “que persigue la responsabilidad social empresarial radica en el impacto positivo que estas prácticas generen en los distintos ámbitos con los que una empresa tiene relación, al mismo tiempo que contribuya a la competitividad y sostenibilidad de la empresa”, lo cual afirma lo expresado en el párrafo anterior pues, si bien toda compañía busca ser lo más rentable posible, esto puede lograrlo al mismo tiempo que coadyuva a mejorar el estado actual de los diferentes sectores donde opera; y por sector no sólo se puede hacer referencia a los sectores de la economía, sino a todos los sectores de la sociedad.

Cuando una empresa busca herramientas para destacarse y ser atractiva para el mercado, puede desarrollar un mercadeo con causas sociales, para mejorar su reputación y generar empatía entre los posibles consumidores, puesto que, a su vez, ellos van a sentir que contribuyen a la causa social por la que está luchando la compañía.

El problema es que en algún punto, esos mismos consumidores pueden llegar a sentirse utilizados, en el sentido de que las empresas empleen dicha herramienta como una estrategia comercial más que como un compromiso real por ayudar a la sociedad.

Se puede decir entonces, que las relaciones directas que existen entre el mercadeo y la responsabilidad social empresarial son: mejorar la imagen de marca, el posicionamiento en el mercado, la reputación social. Los beneficios para una empresa de realizar mercadeo orientado hacia lo social, pueden verse reflejados en maximizar el valor de la empresa y su cotización en los mercados bursátiles, tal y como lo afirma Gómez (2004). Cuando se realiza un mercadeo hacia lo social, las empresas buscan estimular la compra de sus productos o servicios y con el incremento que se genere poder destinar recursos a apoyar causas sociales.

Sin embargo, las causas sociales de una empresa no están únicamente enmarcadas a contribuir con los problemas que se presentan en la sociedad, pues también es importante que al interior de la compañía se desarrollen actividades orientadas a mejorar las condiciones laborales y de vida de sus empleados, quienes al fin y al cabo, son los que ejecutan todas las acciones para que la compañía pueda funcionar y tener éxito.

Cuando una empresa forma a sus empleados, está pensando tanto económica, como comercial y socialmente, pues al capacitar a su personal, no sólo se está asegurando de contar con personas que tengan habilidades adecuadas para desempeñarse en sus labores, sino que también demuestra a ellos que se preocupa por su bienestar, lo que hará que se sientan más involucrados y comprometidos con la empresa, para así lograr un mayor esfuerzo interno, que facilite el logro de objetivos. Contar con empleados que se sientan a gusto y tengan sentido de pertenencia para con la empresa, hace que se vendan productos y servicios de mayor calidad, atrayendo cada vez a más clientes, lo que incrementará las utilidades económicas de la compañía.

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