METODOLOGÍA CREATIVA . PARA LA PRÁCTICA DE UN TALLER DE IMPROVISACIÓN
Enviado por Jhonny Ruiz • 24 de Agosto de 2020 • Apuntes • 1.955 Palabras (8 Páginas) • 114 Visitas
METODOLOGÍA CREATIVA
PARA LA PRÁCTICA DE UN TALLER DE IMPROVISACIÓN
Podemos definir la técnica de
la improvisación como la capacidad
actoral para vivir
real y sinceramente situaciones
imaginarias. Un actor
aprende a vivir realmente,
cuando vive aquello que le ocurre
de forma imprevista, es decir,
capta lo que sucede a su
alrededor y, en consecuencia,
reacciona-actúa conforme a
esas provocaciones, y todo
ello, lo hace desde su propio
yo, desde su verdad y conocimiento
emocional, por tanto, lo
vive sinceramente, de tal forma
que, aunque, lógicamente,
los supuestos son inventados
(situaciones imaginarias), su
técnica improvisadora los
hace verosímiles porque los
efectos de su reacción-interpretaci
ón producen la ilusión
de la realidad.
El objetivo de esta técnica, por
consiguiente, es la formación de
actores capaces de subir a un
escenario y, llegado el caso,
comportarse orgánicamente
en la escena, es decir, escuchar
de verdad, mirar de verdad,
hablar de verdad y reaccionar
de verdad ante unas circunstancias
dadas y una situación que,
naturalmente, no son verdad,
son imaginarias. Y ello para
poder dar al público la sensaci
ón de que lo que está pasando
pasa aquí y ahora, y por primera
vez.
Establecida la definición de lo
que conocemos como técnica
de improvisación, el objeto de
nuestro presente trabajo es el
de dar a conocer nuestra metodolog
ía de trabajo en los
talleres que sobre improvisación
creativa solemos impartir para
actores, educadores y público
interesado en general y, adem
ás, exponer, de forma razonada,
cómo dicho proceso de
trabajo hunde sus raíces y, por
tanto, se fundamenta en una
dinámica en la que la creatividad
es su único y absoluto
eje conductor.
DINÁMICA DEL PROCESO IMPROVISADOR
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LA RELACIÓN PROTAGONISTA/ANTAGONISTA
Dentro de esta relación surge el conflicto: el protagonista desea algo
(voluntad) y está dispuesto a hacer todo lo posible para conseguirlo;
el antagonista se lo niega (contravoluntad). Ambos, por tanto, deben
conocer ese deseo, el lugar donde están y la relación que entre ellos
existe.
El protagonista pide algo -material o abstracto- que debe ser real y
posible. Ha de tener claro el por qué quiero. Sus razones pueden
ser egoístas o altruístas: unas serán abiertas, las que expresa, en
las que apoya su petición, pero otras, las más importantes, deben
ser secretas, conocidas sólo por él. Cuanto mayor importancia tengan,
o él se la atribuya, mejor le ayudarán a intentar conseguir lo que
pretende. Por ello su postura mental debe arrancar siempre de estas
preguntas: ¿Qué deseo? ¿Qué estoy dispuesto a hacer para conseguirlo?
.
El antagonista niega porque tiene razones para ello. Por tanto, debe
saber responder siempre con toda claridad a estas tres preguntas:
¿Por qué no quiero que lo consiga?, ¿Qué me va a pasar si lo consigue?,
¿Qué no me debe pasar de ninguna manera?. Al igual que
las del protagonista, sus razones no serán sólo abiertas, las expresadas,
sino que dispondrá, también, de otras cerradas, que sólo él
conoce; el aportar razones secretas aumenta la intensidad del
conflicto y genera el factor de desequilibrio necesario (divergencia)
para estimular la creatividad del actor-improvisador.
1
EL CONFLICTO
El conflicto, entendido como un
enfrentamiento con el otro o con
uno mismo, es el eje de referencia
de la improvisación
creativa. Dicho de otra forma,
si no hay conflicto no hay improvisaci
ón: si dos personas
conversan sobre un escenario,
pero no les pasa nada, nunca
se creará una situación de verdadera
improvisación teatral.
En este sentido, siempre solemos
insistir a nuestro alumnos,
cuando viene el caso, en la necesidad
de distinguir entre una
situación vegetativa que
ocupa un espacio, un tiempo y
un estado de ánimo, pero en la
que no ocurre nada, porque no
hay conflicto, y la situación
dramática que supone un enfrentamiento
entre un protagonista
y un antagonista.
3
CIRCUNSTANCIAS DADAS
Y DISEÑO DEL ARGUMENTO-
BASE.
Después de la determinación
del conflicto y del establecimiento
de los deseos y necesidades
de protagonista y antagonista,
nos aprestamos a
pergeñar un argumento-base en
función a tres niveles progresivos
e interrelacionados que van
activando la propia energía
creativa de los actores-improvisadores.
En suma, y, al final de la sesión,
tendremos tres argumentosbase
que se corresponderán con
las tres tipologías o modalidades
progresivas de improvisaci
ón que contemplamos,
siempre, como hipótesis de trabajo,
a saber:
3.1.
Modalidad Libre
Basadas en la experiencia personal
del actor, buscando sus
propias sensaciones, emociones,
ideas, experiencias. Trabajando
con uno mismo y el
entorno social en que se desenvuelve.
3.2.
Improvisaciones sobre
Escenas
Basadas en arreglos derivados
del estudio de la escena
anterior, encaminados a descubrir
el comportamiento del personaje
dentro de uno mismo.
Estos arreglos trasladan lo
esencial de la escena al mundo
personal del actor. No es lo
que yo haría si fuera el personaje
sino ¿qué circunstancias
tendrían que darse en mi vida
para que yo me comportase
como el personaje?
3.3.
Improvisaciones con
Texto Imaginario
Un texto inventado como punto
de partida con diálogos y
sucintas acotaciones que dan
lugar a una situación narrativa
abierta que, al calor de la acci
ón, suele modificarse, enriquecerse
y, en suma, completarse.
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En aras de que la improvisación
funcione bien y, siempre, antes
de comenzar el ejercicio, solemos
tener en cuenta las siguientes
cuestiones que consideramos
muy necesarias
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