Marco Historico

MARCO TEORICO

“HISTORICO”

La población matriculada en todo el país llega a 464.000 estudiantes universitarios, la tercera parte de la población de entre 20 y 24 años. Con 216 centros de estudios superiores, el país debería ser una potencia intelectual y un paraíso de emprendedores.

¿Qué está fallando? Todo indica que hay universidades que no cumplen su papel de formar profesionales de primer nivel. En esa dirección apunta el polémico informe de evaluación que el CONEA presentó a la Asamblea Nacional a inicios de noviembre.

Un informe terremoto, que sacudió a maestros, rectores y unos 60.000 alumnos que estudian en 26 universidades ubicadas en el último eslabón de la cadena de evaluación.

Según el documento, 20 de las 63 estudiadas alcanzan los niveles óptimos, categorizados como los niveles A y B.

Un informe difundido en un momento de agitación, cuando la Asamblea Nacional se alistaba a discutir el contenido de la Ley de Educación Superior, satanizada por asignar poderes omnímodos al Ejecutivo como rector del nuevo sistema universitario.

“Es un momento histórico y un hito. Por primera vez, un Presidente tuvo la iniciativa de invitar al diálogo a las universidades, esto fue en febrero del año anterior.

Recordemos que en el pasado los Gobiernos tenían dos actitudes hacia la universidad: las reprimían o se desentendían de ellas. Es claro que en los últimos años se mercantilizó el bien público de la educación superior y alguien tuvo el valor de presentarlo en un informe. No olvidemos que el diálogo para la Ley de Educación Superior se rompió por parte de los rectores, agrupados en el CONESUP, cuyo presidente alterno regenta una universidad categorizada como E”, afirma el catedrático e investigador Carlos Arcos, rector del Instituto de Altos Estudios Nacionales, IAEN.

El coordinador del Contrato Social por la Educación, Milton Luna, asegura que el informe “Es una fotografía y un primer acercamiento a la realidad universitaria, aunque requiere un estudio posterior sobre calidad del sistema universitario, que debe ser hecho en un segundo momento”.

Pero, ¿qué muestra este documento de más de 300 páginas que tanta tinta hizo correr durante el penúltimo mes del año y cuya elaboración costó 800.000 dólares, 60 investigadores y algunas canas más al titular del CONEA, Arturo Villavicencio? Los claroscuros del informe Una primera variable de la evaluación fue la Academia, entendida como la planta docente.

“La Universidad moderna tiene profesores de dedicación exclusiva, que investigan, realizan tutorías, preparan clases, se actualizan y tienen posgrados”, explica Arcos.

La legislación vigente desde el año 2000 contempla que las universidades existentes a la promulgación de esa ley tenían cinco años de plazo para lograr que el 30 por ciento de profesores obtuviera un título de cuarto nivel (maestría,

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