Mensaje De Reflexion
Enviado por luchoxmiguel • 29 de Junio de 2013 • 515 Palabras (3 Páginas) • 339 Visitas
Nombre: Luis Miguel Guerra
Profesor: Juan López
Fecha: 28/06/2013
PERSONAJE HISTÓRICO DE VENEZUELA
MARTIN TOVAR Y TOVAR
NOTABLE PINTOR VENEZOLANO. NACIÓ EN CARACAS EL 10 DE FEBRERO DE 1827 Y MURIÓ EN LA MISMA CIUDAD EL 17 DE FEBRERO DE 1902.
Es autor de numerosos retratos y de obras históricas, como La Firma del Acta de la Independencia, concluida en 1883, y la magistral Batalla de Carabobo, pintada para la cúpula del Salón Elíptico del Palacio Legislativo de Caracas. En este mismo Salón realizó una importante galería de Próceres. A partir de 1890, Tovar y Tovar dejó de ejecutar obras históricas y se dedicó completamente a la temática paisajística. Puede decirse de este pintor que fue uno de los primeros venezolanos que retrató fielmente la naturaleza.
MENSAJE DE REFLEXIÓN
LA CASA GRANDE
Solo existe un lugar elemental, ese que nos permite sentir la brisa y lograr el día a día, ese que necesita de ti y de mi para mantener viva su esencia, por eso quiero que recuerdes que dios no te preguntará cuán alto era tu sueldo; te preguntará si vendiste tu conciencia para obtenerlo, tampoco te preguntara cuál era tu título; solo te preguntará si hiciste tu trabajo con lo mejor de tu capacidad, cuidemos lo que es nuestro, lo que no se vende, lo que es parte fundamental de nuestra vida, puedes decir que soy un soñador, pero no soy el único espero que algún día tu te unas a nosotros y el mundo vivirá como uno solo, esto es tarea de todos y de todas vamos cuidemos nuestra casa grande LA TIERRA.
CUENTO
LA NUEZ DE ORO
Un día, mientras la pequeña María daba un agradable paseo por el bosque, descubrió una preciosa nuez de oro, a un lado del camino.
Justo cuando se disponía a guardarla en su bolsillo, alguien dijo a su espalda:
-Siento comunicarte, que esa nuez que portas en tu mano es mía.
Al escuchar estas palabras, María se dio la vuelta para conocer, al que decía ser el dueño de la nuez. Cuando lo hizo, se topó con un personaje bastante extraño, de un tamaño bastante más pequeño que el suyo, que iba vestido con unos llamativos ropajes de color rojo y un gorro con forma apuntada.
-Siento haberte asustado pequeña humana. Soy el Duendecillo de la Floresta y en cuanto me devuelvas lo que me pertenece, dejaré de molestarte.
-Si es tuya, segura que sabrás cuantos son los pliegues de su corteza. Solo te la devolveré si aciertas el número exacto, si fallas aunque sea por uno solo, me la quedaré para mí y la usaré para comprarles ropas a los niños pobres del pueblo.
-No hay problema, la nuez tiene mil ciento un pliegues.
Cuando la niña vio que estaba en lo cierto, le devolvió con mucha pena la nuez.
-Puedes quedártela-dijo el duendecillo-ya que tus propósitos con ella son nobles. De ahora
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