Mercados repugnantes

TRÁFICO DE ÓRGANOS

El comercio del tráfico de órganos se origina a causa del receptor que necesita de un

órgano con suma urgencia para gozar de buena salud. Siendo ese el motivo para que las

mafias tomen en cuenta tal necesidad para lucrar con ello, es evidente que realizan tal

acción de manera ilegal. Lamentablemente esta práctica sólo beneficia a la clase alta,

debido a que cuentan con los medios necesarios para la compra-venta.

SOLUCIÓN O ALTERNATIVA (INTERCAMBIO LEGAL O PENALIZADO)

EJEMPLOS DE MERCADOS REPUGNANTES

PROSTITUCIÓN

Es importante enfatizar que la prostitución no es considerada como un delito, ya que las personas que se someten a este medio para generar ingresos lo hacen a corde a su voluntad, en su mayoría son las mujeres que practican este acto de la prostitución para generar remuneraciones económicas. Pero sí se estaría vulnerando la moral y buenas costumbres, como lo indica el artículo V del Título Preliminar del Código civil. “Orden público, buenas costumbres y nulidad de acto jurídico”. Este acto es nulo porque como se mencionó líneas anteriores alteran la moral y buenas costumbres de la sociedad. La óptica de prostituirse es la ocupación mejor remunerada que pueden conseguir las personas ante diversos problemas económicos que vienen atravesando, puede ser por el ámbito familiar, personal o hasta incluso social. En cambio, el proxenetismo es ilegal y está tipificado en nuestro Código penal precisamente en el capítulo X, ya que a diferencia de la prostitución, este se da en contra de su voluntad de la persona a quien están prostituyendo para que una tercera persona obtenga beneficios económicas con este acto ilegal. En estas líneas vemos múltiples derechos fundamentales perjudicados y delitos comisivos, entre ellos la integridad psíquica y física, la libertad de la persona, el derecho a la paz, tranquilidad, a su identidad, el delito del favorecimiento a la prostitución, el rufianismo y proxenetismo. Samuel Bowles menciona que los mercados repugnantes son los negocios practicados a los que se debe deponer un fin por el simple hecho de no ser éticamente aceptables. Mayormente este “negocio” es practicado por las organizaciones criminales que captan a las mujeres privándolas de su libertad, con estafas o aprovechándose de que se encuentran desesperadas para poder conseguir dinero, es así que las captan y ejercen el negocio rentable del proxenetismo, esto no es ajeno a la realidad y se debe poner un fin inmediato, ya que millones de personas se verían perjudicadas al igual que sus derechos fundamentales. Como se mencionó anteriormente, la prostitución en el Perú no es un delito. Citando el artículo 2 de nuestra Carta Magna en el cual encontramos de manera explícita nuestros derechos fundamentales, nos enfocamos en el inciso 24 el cual señala: “nadie está obligado a hacer lo que la ley no manda ni impedido de hacer lo que ella no prohíbe”. Sobre la prostitución clandestina, es un término mal utilizado, lo correcto es el término prostíbulo clandestino, que refiere a las prácticas de sexo a cambio de dinero como un negocio que evade ciertos requerimientos que la ley impone para que se apertura este tipo de negocios; es decir, para burlar la ley, al no existir una reglamentación nacional clara y precisa respecto al ejercicio de este tipo de actividades. Junto a los prostíbulos clandestinos nacen los delitos de proxenetismo, porque es ahí de una manera tapada que terceras personas captan a mujeres para que tengan relaciones sexuales en beneficio de ellos. Refiriéndonos principalmente a la prostitución, una medida que implique su adaptación al mercado es contar con la licencia para este tipo de negocios; como es formal, esto implica que sus establecimientos paguen impuestos. De igual manera se evitaría el rufianismo, proxenetismo y sus formas agravadas, como también la salud de las personas por el control de sanidad que se realizaría al ser un prostíbulo legal

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