Miedo
Enviado por csc099 • 11 de Mayo de 2014 • Ensayo • 1.369 Palabras (6 Páginas) • 270 Visitas
Meyer, Lorenzo, De la estabilidad al cambio en: Historia general de México, ColMex. pp.1275-1355
El gobierno del general Cárdenas se caracterizó por haber dado característica de social al Estado que emanó como resultado de la lucha armada de 1910. Esto tuvo lugar, gracias a las demandas de los grupos agrarios y obreros, así como la inserción de los mismos en un partido único emanado también de la revolución. Por haber dotado al gobierno de los fondos económicos necesarios para la construcción del Estado, así como el reconocimiento social obtenido de las reformas, que en ocasiones estribaban en lo radical, emanadas de su gobierno.
Esa cualidad de radicales de las reformas, propició que durante los dos últimos años de gobierno de Cárdenas en que se avecinaba la sucesión presidencial, la desaprobación social y política surgiera. Producto de la tensión surgida y la desaprobación de sectores de interés político y social, el general optó por una política de distención, abriendo camino de dominio al partido en turno.
Así, entre la algidez social y política existente, llegó el momento de la sucesión y con ella la postulación de diversos candidatos, muchos de ellos surgidos como oposición al régimen de entonces. El candidato que representó al rebautizado PRM fue Manuel Ávila Camacho, caracterizado por su personalidad y actuar mesurados y conciliadores. De ello deriva una cuestión, ¿la postulación de Ávila Camacho tuvo el fin de otorgar al país la tranquilidad que necesitaba el PRM para lograr consolidarse y dar pie a la fuerza y perduración que tuvo?
La tesis planteada se responde de modo afirmativo, pues, a pesar del surgimiento de grupos opositores, los gobiernos anteriores habían comenzado un camino de cambios y reformas que habían resultado benéficos para el país. Por tal modo, ante la tendencia de reformas por parte del general Cárdenas; de las cuales, algunas habían resultado agresivas para la población, se necesitaba para la sucesión a un hombre que calmara los ánimos y diera de nuevo confianza tanto a la sociedad como a los diversos grupos influyentes en la política y el desarrollo del país.
Manuel Ávila Camacho articuló y consolidó su candidatura presidencial con un lenguaje conciliador y moderado frente a los sectores medios y los círculos empresariales, los cuales estaban atemorizados por los cambios y la efervescencia social y política del cardenismo. Al resultar triunfante Ávila Camacho, continuó con su gobierno de igual modo, conciliador y mesurado, lo cual ayudó a que el país se tranquilizara y recuperara la confianza en el partido gobernante.
“El éxito que en términos relativos tuvo la política económica poscardenista se debió en buena medida a que fue posible dirigir en un principio grandes cantidades de recursos a la agricultura, que estaba desplazando a la minería como la fuente principal de las exportaciones, y que por ello habría de permitir importar los bienes de capital que la industrialización requería cada vez más.”
Así mismo, durante su gobierno, tuvo lugar el acontecimiento bélico conocido como la Segunda Guerra Mundial. Además del contexto social que el mundo vivía, en México, este suceso benefició al gobierno de Manuel Ávila Camacho, pues la economía se vio beneficiada gracias a la exportación de los excedentes exportables de los materiales estratégicos y críticos de México: antimonio, cobre, grafito, henequén, plomo, mercurio, tungsteno, estaño y zinc.
Así gracias a este suceso mundial, México incentivó la producción y exportación de materiales y materias primas para surtir a las potencias que se encontraban en pugna. Además, pudo concretar tratados y convenios con diferentes países como Estados Unidos para dar tregua ante la situación del petróleo que había afectado relaciones internacionales de México. Ahora, dentro del territorio, se logró unificación y calma social, que era lo buscado por parte del gobierno en turno.
“Las modificaciones del mercado provocadas por la guerra mundial fueron uno de los estímulos más importantes de la industrialización mexicana posterior a 1940, pero no el único. Desde un principio hubo una política gubernamental encaminada a aprovechar la coyuntura internacional de tal manera que la acción del Estado se encaminó a acelerar el proceso de industrialización.”
De este modo puede considerarse al gobierno de Manuel Ávila Camacho como un gobierno que sirvió de parteaguas dentro de la historia del país, pues fue emanado
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