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El Miedo


Enviado por   •  2 de Octubre de 2014  •  Ensayo  •  4.855 Palabras (20 Páginas)  •  209 Visitas

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El miedo es la perturbación del ánimo que surge con la percepción de que se aproxima algo que puede dañar nuestra integridad física, mental, social o espiritual. El miedo percibe el peligro, presume que algo malo puede suceder, y nos mueve a protegernos. Nuestro ánimo se perturba por un mal que realmente nos amenaza o también por alguno que se finge en la imaginación.

El miedo profundo del ser humano es a la muerte (daño total a nuestra integridad física), pero como la muerte no se conoce y no se sabe de qué manera llegará; ese miedo se presenta entonces como una experiencia de lo abstracto y desconocido, la pantalla se pone en blanco y como el hombre necesita darle una imagen a esa experiencia de amenaza de muerte, dice algo más concreto: "Tengo miedo a ser vulnerable a ti, porque me hieres y me rechazas" o "tengo miedo de que entren los ladrones y me dañen". "Me siento vulnerable y expuesto a la agresión externa" o "tengo miedo a abrir mi corazón y confiar en alguien, porque me puede traicionar y eso me dolería" o "tengo miedo a dejar de ser bueno, a poner mis límites, porque en el fondo tengo miedo a quedarme solo".

Lo que está a la base en estos ejemplos es el miedo a extinguirse; y el miedo generalmente aparece como una intensa experiencia que penetra en la profundidad del cuerpo; pero como esa experiencia es algo que no se puede tocar, ni oler, ni mirar, sólo sentir (por eso es tan intensa y desagradable la sensación), necesitamos recurrir a lo ya vivido, nuestro pasado, para poder darle forma y nombre. Se dice que el miedo es ver el futuro con los ojos del pasado y con un lente de aumento.

Miedo y supervivencia (miedo y cuerpo)

El miedo es el gran aliado de la supervivencia. Si no tuviéramos miedo ya estaríamos muertos, porque el miedo percibe los peligros, y tiene como objetivo defender nuestra vida y nuestra integridad. El miedo toma su fuerza de nuestro ser y de nuestra voluntad de vivir; toma su fuerza de la exigencia biológica y existencial de auto-conservación.

La defensa de la vida es la gran tarea del miedo. En ese sentido continúa en el nivel psicológico y social lo que hace el sistema inmunológico a nivel biológico, porque protege al cuerpo de las enfermedades identificando y matando células patógenas.

Para sobrevivir y tener una buena vida necesitamos un cuerpo sano y bien desarrollado. Necesitamos protegerlo de todo lo que lo pueda dañar.

Actualmente vivimos una situación de miedo, estamos en peligro como especie, porque nuestro modo de vida ha contaminado intensamente el agua, el aire y la tierra que necesitamos para vivir. Los tres elementos mencionados están reduciendo cada vez más su papel renovador y purificador y se han ido convirtiendo, poco a poco, en agentes transmisores de tóxicos.

Sería interesante analizar quién y qué nos está poniendo en peligro y qué medidas estamos tomando para defendernos de ese peligro: ¿estamos huyendo?, ¿no estamos haciendo nada?, ¿nos estamos aliando con otros y generando un gran movimiento ecologista? ¿Nos estamos sometiendo a la voluntad de quienes degradan el ambiente? Etc.

La supervivencia no es un acto inocente. El sobreviviente se alimenta de otras vidas. El ser humano se alimenta, por ejemplo, de otros seres vivientes: los animales y las plantas. Para sobrevivir, a su vez, evita convertirse en alimento de animales o insectos. En otras épocas históricas los hombres se convertían con mayor facilidad en alimento de lobos, leones, lagartos, etc. La relación de fuerzas entre animales y hombres no estaba tan desequilibrada como en la actualidad y esos animales inspiraban mucho miedo a la gente. Después del invento de las armas de fuego, esos animales se hicieron menos peligrosos. Una leona tenía más probabilidades de ganarle a un hombre que lo enfrentaba con arco y flecha que con un rifle. Al dejar de temer a los animales grandes, por las nuevas armas que adquirió, el hombre los despreció, los devaluó y pudo organizar matanzas en serie, enormes carnicerías, como si no estuviera matando nada. El animal impotente se convirtió en animal que no merecía respeto el respeto humano.

El invento del DDT y sus similares favoreció también el desprecio del hombre a los insectos. Pero el miedo a los animales se trasladó a los microbios: a los virus y a las bacterias. Por ese miedo se han multiplicado los cazadores de microbios y la industria farmacéutica en un arsenal de antibióticos contra ellos.

Los seres humanos han sobrevivido y se han fortalecido gracias a formas de organización cada vez más ricas, complejas y eficientes que han ido inventando a lo largo de la historia. Los hombres han aumentado su dominio sobre la naturaleza y por eso, en la actualidad, lo más peligroso para un ser humano ahora es otro ser humano.

La mayoría de los seres humanos se encuentran en una situación de miedo respecto a otros seres humanos. Esto es así porque la organización política de los países está hecha para que ganen unos pocos (riqueza, poder, conocimientos, fama, etc.) y pierdan muchos (la mayoría son pobres, impotentes, ignorantes, desconocidos, etc.). En general, los perdedores le temen tanto a sus pérdidas como a los ganadores; y los ganadores temen que otros ganadores los desplacen de las posiciones que han obtenido y se conviertan así en perdedores, porque la competencia es interminable.

Hay mucho miedo a la pobreza, a la impotencia, a la ignorancia y al no reconocimiento (a la no valoración social), porque cada una de estas carencias puede poner en peligro la supervivencia.

Mecanismos de defensa (miedo y psique)

Para defendernos, a nivel biológico el cuerpo cuenta con el sistema inmunológico, a nivel psicológico el individuo cuenta con “mecanismos de defensa”. Estos son métodos que las personas usan para protegerse de representaciones de hechos que le producen dolor, sufrimiento o inseguridad.

El temor al conocimiento de sí mismo es muy a menudo isomórfico y paralelo al temor al mundo exterior. Este tipo de temor es defensivo, porque protege el amor propio, nuestro amor y respeto por nosotros mismos. Tendemos a sentir miedo de cualquier conocimiento que puede hacernos sentir desprecio por nosotros y que nos haga sentirnos inferiores, débiles, cobardes, malos, avergonzados. Nos protegemos nosotros mismos y nuestra imagen ideal por medio de la represión y otras defensas similares.

Algunas de estas maneras psicológicas de defenderse no necesariamente son exitosas, en muchos casos son contraproducentes, es decir, logran lo contrario de lo que se proponían, pero de manera inmediata pueden dejar un alivio y por eso se utilizan.

Por ejemplo se puede hablar de un hecho muy penoso de una

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