Migración haitiana: ¿chile es una buena oportunidad?
Enviado por soespinoza_h • 1 de Mayo de 2021 • Ensayo • 4.287 Palabras (18 Páginas) • 116 Visitas
Migración haitiana: ¿chile es una buena oportunidad?
Introducción
En los últimos años la tasa de migración en América Latina ha crecido considerablemente por diversos factores que influyen en la calidad de vida de los habitantes, como la economía, la situación laboral, las condiciones sociales, de educación y salud, entre otros. Por esta razón es que la comunidad extranjera en Chile se hace cada vez más grande, pues la calidad de vida que ofrece nuestro país es mucho más esperanzadora que la de países como Venezuela, Perú y Haití.
La presente investigación se enfoca particularmente en el fenómeno de la migración haitiana en Chile, principalmente por el gran impacto[1] -tanto positivo como negativo- que ha tenido en el país la llegada de tantos inmigrantes.
Haití es el país más pobre América, desde aquí ya podemos comprender por qué son tantos los ciudadanos que eligen migrar hacia otros países con la esperanza de encontrar trabajos y una cuyos derechos sean respetados. Sin embargo, después del terremoto del año 2010 es que la migración de haitianos ha aumentado exponencialmente, sobre todo hacia nuestro país, el que pareciera mostrarse negativo ante la presencia de ellos, endureciendo las políticas migratorias y haciendo así cada vez más difícil la entrada y residencia en Chile.
En enero del año 2010 un terremoto de magnitud 7,0 Mw azotó a Haití. Fue el sismo más intenso del que se tenga registro en esa zona y Puerto Príncipe, su capital. De acuerdo al ex primer ministro de Haití, Jean-Max Bellerive, producto de la catástrofe fallecieron 316 mil personas, 350 mil quedaron heridas y 1,5 millones perdieron su hogar. Las consecuencias devastadoras del sismo incrementaron todavía más sus desventajas socioeconómicas.
Con los sucesivos gobiernos de Michelle Bachelet y Sebastián Piñera, entre 2017 y 2018, comenzó a tramitarse en Chile un nuevo proyecto de Ley de Migraciones que crea un Servicio del Migrante, el que estaría a cargo de llevar un registro de los extranjeros residentes en Chile, entre otras funciones. A partir de mayo de 2018 comenzaron a salir más haitianos que los que entran a Chile. Ese mes ingresaron 376 y salieron 623, a diferencia de lo sucedido en el año anterior durante el mismo mes, cuando entraron 7.344 y salieron 365. Esto por las nuevas políticas de migración instauradas por el gobierno de Sebastián Piñera. Luego, en noviembre de 2018, se puso en marcha el denominado Plan Humanitario de Regreso Ordenado -“Plan Retorno”-, que lleva de regreso a su país a los inmigrantes que así lo desean. El primer vuelo -por supuesto- fue para haitianos. Así, el 7 de noviembre, 160 haitianos partieron rumbo a Puerto Príncipe[2].
Es por esto que los objetivos de la investigación son identificar el contexto social, geográfico e histórico de Haití como antecedente del fenómeno migratorio en Chile para una mejor apreciación de sus necesidades; analizar tanto las políticas públicas como sociales de Chile en relación a la comunidad haitiana residente en el país para estar informados sobre sus principales inquietudes; y reconocer las consecuencias tanto en la población haitiana como en la población general del país para formular distintos puntos de vista.
Marco conceptual
En esta sección se elabora una revisión bibliográfica de los conceptos generales a partir de los cuales se sustenta el análisis del fenómeno migratorio haitiano en Chile. Los conceptos a considerar son: migración, migrante, desarrollo, interculturalidad, y, por último, discriminación.
Migración y causas
En el Glosario sobre Migración de Organización Internacional para las Migraciones (OIM), migración se define como “movimiento de población hacia el territorio de otro Estado o dentro del mismo que abarca todo movimiento de personas sea cual fuere su tamaño, su composición o sus causas; incluye migración de refugiados, personas desplazadas, personas desarraigadas, migrantes económicos” (p.38).
Entre sus causas, la mayoría de las veces nos encontramos con factores económicos, enfocadas siempre a una mejora de la calidad de vida de las personas que deciden desplazarse hacia otros países en búsqueda de oportunidades. Marta Torres (2012) en un análisis sobre “La migración y sus efectos en la cultura” de Yerko Castro, establece que “La movilidad tiene un motor fundamentalmente económico. Los hombres y mujeres cuyas historias dan sustancia a las investigaciones que componen el volumen, migran en busca de mejores condiciones de vida” (p.305). A su vez, también establece que en la actualidad otras causas de migración están ganando protagonismo:
Sin duda existe una lógica económica, pero la autora recupera también las nuevas aspiraciones de los jóvenes, que migran básicamente porque quisieron hacerlo (aun si podían estudiar o trabajar en el lugar de origen) o porque se sienten atraídos por un nuevo estilo de vida que promete movilidad física y social, así como otros modelos de pareja y de familia. (p.305)
Esto siempre supone un impacto significativo no solo en las personas que emigran sino también en la población del país en las recibe, pues en países como Chile no están completamente preparados para enfrentar a las masas migratorias con políticas regulatorias que garanticen el bienestar de los ciudadanos tanto extranjeros como chilenos. Así, Marta Torres (2012) enuncia que “la migración siempre deja una huella indeleble en la vida de cada sujeto que la experimenta” (p.301).
Migrantes y extranjeros
Para el Glosario antes mencionado, migrante es un término que:
Abarca usualmente todos los casos en los que la decisión de migrar es tomada libremente por la persona concernida por ‘razones de conveniencia personal’ y sin intervención de factores externos que le obliguen a ello. Así, este término se aplica a las personas y a sus familiares que van a otro país o región con miras a mejorar sus condiciones sociales y materiales y sus perspectivas y las de sus familias (p.41).
Marta Torres (2012), habla sobre la otredad del término de migrante, de la problemática que significa, todavía en el año 2019, el ser determinado como un agente externo al territorio en el que se inserta, generando choques culturales y discriminación, algo que también se relaciona con las políticas que adopte cada país y con ello el imaginario colectivo que crea en la población.
Ser migrante significa ser otro. Más específicamente, “el otro” o incluso “lo otro”. Los extranjeros han sido definidos como peligrosos, lo cual es una definición amplia y generalmente ambigua. No se explica exactamente por qué son peligrosos, pero con la construcción de ese estigma se les despoja de su humanidad. Antes de ver a la persona, de reconocer una historia frecuentemente marcada por el dolor y la injusticia, se impone el rechazo. (p.302)
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