Moda Rápida, Realmente vale la pena?

Posible Título: ¿Realmente vale la pena “ser tendencia”?

Como todos sabemos el mundo de la moda es una industria muy grande dónde existe una diversidad casi infinita, pero como cualquier otra industria tiene sus ventajas y desventajas. Una de las mayores desventajas conocida de la moda es el Fast Fashion o moda rápida, que a pesar de ser la forma más accesible para la vestimenta es causante de la contaminación mundial, explotación laboral y explotación infantil.

El fast fashion o moda rápida es el fenómeno de producción donde las marcas ofrecen colecciones de ropa que siguen las últimas tendencias, que han sido fabricadas de forma acelerada y poca calidad a bajo costo, animando el remplazo y desecho apresurado de cada prenda y así ofrecer una nueva.

Por supuesto que la moda rápida tiene sus virtudes, como la globalización de la moda, la satisfacción personal de conseguir ropa nueva, la rapidez en creación de tendencias, ya que siempre pueden conseguir productos nuevos, y qué es económicamente accesible para la mayoría de personas, sin embargo, estos “buenos” aspectos sólo les han servido a las empresas para esconder el enorme daño que existe detrás de esta industria, el cual debería ser más conocido entre la población. Incluso, podemos enumerarlo:

1. Las más grandes marcas y diseñadores hacen un notable esfuerzo en la creación de sus colecciones, las cuales se consiguen a un mayor precio, pero de la mejor calidad. Al poco tiempo, estas prendas se ven copiadas por las industrias de moda rápida, con una baja calidad, desvalorando el trabajo de los creadores originales.
2. Las prendas del fast fashion están hechas para tener una vida útil muy corta, haciendo que el estilismo sea visto como temporal o desechable
3. Estas prendas se pueden comprar a precios muy económicos, pero al comprar más tendencias, y no prendas atemporales, es mayor el gasto que se hace a largo plazo.
4. La mayoría de las compañías que trabajan a través de la moda rápida, tienen su producción en países con malas condiciones laborales, donde sujetan a más de 20 millones de obreros, la mayoría mujeres y menores de edad, trabajando en condiciones inhumanas y cobrando menos de un cuarto de su verdadero trabajo, creando el abuso, la explotación laboral e infantil.
5. Tanta producción lleva un gran consumo de recursos energéticos y materiales textiles. Las prendas que se usan durante poco tiempo, acaban desechadas aumentando los residuos y la contaminación lanzada al planeta.
6. La moda rápida fomenta el consumo y las compras compulsivas.

A pesar de sus desventajas, existen muchos hábitos que nos ayudan a prevenir o reducir el consumo de la moda rápida. Lo primero que se puede hacer es tomar en cuenta la calidad de la ropa al comprar, y de esta manera alargar su vida útil. Ser cuidadosos acerca de las tiendas en donde compramos y no hacerlo compulsivamente. Podemos recurrir a marcas pequeñas que eviten la moda rápida y así apoyar el trabajo de nuevos creadores; y lo más importante, impulsar la reutilización de las prendas, pudiendo reciclarlas, donarlas y hasta transformarlas.

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