Modernidad Líquida Según Bauman

Modernidad Liquida

El Estoicismo de la vida, los valores y lo que se considera ético y moral ha cambiado radicalmente en los últimos años, a causa de los cambios políticos y sociales ocurridos a partir de la segunda mitad del siglo XX lo cual se tradujo en nuevas hipótesis en el comportamiento del ser moderno. Es por Ello que Zygmunt Bauman, fue uno de los mejores intérpretes de nuestro presente, un tiempo que se convierte en una masa sin forma que tiende a un cambio constante e implacable. En consecuencia, es fundamental comprender de antemano y profundamente el concepto de liquidez en torno al cual Bauman entrelaza su reflexión filosófica y sociológica. Es allí cuando se abre, a través del análisis del fenómeno de la globalización y luego circunscribe el pensamiento más reciente sobre la vida política, hasta alcanzar la modernidad líquida: superando la posmodernidad misma. Como resultado, individuo, sociedad, ética, poder, religión se convierten en esas palabras impregnadas de una liquidez capaz de condensar en sí misma los aspectos más significativos de la realidad actual. Además Bauman en sus últimos años impulso el concepto de las tecnologías como una modernidad liquida definiéndolo como parte de un proceso del desarrollo del ser del ser humano. El mundo exige al individuo una búsqueda constante y cada vez más controvertida de la identidad y el seguimiento de los parámetros para la estandarización con el fin de obtener el papel de los individuos, porque, hoy, la identidad es una tarea.

Ser individuos en una sociedad líquida no significa simplemente ser buenos consumidores, sino también ser bienes competitivos en el mercado. Estructurado en este patrón, la visión futurista de Bauman afirma que ser adecuado para lo global, no podrá satisfacerse con la remodelación sobre la base de los tipos generados continuamente por las políticas del mercado global. Se convierte en un espacio libre para dar forma al ser visible, ya que si no somos capaces de vestir nuestro propio físico, significa que nos está faltando algo. La realidad líquida de Bauman describe precisamente estos escenarios, que invita al movimiento, al flujo y a la búsqueda de nuevas experiencias, pero sin desechar las raíces. Son ciudadanos del mundo pero de ningún lugar al mismo tiempo. Esta filosofía basada en la búsqueda de nuevas experiencias y ser ciudadano de mundo también se ve reflejada en el ámbito laboral dentro de las sociedad líquida. En la actualidad, no existe el llamado trabajo de nuestra vida. La gestión autónoma de nuestra corporeidad, responsabilidad personal, que conlleva la responsabilidad de ser individuos, deriva del concepto de “tener y no de ser”. Tener medios para poseer porque alguna forma de control es capaz de generar seguridad en un mundo que carece de sus sólidos puntos de referencia. La incorporación y la posesión son parte de tener, eso, en nuestros tiempos, se logra a través del consumismo como, el consumo es una forma de tener, quizás la más importante para la opulenta sociedad industrial de hoy. Un ejemplo de ello es que las empresas buscan a personas volubles, con capacidad de reinventarse y que puedan viajar a otra ciudad cuando sea necesario. Personas que lo den todo en el trabajo aun sabiendo que pueden ser reemplazadas en cualquier momento si no cumplen con las expectativas. En consecuencia, la regla se  rompe cuando se es pobre hoy en día, la violación de la regla los distingue y los etiqueta como anormales, es el estándar de competencia o aptitud como consumidores, no el de empleo. Los pobres de hoy son ante todo consumidores en lugar de personas desempleadas.  Esto significa que si en los tiempos modernos el consumo asume la función de una actividad secundaria en comparación con la producción, en el mundo contemporáneo la capacidad de una persona para consumir determina su propia integración social en una sociedad que ya no se limita al contexto local o al tamaño de lo cotidiano. Existencia, pero en una macro sociedad que exige requisitos de entrada precisos y específicos. Y el acceso recae directamente en la responsabilidad del individuo, quien, para construir su propia individualidad, prefiere invertir sus recursos económicos disponibles para la compra de esos medios adecuados para clasificar, modernizar e introducir en la lista de quién importa. Estos productos tienen como objetivo actualizar el cuerpo de acuerdo con los estándares mínimos requeridos para estar adentro, es decir, para adquirir un estatus social que no diferencie, en todo caso, a todos aquellos que parecen ser capaces de modernizarse, independientemente de lo social.

...