Muerte digna y sin dolor
Enviado por Carlos Gonzalez • 15 de Noviembre de 2022 • Documentos de Investigación • 1.199 Palabras (5 Páginas) • 149 Visitas
Muerte digna y sin dolor
Carlos Gonzalez Trejo
Universidad Autónoma de Chihuahua
Facultad de Medicina y Ciencias Biomédicas Campus Parral
Tanatología
Lic. Ian Guillermo Vázquez Llanos
17 de octubre de 2022
Muerte digna y sin dolor.
A lo lago de la historia el tema del buen morir a establecido un paradigma sobre todo en el área de la salud, ética, derecho y a quien acaece este tema, al paciente.
Si bien la autoridad sobre nuestro cuerpo y vida están protegidos por los derechos humanos, el cómo se decide el terminar con ella crea un dilema al definir que es tener una vida digna y el cómo se logra un digno morir. Redundando en este punto, no cabe duda que debemos ejercer este derecho a una calidad de vida en nuestros últimos días de vida, y es aquí que los cuidados paliativos crean un arsenal de herramientas de apoyo para esta elevación de calidad de vida, sin embardo surge una interrogante ¿Hasta dónde los cuidados paliativos son suficientes para mantener este buen vivir? y ¿En qué momento el “buen morir” llega a ser un derecho fundamental’?
Ahora, dentro del área de la salud, entran aún más dilemas los cuales se han vuelto piedra angular de los distintos debates que rodean el buen morir, sobre todo hasta dónde llega el poder de deberes para salvaguardar una vida, implicaciones jurídicas, civiles, penales, administrativas e incluso laborales, debate sobre los fines que dan sentido a su actividad y sus implicaciones deontológicas, incluida la posibilidad ejercer la objeción de conciencia y supuesto, las morales religiosas.
Dentro de estas incertidumbres, una de las principales barreras para la compresión del término “buen morir” es el uso indiscriminado de la palabra eutanasia que en medios de comunicación como televisión, periódico, artículos, revistas, noticias y sitios web es utilizada sin la debida aplicación del significado lo cual facilita tergiversar y mal aplicar dicho termino; obteniendo entonces procesos de deliberación moral para los implicados y afectados en el tema.
De maneta general el origen etimológico de eutanasia proviene del griego eu y thanos que significa buena muerte, y algunos autores como Roxin, Gonzalo Higuera, Diez Ripollés, libros y artículos concuerdan que la eutanasia es el acortamiento voluntario de la vida de quien sufre una enfermedad incurable para poder poner fin a sus sufrimientos.
Con esto claro podemos clasificarla en voluntaria, involuntaria y no voluntaria, y dentro de estas considerar si es activa o pasiva sin embargo al no estar establecido del todo los distintos métodos médicos para llegar al fin de la vida del paciente surgen sesgos a la hora de clasificarla, por ejemplo, el desconectar a un paciente de los aparatos que artificialmente le prologan la vida y categorizar su muerte como por acción o por omisión. En otras formas de categorizarla encontraríamos al suicidio medicamente asistido donde los fármacos necesarios para la muerte del paciente son proporcionados para que el mismo los administre y ortotanasia un término nuevo de la tanatología el cual tiene el objetivo de permitir la muerte en su tiempo cierto con la mayor asistencia y calidad de vida posible.
Ahora es interesante el porque dentro de nuestro ecosistema la muerte y la eutanasia son temas los cuales tenemos tan estigmatizados. Al analizar dentro nuestras raíces mexicanas el concepto de muerte y su concepto festivo y de burla, en algunas ocasiones visto como un verdadero culto a los muertos, veneración con mezclas religiosas claramente denotan la incertidumbre, angustia y miedo a ella, mas este evento natural, normal y cotidiano debería tomarse como el cese permanente de todo funcionamiento clínicamente observable del organismo como un todo, y cuando sea aplicable la perdida de la conciencia por el organismo y todas sus partes identificables; un evento irreversible pero un ámbito prioritario gracias a aspectos psicológicos, económicos, religiosos y morales.
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