NARCOTRAFICO

LOS MONSTRUOS DE LA NACIÓN

PODERES FÁCTICOS Y EL NARCOTRÁFICO

El fuero para el gran ladrón, la cárcel para el que roba un pan..

Pablo Neruda.

No hay peor forma de injusticia, que la justicia simulada.

Platón

Introducción:

México es un país lleno de cultura, tradiciones, riquezas naturales y de historia nacional, en donde durante muchos años se luchó por la democracia justa y la libertad, pero esas luchas y esos sacrificios de hombres valientes que pelearon por un mismo ideal, dieron nacimiento a nuevos monstruos nacionales, monstruos que parecen poseer el país poco a poco, que no tienen límite y no existe poder ni ley que los detenga. Son invisibles para los que no los quieren ver sin embargo son tan reales que hacen el mismo daño para los conscientes de su existencia que para los inconscientes. Estos nuevos monstruos dañan y destruyen todo a su paso, ¿su único fin? El poder. Todo tipo de poder los mueve, el poder de poseer, el poder del dinero, el poder de controlar, el poder del poder.

Para empezar con este ensayo definiré qué es el poder fáctico: “El Poder fáctico es el que se ejerce al margen de los cauces formales (es decir, que no coincide necesariamente con el aparato del Estado) y se sirve de su autoridad informal o su capacidad de presión para influir políticamente. El poder fáctico ni está legitimado ni siempre busca la legitimación para ejercerse, pero ejerce de facto (de hecho) el poder aunque no lo haga de iure (legalmente) ya que su mera existencia le hace ser determinante. ”

México, más bien sus representantes políticos han permitido que esto exista coloquialmente hablando, “hacerse de la vista gorda” ante impunidades, actividades ilícitas, monopolios y sobornos. El narcotráfico como toca en su libro Anabel Hernández es uno de los más grandes monstruos que dañan a nuestro país, no afectan las drogas solo a los que las consumen o las venden, lo malo de esto es que muchas veces no llegan ni a dañar por completo a quienes son participes del acto. Este monstruo se lleva consigo a gente inocente, gente que se ve privada de su vida en las famosas luchas contra el narco, víctimas de balas perdidas en encuentros de bandas ,desafortunados individuos parados en un mal tiempo y lugar secuestrados , actos “terroristas” en donde atacan lugares públicos solo para demostrar su poder y hacer notar quien manda.

El país se encuentra petrificado y parado en la incertidumbre del: ahora, ¿qué va a pasar? Unos cuantos se preguntan ¿qué podemos hacer? Y muy pocos valientes se atreven a hablar y a actuar en pro de ideales pacíficos. La lucha contra el crimen solo le trajo popularidad al presidente, para algunos es un héroe al enfrentarlo, pero para otros es cómplice, un títere que ya estaba predispuesto en una obra bélica, en donde por ahora quien las lleva de ganar son los malos. Lo que el libro de los Señores del narco junto con su autora pretenden es despertar al país para no permitir este tipo de injusticias, de ningún tipo, no aceptar dinero ilícito, o ser parte del rol de delincuencia, cambiar desde dentro, cambiar todos juntos y unidos, formar una acción colectiva de honestidad, firmeza y dureza contra la impunidad, que empiece desde lo más mínimo. Cambiar nuestro pasado actuando hoy, quitándonos esa etiqueta y en algunos casos chip, de que somos holgazanes, conformistas, mentirosos, y delincuentes.

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