NECESIDADES DE LA INFANCIA
Enviado por alonso2134 • 22 de Febrero de 2016 • Ensayo • 981 Palabras (4 Páginas) • 277 Visitas
María del Carmen Cubo Pérez
Intervención con menores en régimen de acogimiento residencial.
Máster en Criminalidad de Intervención Social en Menores.
Curso 2015/2016.
NECESIDADES DE LA INFANCIA
Algunas necesidades de los menores que han sido separados de sus familias pueden identificarse como comunes, las cuales van en función de varios aspectos, deben ser atendidas por todos los centros residenciales. Para atenderlas, vamos a tener en cuenta características comunes que influyen en el plano individual de cada niño o niña, o adolescentes. Estos aspectos comunes son:
- La edad de los menores que ingresen en estos centros.
- La situación de desprotección en la que se ven envueltos a causa de la actuación de la administración.
- La separación del niño de su familia biológica.
- Y por último, las necesidades específicas que surjan de manera individual a cada menor.
Es de gran importancia abordar estas situaciones teniendo en cuenta estas características.
Las necesidades comunes a todo el desarrollo infantil y en relación a las intervenciones protectoras, así como a la educación, son:
- Necesidades de carácter físico-biológico.
- Necesidades cognitivas.
- Necesidades emocionales y sociales, en las cuales entran aquellas que son de índole social, sexual y del entorno físico y social.
FASES DE DUELO Y MANERAS DE INTERVENIR EN ELLAS
- Fase de shock o negación.
Es necesario hacer una observación inicial de las primeras semanas en las que el niño se está integrando en la residencia para sacar información del comportamiento del menor, además de ser contrastada con información que nos diga cómo ha sido la relación con su familia.
Una vez que tengamos esta información se realizará la primera hipótesis donde nos decantemos por creer que el niño está en esta fase de negación, o si por el contrario tiene problemas en el apego o en la vinculación.
También es importante planificar bien la cómo se va a recibir al niño o niña, para así ayudarle a desarrollar su seguridad y confianza en el nuevo entorno.
Es bueno que esté apoyado por algún igual, si se puede dar el caso, y obligatoriamente por un educador que ejerza como tutor y esté siempre pendiente de él.
Por otra parte, hay que presentarle a los demás niños y niñas, e informarle de todas las dudas que tenga, como las normas, lo que puede hacer, cuando se puede poner en contacto con su familia, como puede usar las instalaciones del centro…
Hay que apoyarlo de manera sentimental, asegurándole que entendemos su situación de dolor y miedo, y mostrándole nuestra ayuda.
También es importante que el niño sepa las causas por las que ha sido separado de su familia y cuando los podrá ver, así como permitirle tener objetos que para el sean importantes y le den seguridad.
- Fase de enfado o protesta.
En esta fase hay que comprender que las reacciones negativas que pueda tener son normales, pero nunca se le permitirá sobrepasar ciertos límites. Se le debe dar información muy claro sobre lo que está permitido y lo que no, teniendo siempre consecuencias aquello que haga y que los sobrepase.
Debe tener normas claras, pero no excesivas en número, y los adultos deben tener coherencia y consistencias con las consecuencias.
También hay que tener cuidado con los demás niños, y mantenerlos seguros ante las reacciones de los niños o niñas en esta fase.
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