NUEVO CONCEPTO DEL BUEN VIVIR

TEMA: NUEVO CONCEPTO DEL “BUEN VIVIR”

AUTOR: LORENZO VALQUI TRIGOSO - 2012

INDICE

. Introducción

1. Kachkaniraqmi: “Aquí estamos, todavía somos”

2. Superar las divisiones extremas y fáciles

3. El origen de la originalidad

4. Los principios esenciales

5. La materialidad de la vida

6. El Qhapac Ñan

7. Buen vivir

INTRODUCION

En el mundo andino existían relaciones de dominación y conflicto, pero donde aún estas estaban rigurosamente supeditadas a principios de armonía y equilibrio superiores. Allí Kawsay arraigados profundamente: En ellos, al ser humano se le veía a sí mismo como una parte nada más, equivalente y en relación de reciprocidad, a otras partes de la totalidad universal cósmica, una ruptura fundamental con el antropocentrismo hoy hegemónico y en crisis.

Kachakaniraqmi: “ Aquí estamos, todavía somos” En el específico caso de la cultura andina en América Latina, no se trata solo de la existencia en la actualidad de más de 1,600 comunidades andinas, únicamente en los actuales Ecuador, Perú y Bolivia, que viven en autonomía productiva y cultural; ni siquiera de la presencia relevante, a pesar del sistemático genocidio de los pueblos indígenas de américa del sur, actualmente componen el 60 % de la población de Bolivia, el 35 % de Ecuador, con al menos 400 pueblos diferentes y distinguibles en todos los actuales países del continente; sino de un proceso mucho mas extendido, profundo y creciente que involucra al conjunto de sociedades.

Superar las visiones extremas y fáciles: Reconstruir la cultura andina y especificar el Buen vivir es una tarea difícil, compleja, sin conclusiones definitivas en todos sus detalles, pero si necesariamente realizable, al menos en algunos de sus elementos fundamentales, vitales para la comprensión de las dificultades y de las implicancias del presente.

El origen de la originalidad: Si el “Buen vivir” es un enfoque ético, en el sentido esencial del término, es importante advertir de entrada que no se trata, ni mucho menos, de uno plenamente acabado o indiscutido, por el contrario, se nos parece en construcción plural, compleja y polémica. De allí que para para comprenderlo de manera útil es necesario conocer previamente los contextos profundos y esenciales de la cultura andina ancestral, de los cuales el Buen vivir es fruto y expresión.

1.- KACHAKANIRAQMI: “Aquí estamos todavía somos”

En el específico caso de la cultura andina en América Latina, no se trata solo de la existencia en la actualidad de más de 1,600 comunidades andinas, únicamente en los actuales Ecuador, Perú y Bolivia, que viven en autonomía productiva y cultural; ni siquiera de la presencia relevante, a pesar del sistemático genocidio, de los pueblos indígenas de américa del sur, actualmente constituyen el 60 % de la población de Bolivia, el 35 % de Ecuador, con al menos 400 pueblos diferentes y distinguibles en todos los actuales países del continente; sino de un proceso mucho mas extendido, profundo y creciente que involucra al conjunto de sociedades.

A contramano de dos siglos de “racionalización”, ”modernización”, “urbanización” Y otros procesos similares, sancionados exhaustivamente por la academia, la sociología y la economía, el Buen vivir”, sumac Kawsay en quechua, y suma Qamaña, en aymara, profundo principio étnico de la cultura andina ancestral, es llevado al debate de Naciones Unidades por al menos tres presidentes suramericanos a inicio del siglo XXI, y en hecho inédito en la historia, la nueva Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia(2008) lo eleva a otros principios ancestrales andinos, a rango constitucional.

No es un fenómeno contingente, cíclico, permanente, a lo largo de toda la historia de los países andinos. Esta persistencia de la cultura ancestral andina viene presentando una paradoja: lo supuestamente “caduco”, “arcaico”,”primitivo”, “atrasado” y “retrógrado, es el hecho generador de lo nuevo, de renovación, e incluso de lo revolucionario. A contramano , sin embargo, de esta práctica realmente existente de las sociedades y de los pueblos, las cadenas globales de medios de comunicación masivos, digitadas por los poderes mundiales, violentos y dominantes, transmiten análisis de estas realidades signadas por una profunda colonialidad y racismo, en estas son calificadas de “atraso político”, “populismo”, “fundamentalismo indígena”.. etc.

Si embargo, es precisamente su carácter radicalmente distinto y aún opuesto a la cultura hegemónica, por parte de la cultura andina en general y el “Buen vivir “en particular, lo que permite y explica su posibilidad de aportar literalmente “desde otro lugar”, desde otra lógica y paradigma, a la superación de la actual crisis del paradigma civilizatorio hegemónico.

2.- SUPERAR LAS VISIONES EXTREMAS Y FACILES:

Reconstruir la cultura andina y especificar el Buen vivir es una tarea difícil, compleja, sin conclusiones definitivas en todos sus detalles, pero si necesariamente realizable, al menos en algunos de sus elementos fundamentales, vitales para la comprensión de las dificultades y de las implicancias del presente. Ello impone sortear las dificultades del prejuicio que pretende mirar teóricamente la cultura andina como “repetición de lo mismo” caso particular de supuestas leyes universales de toda la humanidad. O el extremo contrario que intenta presentarla como una especie de “paraíso “perfecto sin relaciones de dominación y conflicto.

Ya a lo largo del siglo XX, se había generado un equívoco debate sobre la existencia o no de supuesto “socialismo incaico”. Un debate mas difícil que real, mantenido por políticos más que por investigadores de las ciencias sociales, políticos todos bajo óptica de la colonialidad. Un debate, podríamos decir, entre colonizados. Los que quieren ver la repetición de la monarquía europea y los que ver un “socialismo “que como “modelo” fue producto fue también europeo. Ambos ciegos a lo inédito y original, lo realmente existente.

Irónicamente, la misma concepción del “socialismo incaico” fue originada de un reaccionario conservador de derecha, el abogado francés Louis Baudin, quien a partir de algunos elementos históricos coincidentes con el discurso socialista europeo, identificó al orden social administrativo de los incas con el “socialismo”, como de igual manera hacían muchos con el “imperio y la monarquía” europeas.

El imperio socialista de los incas en 1928, buscaba identificar al socialismo europeo moderno con el supuesto “socialismo esclavista” de los Incas y así desprestigiar ambos “socialismos como intrínsecamente opresivos y criminales.

Se

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