NUEVO MOVIMIENTO POLITICO REGIONAL Y UN IDEARIO: LA PERUANIDAD

IDEARIO, PRINCIPIOS, DOCTRINA Y PROGRAMA

¡ NUEVO MOVIMIENTO POLITICO REGIONAL Y UN IDEARIO: LA PERUANIDAD !

A los trabajadores, mujeres, jóvenes, empresarios y ciudadanía de la Región del Cusco y del Macro Sur del Perú, al pueblo organizado y a la Sociedad Civil, nos dirigimos para hacer de su conocimiento nuestro ideario, principios, doctrina, objetivo, visión y programa del Movimiento Político Regional “Acuerdo Popular Unificado – APU”

NUESTRO IDEARIO:

La síntesis de nuestro Ideario es la regionalidad y peruanidad. Somos la expresión viva de una propuesta de solución al conjunto de desequilibrios e inequidades sociales, culturales, económicos, tecnológicos y científicos de nuestra Región, que en armonía a las políticas nacionalistas del país, pretende contribuir al que hacer de la vida política regional del Cusco.

1. NUESTROS PRINCIPIOS:

1. Acuerdo Popular Unificado – APU, es un Movimiento Político Regional regionalista, democrático, humanista, participativo, pluralista, descentralista, pluriétnico dentro del Estado de Derecho que respeta la libertad, la equidad y busca la justicia social.

2. El APU, defiende la regionalización y descentralización, como un proceso de desarrollo socio-geo-económico regional y nacional, con atribuciones y competencias autónomas e integracionistas.

El APU, define sus principios específicos en la forma siguiente:

I. EL TRABAJO: Principio Económico.

El centro de la actividad del hombre es el trabajo. Es la fuente de una vida digna, decente y orgullosa. Una vida de calidad. Trabajo de acuerdo a su capacidad y accediendo a los avances de la ciencia, socialmente generado. La razón del desarrollo es el bienestar del hombre porque desarrolla sus capacidades garantizando un hábitat sostenible.

II. LA JUSTICIA: Principio Social.

La virtud más importante y de consenso de todas las culturas y tiempos es la justicia institucionalizada. La vida social de hombre debe garantizar y garantizarle un equilibrio de sus derechos y deberes. Es la forma de institucionalizar el legado más precioso de todas las culturas: práctica de virtudes y valores básicos de la humanidad.

III. LA SOLIDARIDAD: Principio Filosófico.

El humanismo tiene en la solidaridad a su principal elemento para superar la pobreza de más de las tres cuartas partes de nuestro planeta y la pobreza extrema en nuestro país. Humanismo y solidaridad es la forma concreta de reconstruir un mundo de desigualdades históricas y crónicas.

IV. LA DEMOCRACIA: Principio Político.

La convivencia social debe descansar en el pacto político legítimo, institucional y sostenido de la democracia. El equilibrio debe sucederse como expresión de la voluntad ciudadana. El sistema democrático debe procurar poner en práctica la desigualdad positiva, es decir la equidad social, garantizando desde el Estado la salud, educación, alimentación y vivienda, entre otras necesidades básicas.

V. LA IDENTIDAD : Principio Cultural.

La aceptación de la internacionalización e interculturalidad de las sociedades. La autoestima fortalece el orgullo e identidad como aporte y presencia en el gran mosaico cultural universal, por ello con mucha satisfacción mostramos nuestra peruanidad en la vitrina del mundo, como aporte al proceso de hominización.

¡NUEVO MILENIO, NUEVO MOVIMIENTO Y UN IDEARIO: LA PERUANIDAD!!

B. NUESTRA DOCTRINA

La doctrina del APU, se basa en el respeto y el bienestar social de la persona humana, tanto en el seno familiar como en el espacio social; aprovechando las oportunidades, fortalezas y potencialidades del entorno regional.

B.1. DOCTRINA POLITICA:

En resumen, los aspectos centrales de nuestra doctrina política en los siguientes cinco aspectos, centrales para la administración de un gobierno verdaderamente democrático y participativo, se basan en:

1. Economía

Para un adecuado desarrollo, entendido como la ampliación de las capacidades humanas de los habitantes en el país y el acceso a todos sus derechos. Es necesario que la gestión de la economía nacional y regional se sustente en un conocimiento adecuado de la diversidad cultural y biológica que el Perú posee, teniendo en cuenta la historia y los conocimientos adquiridos a través de nuestra milenaria civilización. Las actividades en las cuales podemos y debemos destacar como peruanos, pueden y deben estar en función a nuestro potencial humano y geográfico, promoviendo autonomía en determinados recursos estratégicos como alimentos y energía, autonomía para un desarrollo sustentable de la población en libertad.

2. Participación ciudadana

El sistema de gobierno descentralizado que proponemos y el ejercicio del poder deben tener a la Democracia Participativa como eje de sus acciones. Mientras mayor sea la participación de la ciudadanía en la toma de decisiones, menos será el riesgo de explosiones violentas, donde el dogmatismo esté por encima de la razón. En tanto mejor representados estén los diferentes grupos humanos, será más fácil llegar a consensos y a una adecuada resolución de conflictos. La existencia de organizaciones locales fuertes así como regionales y nacionales evitará que los traslados a presiones personales sean relevantes en la gestión pública. La participación ciudadana es la única manera que la democracia funcione, y elimine de hecho cualquier intento autoritario.

Los gobiernos locales fortalecidos, serán la base de la formación de los gobiernos regionales, que integran territorios con iguales intereses socioeconómicos, con base histórica común y compartiendo la misma visión de desarrollo regional.

En lo nacional se debe consolidar un gobierno que sea responsable de negociar nuestra situación nacional en el contexto internacional, en términos de soberanía, ayuda mutua y respeto. Capaz de captar aportes del mundo globalizado en todo lo que realmente sea necesario para el fortalecimiento de los gobiernos regionales y la identidad nacional.

Reconocemos que somos parte de un mundo globalizado, no podemos pretender vivir aislados. Por lo tanto, el gobierno nacional debe ser el ente regulador de la presencia internacional, facilitando todo lo que beneficie y fortalezca la política y vida democrática interna, y limitando las influencias contrarias

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