PIB
Enviado por Sofia Neut • 12 de Agosto de 2021 • Informe • 1.303 Palabras (6 Páginas) • 150 Visitas
El PIB fue creado en el año 1934, por el economista ruso Simon Kuznets con el objetivo de medir la productividad económica y el bienestar de los países, luego de la cruenta Gran Depresión. “Se calcula sumando todos los ingresos conseguidos, todo el dinero gastado o el valor monetario de todo lo producido. El bienestar de una nación puede, por lo tanto, apenas inferirse de una medida de ingreso nacional como se definió anteriormente”. (fianciero, 2015). Esta fórmula, se empleó y mantuvo vigente durantes décadas, hasta el día de hoy, siendo una de las medidas de valor más conocidas y utilizadas en la economía para reflejar la riqueza de un país. Sin embargo, ¿es posible que un solo número sea capaz de evaluar y demostrar lo que implica el significado del bienestar de una persona? .La RAE define el bienestar como “el conjunto de las cosas necesarias para vivir bien” (Española, 2013). Por lo que se entendería que para lograr el bienestar, una persona necesita requerimientos básicos de calidad como ; el acceso a salud, educación, vivienda, y alimentación, factores que no están considerados para calcular el PIB. Lo que llama a replantearse si este indicador económico muestra realmente lo que promete reflejar y podría ser objeto de debate de que es limitado y poco preciso. Es por todo esto, que el producto interno bruto, no es una medida representativa para el verdadero desarrollo de un país, con todo lo que eso implica, sino que solo una cifra de actividad económica, que necesita herramientas externas de apoyo para entender a profundidad las necesidades de la sociedad y su entorno.
Lo más impactante del PIB es que tiene un concepto sesgado y restrictivo, ya que no considera ni evalúa componentes indispensables que nos permiten saber sobre nuestros habitantes y su relación con el entorno. No incluye la distribución de ingresos, que es fundamental, ya que influye en la cohesión de la sociedad. En nuestro país, este indicador nos muestra la brecha de crecimiento y desigualdad, que apartan a los sectores socioeconómicos más vulnerables. Un estudio de los economistas Ramón López, Eugenio Figueroa y Pablo Gutiérrez de la Universidad de Chile, plantea que el real problema de distribución en Chile está en lo más alto de la distribución y no tanto dentro del grueso de la población (90% o aún 99% de ella) donde la distribución tiende a ser relativamente pareja. Es realmente en el 1% más rico y sobretodo en el 0,1% y 0,01% más rico donde se concentra el ingreso. (G, 2014)). Estos niveles aberrantes de concentración de riqueza, afectan en ámbitos como el acceso equitativo a la educación, salud digna , inestabilidad política y múltiples factores que no permiten que Chile y sus habitantes se desarrollen. Un indicador económico que si evalúa este aspecto es el Coeficiente de Gini. El coeficiente de Gini, se trata de una herramienta analítica que suele emplearse para medir la concentración de ingresos entre los habitantes de una región en un tiempo y país determinado. Es un instrumento que está ligado a la curva de Lorenz, representado en un gráfico, y entrega como resultado un número entre 0 y 1, donde 0 es la “perfecta igualdad” y 1 la “desigualdad”. Cabe destacar que a pesar de que no represente el ingreso del consumo, si nos indica el ingreso de trabajo y capital, con el cual puede contribuir a construir políticas públicas que tengan el objetivo de aminorar la desigualdad y aumentar el desarrollo económico.
Otra falencia que presenta este medidor es que comprime toda la actividad económica y no distingue entre lo bueno y lo malo. “Producir, por ejemplo, algo que salve la vida de los niños cuenta tanto como la producción de balas para armas que los maten” (estrategiaynegocios.net, 2018). Solo considera el valor productivo de los bienes y servicios finales, sin restarle el impacto negativo que algunos pueden ocasionar en nuestras vidas y al entorno. Un ejemplo de una externalidad
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