PODER, ESTADO Y DEMOCRACIA SOCIOLOGIA Y EDUCACION

UNIVERSIDAD PEDAGOGICA NACIONAL FRANCISCO MORAZAN

C U E D

ASIGANTURA: SOCIOLOGIA

LICENCIADA: ROSAMELIA PONCE OSORIO

TRABAJO: ENSAYO SOBRE

• PODER, ESTADO Y DEMOCRACIA
• SOCIOLOGIA Y EDUCACION

    ALUMNO: ROBERTO CARLOS ZELAYA

    REGISTRO: 319 1984 00008

LUGAR Y FECHA: TEGUCIGALPA, FRANCISCO MORAZAN

6 DE MAYO DEL AÑO 2019

ENSAYO

Capítulo, (5); PODER, ESTADO Y DEMOCRACIA

El poder es un fenómeno universal y podemos decir, que tiene un concepto general y sirve para designar cualquier situación en que una persona o varias personas logran imponer su voluntad. En cambio, el de dominación o autoridad podemos decir que sirve para designar situaciones en que las personas obedecen porque aceptan la relación social de subordinación como legitima.

Según Max Weber; ‘’el poder es la probabilidad de que un actor dentro de un sistema social este en posición de realizar su propio deseo, a pesar de las resistencias’’. (Max Weber)

En un sentido amplio, el poder se refiere a todos los tipos de influencia entre personas o grupos, incluyendo los que se ejercen en las transacciones de intercambio.

Convendría ampliar que el poder es la capacidad de las personas o los grupos para imponer su voluntad sobre otros, utilizando el recurso del miedo, retirándole las recompensas regularmente ofrecidas o bien en la forma de castigo. En la medida en que tanto lo primero como lo segundo constituye, realmente, una sanción negativa.

Weber distingue tres tipos de dominación o autoridad;

• La autoridad tradicional o patriarcal; digamos que surge o a existido desde siempre y en este modelo se entrelazan la conformidad, tradición y costumbre. Los subordinados obedecen conforme a una lealtad personal hacia sus jefes.
• La autoridad racional o legal; este se caracteriza por las normas impersonales, las personas que detentan el poder son electas o designadas mediante procedimientos legales.
• La autoridad carismática; se fundamenta en las virtudes y la personalidad del líder, ejercida por un jefe con carisma, quienes lo obedecen son sus discípulos o seguidores.

En Honduras se observan estos tipos de poder o dominio, somos un pueblo sometido por el poder de nuestros líderes principales donde la corrupción es el punto principal que denota el poder de las personas o grupos en la sociedad, donde se ve el aprovechamiento de unos sobre otros, me refiero a los grupos sociales políticos o la invasión de otras sociedades independientes. El poder puede definirse como la capacidad que tiene el aparato institucional para imponer a la sociedad el cumplimiento y la aceptación de las decisiones del gobierno u órgano ejecutivo del Estado. (Carlos Zelaya 2019)

El Estado es el máximo instrumento de poder político legitimo o de autoridad, y se encuentra respaldada por un sistema legal y por su capacidad legitima de hacer uso de la violencia física para imponer sus políticas. El Estado está formado por un conjunto de instituciones que comprenden el poder ejecutivo, el poder legislativo, la administración central y local, el poder judicial, la policía y las fuerzas armadas.

El Estado es el aparato político de gobierno que la nación crea como maquinaria para que dirija el sistema político de la sociedad. Es decir, que entre la nación y el Estado exige un claro nexo de representación política.

Para dar durabilidad a este compromiso de representación entre los ciudadanos y el Estado que los representa, los Estados-nación adoptan símbolos como una bandera y un himno nacional y construyen otros símbolos de identidad cultural. (Derbyshire y Derbyshire, 1991, p. 44-45).

La naturaleza del Estado tiene dos posiciones básicas la pluralista y la marxista; en la pluralista podemos ver el Estado como una especie de árbitro neutral que está por encima de los grupos, los intereses y las clases sociales de la sociedad y tiene como función garantizar la competencia entre grupos, intereses y clases sociales y velar porque se mantenga el orden y la estabilidad social. El estado busca reconciliar los intereses en conflicto y representar los intereses comunes de la nación. Y según la teoría marxista, nos dice que el Estado es un instrumento de dominación de clase. No es ni puede ser un árbitro neutral que actue como conciliador entre intereses opuesto. No está por encima de las clases, como sostienen los pluralistas, sino que está comprometido en la defensa de los intereses de la clase dominantes de la sociedad.  

“El gobierno del Estado moderno no es más que una junta que administra los negocios comunes de toda la clase burguesa” (Miliband, 1978).

Para concluir podemos llamar al Estado como la organización política de un país, es decir, la estructura de poder que se asienta sobre un determinado territorio y población. Poder, territorio y pueblo o nación son, por consiguiente, los elementos que conforman el concepto de Estado, de tal manera que este se identifica indistintamente con cada uno de aquellos. Ahora se identifica el poder con soberanía o la capacidad jurídica del Estado. El territorio, espacio físico donde se ejerce el poder, se encuentra claramente delimitado con respecto al de otros Estados y coincide con la soberanía. La nación o pueblo sobre el que actúa el Estado es una comunidad humana que posee elementos culturales, vínculos económicos, tradicionales e historia comunes, lo que configura un espíritu solidario que, generalmente, es anterior a la formación de los grupos políticos.

El aparato estatal se compone de tres elementos organizativos básicos; la administración, las fuerzas armadas y la hacienda. La administración es la organización encargada de tomar las decisiones políticas y hacerlas cumplir mediante una serie de órganos o departamentos (gobierno, ministerios, secretaria de Estado, gobiernos territoriales o regionales, policía, seguridad social, entre otros.). La función de las fuerzas armadas es la que ejerce la defensa del Estado. El mantenimiento de todo el aparato estatal requiere la recaudación de fondos económicos mediante la contribución de los miembros de la sociedad, función que corresponde a la hacienda. Ningún poder político puede mantenerse durante mucho tiempo mediante el uso exclusivo de la fuerza. Las normas consuetudinarias, los códigos de leyes o, modernamente, las constituciones políticas, definen los derechos y deberes de los ciudadanos y las funciones y límites del Estado. (Carlos Zelaya 2019).

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