PROBLEMAS FAMILIARES MÁS COMUNES EN MÉXICO

PROBLEMAS FAMILIARES MÁS COMUNES EN MÉXICO

INTRODUCCIÓN

Se dice que la familia es el principal núcleo donde se sustenta  la vida de muchas personas; ya que en ella nos desarrollamos y aportamos para lo mismo a los demás miembros de la familia; a nuestros hijos, hermanos, pareja, padres, etc. Aquí aprendemos a afrontar y solucionar diferentes tipos de situaciones a lo largo de nuestro desarrollo y es entonces donde nos topamos con los conflictos familiares.

A lo largo de nuestra vida, nos enfrentaremos a diferentes problemas en el entorno familiar ya sean ocasionados o porque la vida así lo requiere; se involucran caracteres, puntos de vista diferentes; por lo que no se llegan a acuerdos con facilidad; y son motivos para no respetar decisiones; entonces se ocasiona conflictos más graves que hasta para algunas personas deja de ser la familia su fuente de apoyo.

En este ensayo, se mostraran los problemas más comunes que existen en las familias mexicanas; basado en la clasificación de la Licenciada en Psicología Isabel Rovira Salvador en su articulo “Los 8 tipos de conflictos familiares y cómo gestionarlos”; cabe mencionar que es la que mejor cataloga estos conflictos, en relación a los demás artículos leídos, no obstante se han tomado en cuenta para la realización del mismo.

PROBLEMAS FAMILIARES

La Licencia en Psicología Isabel Rovira Salvador, categoriza los problemas familiares en base al tipo de relación que existe entre las personas implicadas y según al foco o causa del problema.

1.- Según el tipo de relación

• De pareja

Las disputas o diferencias entre las parejas son irremediables que surjan; mas sin embargo, si son capaces de manejar dichas situaciones de una manera adecuada pueden ayudar para favorecer el refuerzo del vínculo de pareja.

Por lo general estos conflictos emergen de una forma natural, por lo general de problemas de comunicación o de malos entendidos.

A continuación nombraré las causas más comunes:

• Problemas de comunicación: dificultad para la expresión de emociones o necesidades.
• Conductas inadecuadas o impulsivas: peleas, reproches, insultos, agresión verbal, etc.
• Problemas Financieros.
• Aparición de terceras personas (infidelidad)
• Tratar de cambiar la manera de ser de la otra persona.
• Falta de habilidades de resolución de problemas.
• Problemas sexuales.
• Elección en cuanto al futuro de los hijos.
• Adicciones por parte de uno o ambos.
• Conflictos con la Familia Política y Familiares.

•  Entre padres e hijos

Se puede subdividir en tres categorías, según la etapa de desarrollo en la que se encuentran cada uno de las partes implicadas en el conflicto.

Etapa infantil: En esta etapa empiezan aparecer los problemas emocionales; por los que los niños empiezan a desarrollar conductas que si no son reprendidas a tiempo, posteriormente serán un conflicto mayor. Es por esto que en esta etapa se debe de iniciar con el respeto, obediencia y disciplina. Cabe mencionar que en esta etapa hay que dedicarle tiempo al pequeño; ya que esta en formación y crecimiento; si hay falta de él, lamentablemente el niño empieza a desarrollar depresión, tristeza, rebeldía; etc.

Durante la adolescencia: Etapa con mayor numero de conflictos. Aquí es donde buscan autonomía, por lo que a los padres es difícil dársela. Aquí es donde empiezan a tomar sus propias decisiones, pero como aun son dependientes de sus padres surgen los conflictos;  existen los problemas de amistades, en esta etapa prefieren estar más con los amigos que con su familia; al igual que también es un conflicto la hora de llegada, la manera de vestir, etc.

Con hijos adultos: Los problemas surgen, cuando el hijo adulto aun depende de los padres; en esta etapa el hijo se debe de hacer independiente, valerse por sí solo; cuando no pasa esto, empiezan los conflictos familiares; ya que es tiempo de que el hijo tomar las riendas de su vida.

• Entre hermanos

Este tipo de problemas son los más normales y frecuentes; en ocasiones pueden producir un ambiente tenso en la familia. Los padres deben de ser capaces de intervenir en estas peleas teniendo mucho cuidado en no tomar partido con ninguno de sus hijos. Claro está que esta intervención deba ser justa para que todo se mantenga en control y que no se llegue a otras complicaciones innecesarias. Una mala intervención de los padres puede ocasionar resentimientos de parte de uno de los hijos hacia ellos, o confundir a un hijo haciéndole creer que está en lo correcto cuando en realidad no es así.

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