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PRODUCTO 1 “Ensayo”

El paso de la existencia humana a través del tiempo, es posible conocerla dado el estado consciente de los hombres, así como, el deseo y necesidad de trascendencia de éste.

A través de los mensajes o legados que el hombre antiguo se ha encargado de dejar mediante distintas manifestaciones, podemos conocer gran parte de la forma de vida de nuestros antepasados. Esta actividad el hombre la ha realizado porque es consciente de su existencia. En la actualidad, salta a la vista que las ciencias y las tecnologías son parte de nuestra realidad social; estas plasman sus más certeros resultados en todos aquellos conocimientos que son usados para transformar el mundo; y es a través de las ciencias sociales que somos capaces de relacionar esos conocimientos con prácticas que pueden ser aprovechadas para resolver las problemáticas que nos aquejan. Sin embargo ante un desenfrenado crecimiento tecnológico que nos consume, con un acceso poco restringido a diversos y tan agresivos medios de comunicación, así también como, la nueva capacidad adquirida del ser humano de poder estar en comunicación inmediata con otras personas, con las que se encuentra distanciada por océanos enteros; hemos perdido la consciencia de nuestro “ser humano”; de lo humanizante de la constante interacción con el resto de la sociedad y nos avocamos a establecer electrorelaciones que nos dejan con más carencias que con las que empezamos.

Ante esta crisis existencial del ser humano, las vocaciones se ven tocadas por tan lamentables hechos, la crisis de identidad hace mella en nuestra sociedad, principalmente en la juventud. Esta situación afecta directamente a las vocaciones, generando crisis y carencia vocacional. Las profesiones se determinan, no por los intereses o habilidades, sino por la seguridad de estar en la carrera que mejor remunere o que permita un ingreso seguro, esto aun con la incertidumbre de que la profesión no se sature en el tiempo en que el individuo se encuentra estudiando.

La profesión docente, no está exenta de la situación arriba descrita, incluso, me arriesgo a afirmar que es la más afectada, ya que en ocasiones la herencia y/o tradición familiar, satura al magisterio de seudo maestros, maestros que no aman su profesión y que por lo tan no son CONSCIENTES de la importancia de su ejercicio docente. La carencia de consciencia en un docente es una situación crítica para la educación, entendiendo, que las acciones están guiadas por la toma consciente de decisiones, que fueron tomadas, pensando en las consecuencias de éstas.

“Sería incomprensible si la conciencia de mi presencia en el mundo no significase ya la imposibilidad de mi ausencia en la construcción de mi propia presencia. Como presencia consciente en el mundo no puedo escapar a la responsabilidad ética de mi moverme en el mundo”. Esta expresión

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