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Perú, país de todas las sangres


Enviado por   •  31 de Mayo de 2024  •  Ensayo  •  1.624 Palabras (7 Páginas)  •  29 Visitas

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Perú, país de todas las sangres

Durante la historia de la literatura peruana, existieron diversos escritores como: Mariátegui, Vargas Llosa, Jorge Basadre, etc.  Pero hay una que destacar una, “La Indigenista”, concretamente la de Enrique López Albújar y Ventura García Calderón; sin embargo, un escritor nacido en Andahuaylas y de apellido Arguedas, se consolidó y es considerado por muchos intelectuales nacionales y extranjeros “Uno de los grandes escritores peruanos” (palabras de nuestro premio Nobel, Vargas Llosa).                                                                                                José María Arguedas fue un poeta, profesor, antropólogo y etnólogo.  Escribió diversas obras como: Los ríos profundos (1958), Todas las sangres (1964), El sexto (1961) y su obra que para mí es la mejor de toda su producción literaria “Yawar Fiesta” o Fiesta de Sangre, es una novela sobre la Tauromaquia, dicha obra se inspira en un conflicto de “razas” y de grupos sociales en la ciudad    de Puquio (Ayacucho).                                                                                                               Esta novela cuenta las costumbres más tradicionales de las comunidades de Perú, la “corrida india”. Está contextualizado en el año 1935, pero durante el desarrollo también suceden progresiones y regresiones.                                                  Son cinco los personajes principales: el indio, el terrateniente de mente y corazón firme, el terrateniente novato y lacayo de las autoridades, el mestizo del pueblo que es la servidumbre de los terratenientes y el último es el estudiante provinciano que tiene dos residencias Lima y su pueblo.

La obra muestra los problemas que el Perú de hoy sigue teniendo y que no escapan de nuestra realidad, problemas como: la intolerancia, la indiferencia, el racismo, la falta de respeto hacia las costumbres ajenas o en su defecto el desagrado hacia estas misma.  Solo por mencionar algunas, (quisiera hacer un énfasis en los puntos tocados anteriormente) los problemas que el país atraviesa se pueden solucionar recordando, reflexionando y haciendo un esfuerzo abismal, pero es necesario entender que el “Perú, país de todas las sangres” (palabras dichas por nuestro orgullo nacional Arguedas); en mi opinión estas palabras evitan la alineación (titular de la obra de Julio Ramon Ribeyro) que hoy en día se vive por parte de nosotros mismos, “Los peruanos nacidos en Perú, pero con deseos y mentalidad forastera, producto de la Alienación”.

La intolerancia, la indiferencia y el racismo se ven más reflejadas en el capítulo II que es “El despojo”, en donde se dice lo siguiente: … “¡Fuera trigo! ¡Fuera cebada! ¡Fuera maíz! ¡Alfalfa! ¡Alfalfa! ¡Fuera indios!”, (Arguedas/ 1941/ Yawar Fiesta/pág.39).                                                                                                               Este capítulo y en especial la cita despiertan en mí, una mezcla de indignación y rencor ya que en dicho capítulo los Mistis llegan al pueblo de Puquio, al principio los comuneros vieron a los forasteros como simples viajeros que se irían.  Pero el tiempo pasó y los forasteros se convirtieron en nuevos pobladores, ellos llegaron como los españoles al Nuevo Mundo (América) a capa y espada, despojaron a los pueblerinos de sus tierras y arrebataron cruelmente su ganado y los exiliaron a la Puna junto a los “indígenas”.             Diciendo la frase con una gran altanería: … “Para esos salvajes está bien la puna”, (Arguedas/ 1941/ Yawar Fiesta/ pág.37).

La falta de respeto hacia las costumbres ajenas o en su defecto el desagrado hacia estas mismas, se ven reflejadas en el capítulo VII ``Los serranos ́ ́, como afirma la siguiente cita: … “En el ministerio del Gobierno le informaron que habían prohibido las corridas sin diestros, porque en todos los pueblos de la sierra las corridas del 28 eran verdaderas matanzas de los indios. También le dijeron que los vecinos notables de Puquio habían enviado un telegrama de felicitación y de gratitud por esa orden de prohibición…”, (Arguedas/ 1941/ Yawar Fiesta/ pág.129-130).                                                                              Ante este problema los comuneros de Puquio optaron por contratar a un ducho torero español, el cual fue Ibarito II, al cual tuvieron que remunerar por lo menos con S/500, sumado a que tenían que pagar su estadía en el pueblo y sus gastos generados; (esto se me hace muy injusto ya que durante el desarrollo de la obra el “Gobierno”, que está ocupado supuestamente gobernado; no construye obras públicas para el pueblo de Puquio).

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