¿Por qué es Importante la Lectura en la primera infancia con el acompañamiento de los cuidadores?

Bloque 1 Lectura Transicional

Mtra. Alina Soledad Cruz Lorenzo

Actividad de cierre Tema 1

 Instrucciones

A partir de las lecturas, videos y actividades de este módulo:

1. Formula una pregunta de ensayo basada en algún tema que te haya interesado

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ENSAYO

¿Por qué es Importante la Lectura en la primera infancia con el acompañamiento de los cuidadores?

Los niños nacen con la capacidad de aprender y tienen muchas habilidades que aprender a lo largo de su vida. En los primero años dependen de los cuidadores (padres, miembros de la familia, maestras etc.), como sus primeros maestros, para desarrollar las habilidades correctas para llegar a ser independientes. La manera en que el cerebro crece está influenciada fuertemente por las experiencias del niño con otras personas y el mundo. El cuidado sobre la mente es crucial para el cerebro, los niños crecen y aprenden mejor en un ambiente seguro donde estén protegidos del abandono y del estrés extremo o crónico, y con abundantes oportunidades de jugar y explorar.

Los cuidadores podemos apoyar el desarrollo saludable del cerebro del niño al hablar, jugar y cuidarlos. Los niños aprenden mejor cuando interactúan y se turnan para hablar y jugar, cuando fomentan las habilidades e intereses del niño. La Crianza compartida se debe implementar entendiendo sus necesidades y respondiendo a ellas con tacto ayudando a proteger el cerebro de los niños del estrés. Hablar con los niños y exponerlos a libros, historias y canciones ayuda a reforzarles el lenguaje y la comunicación, lo cual los pone en la senda del aprendizaje. (2)

La lectura puede ser un hábito que trascienda de generación a generación que mas que una obligación debería transmitirse como un acto de placer, de diversión y amor. La lectura no debería ser impuesta, sino que elegir un libro se pueda ver de manera natural como  elegir un amigo, un juguete o una comida simplemente por el hecho de que nos gusta. Los libros que utilicemos con los niños deben ser de colores atractivos, con poca lectura ésta va aumentándose de acuerdo a la edad y el interés de cada uno de ellos.

Debemos tener siempre presente que los niños hacen una lectura de lo que entra por sus sentidos, por lo tanto, dará sentido a lo que sus ojos vean a través de las imágenes. En el hogar y el Centro de Atención Infantil los libros deben estar al alcance de los niños y niñas, para que puedan manipularlos libremente, para que un niño o niña se interese por la lectura debemos ser lectores los cuidadores es decir que la lectura debe ser un acto de acompañamiento, debemos leer juntos y comentar en conjunto las ilustraciones, los hechos, las palabras, etc.

Es por esta razón que para la lectura debemos buscar momentos en los cuales nos concentremos únicamente en esta tarea y que dejemos de lado las otras. Debe ser un momento de disfrute en que se amplíe el lazo afectivo y se vuelque a través de ese libro que vamos a compartir. Debemos además compartir la lectura haciendo preguntas o comentando lo escuchado y visto en el libro y permitir que el niño o niña sea capaz de relatar la historia por sí mismo(a).

En las familias y el CAI esta tarea se puede llevar a cabo a través de diferentes formas y sumando aliados, teniendo en cuenta que para desarrollar mejores hábitos lectores debemos ser los cuidadores (padres, abuelos, tíos, maestras, asistentes educativas, etc.) los primeros modelos a seguir fomentando un vinculo afectivo con nuestros niños en el momento de Lectura.

Con estas acciones no se pretende que los niños aprendan a leer de manera puntual, sino que se despierte la curiosidad, la creatividad, la imaginación, el gusto por la palabra escrita, que recuerde el cuento como un momento de placer, tranquilidad, amor y entrega, lo cual traerá en el futuro el nacimiento de un lector espontáneo que aprenderá rápida y fácilmente la palabra escrita, pero con amor hacia ellas. (1)

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¿Cómo influye la lectura de cuentos en el cerebro del bebé?

La lectura en voz alta de cuentos infantiles es considerada un recurso para estimular la atención y desarrollo cognitivo de los más pequeños

La lectura en voz alta de cuentos infantiles es considerada un recurso para estimular la atención y desarrollo cognitivo de los más pequeños. Sin embargo, hasta ahora no se sabía desde qué edad el cerebro del bebé está preparado para reaccionar a los estímulos de esa narración.

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Según un reciente estudio publicado en la revista Child Development, a partir de la temprana edad de seis meses, los bebés ya se fijan visualmente y memorizan mejor los personajes de los cuentos infantiles cuando tienen un nombre: la “Gata Flora”, en vez de simplemente “la Gata”, por ejemplo. Y esto, a su vez, ayudará al desarrollo de su lenguaje.

El experimento, coordinado por la investigadora Lisa S. Scott, que lleva más de una década estudiando cómo funciona la atención de los bebés, consistía en monitorizar la actividad cerebral de los niños -a los seis y nueve meses- con técnicas de seguimiento ocular y electroencefalograma.

En ese tiempo, los padres leyeron en casa a sus hijos una media de 10 minutos de cuentos infantiles con “etiquetas individuales” (nombres propios) o “etiquetas de categoría” (descripción del animal) o ninguna etiqueta. El grupo de bebés que recibió libros con personajes identificados con nombres propios mostró una actividad cerebral mayor al reconocer a sus protagonistas en las imágenes mientras sus padres leían el cuento.

La clave del desarrollo emocional

“Los estudios indican que hay una mejoría en el vocabulario, entre otros beneficios de la lectura. Pero estas investigaciones se han centrado en el desarrollo de las capacidades cognitivas a través del acto de la lectura, y olvidan mencionar elementos que tienen un efecto directo en el desarrollo del cerebro del niño: el desarrollo emocional, que a través del vínculo facilita y expande el desarrollo cognitivo. Leer en voz alta implica una dedicación y una presencia que, en sí mismas, ya son beneficiosas para el desarrollo del bebé”, afirma Jara Acín y Rivera, psicóloga intantojuvenil y co-autora del libro ¡Ayúdale a despegar! (Editorial Aurum Volatile).

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