Portafolio hambre

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El hambre, como común de la gente sabe, ha sido una problemática constante para la gran mayoría de las naciones desarrolladas, en vías de desarrollo y subdesarrolladas. Esto hace más sorprendente aún el hecho de que el desperdicio de alimento pareciera ser un tema esquivo del que no se discute en gran cantidad. Y es que no es sabido por la gran mayoría, que muchas veces por temas de pura burocracia se desperdicia comida en buen estado. Según la FAO (2016) un tercio de los alimentos producidos para el consumo humano se pierde o se desperdicia en todo el mundo, lo que equivale a cerca de 1 300 millones de toneladas al año, cantidad que podría bastar para alimentar al planeta, o bien para alimentar a los 800 millones de personas (aprox.) que pasan hambre en el mundo (Natalia Martínez et al. 2014).

La problemática a analizar en este informe es la perdida de alimentos por parte de tanto los consumidores como en los procesos de producción de comida, esto entre los años 2006 y 2016 en Chile. Este análisis se realizará recopilando información sobre la cantidad de alimentos perecibles que aun manteniendo su categoría de “consumibles”, son desechados por temas legales o de burocracia y qué razones tienen para implementarlos, además del superávit de producción de alimentos, que consiste en un desperdicio de recursos e insumos. Esta problemática la enfocaremos primordialmente en la situación del gobierno chileno al respecto desde el año 2006 (Meses finales del gobierno de Ricardo Lagos Escobar) hasta el presente año 2016 (mediados del segundo gobierno de Michelle Bachelet) y de la situación de grandes supermercados (dentro de la misma localización y periodo de tiempo).  

La principal importancia de esta investigación es la posibilidad de reunir y analizar todas las falencias posibles y solucionar la mayor cantidad, esto mediante una reforma aplicable y conveniente para lo que sería asuntos económicos del gobierno y de privados (como los supermercados), y para la población chilena en general.

El objetivo de este estudio consiste en sugerir soluciones para así disminuir la gran cantidad de productos que aun pudiendo ser ingeridos por gente que de verdad los necesitan o reutilizados, terminan en la basura, además de disminuir gastos del gobierno que pueden ser utilizados en obras sociales y mejorar la calidad de vida de mucha gente que vive en condiciones precarias.

Título: El desperdicio alimentario: cómo hacer frente a un problema ético, económico, social, nutricional y ambiental

Autores: M. Manera Bassols, G. Salvador Castell

Tipo de fuente: Artículo de revista de investigación

Sinopsis:

 Los autores hablan del desperdicio de alimento enfocándose en la culpa que también tiene el consumidor y de las estrategias de abordaje de este problema de parte de instituciones de distinta índole. Este texto servirá para la investigación ya que habla del desperdicio de alimentos en un ámbito diferente al de la mayoría de los textos: la culpa del consumidor. Lo que permitirá analizar datos desde otras perspectivas no vistas con la suficiente profundidad. Además, también menciona la donación de alimentos en buen estado, destinados a desechar, como solución aplicada por una gran cantidad de países, algunos con más tiempo y calidad de implementación que otros, pudiendo utilizarse esto como una posible guía para las sugerencias propias de posibles soluciones.

Resumen:

El desperdicio de alimentos es una realidad de la que derivan consecuencias éticas, económicas, sociales, nutricionales y ambientales. Sin embargo, y a pesar de suponer un problema de magnitud muy considerable, su estudio y abordaje de forma estratégica es reciente. Si bien es cierto que las pérdidas y desperdicios de alimentos se dan desde la producción agraria hasta la mesa del hogar o restaurante, es importante evaluar en qué contexto y con qué magnitud se da el despilfarro para así diseñar estrategias que ataquen bien dirigidas. Como es de esperar, en las regiones industrializadas se desperdician muchos más alimentos que en zonas como África subsahariana y Asia meridional y sudoriental. En estas últimas regiones, las pérdidas se dan, fundamentalmente, en las etapas iniciales e intermedias de la cadena, siendo muy bajo el desperdicio en la fase de consumo. En los países ricos, el consumidor desecha grandes cantidades de alimentos adecuados al consumo, esto evidencia la necesidad de abordar el problema del despilfarro en las actitudes y habilidades de los ciudadanos. Las pérdidas y el desperdicio alimentario son un problema multisectorial, multidisciplinar y multifactorial, por lo que hacer frente a ella supone una implicación de todos los sectores de la sociedad. En primer lugar, uno de los retos clave a los que hay que enfrentare es la recuperación del valor del alimento, en el que la mayoría de las acciones se deben centrar en los consumidores. Una de las vías de trabajo más habitual en cuanto a la prevención del despilfarro alimentario es la redistribución de alimentos en buen estado y el aprovechamiento de excedentes alimentarios, los cuales provienen de hogares, escuelas, mercados, supermercados, etcétera. En los países anglosajones, la donación de alimentos, tanto de alimentos frescos y secos como cocinados, a entidades sociales es más habitual y tiene más recorrido. Por ejemplo, las ONG del Reino Unido “FoodCycle” y “FareShare” gestionan los excedentes alimentarios que serían desechados de tiendas minoristas y supermercados para distribuirlas a personas con pocos recursos.

Título: Desperdiciando comida en un mundo hambriento ¿un problema?

Autores: Natalia Martínez Z., Zoila Menacho P., Fabio Pachón-Ariza

Tipo de fuente: paper

Sinopsis: En este texto se ven diferentes enfoques y significados de residuos, pérdida y desperdicio de comida. Además, identifica las fases de la cadena de abastecimiento de alimentos donde la comida está siendo pérdida y desperdiciada. Finalmente se presentan soluciones para reducir el despilfarro, como mejoras al sistema de cultivo y cosecha para reducir este problema. Este texto servirá para la investigación, ya que analiza el desperdicio de comida en las distintas etapas de la producción de alimentos y arroja datos analizables, lo que permitirá recoger gran cantidad de información necesaria para poder complementar ideas y sugerir propias soluciones, además de obtener información no analizada por otros textos, lo que beneficia el informe en el sentido de que se verá el desperdicio en distintos ámbitos.

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