Principios Éticos Fundamentales
Enviado por betaniaperez • 13 de Enero de 2014 • 1.875 Palabras (8 Páginas) • 1.289 Visitas
PRINCIPIOS ÉTICOS FUNDAMENTALES
Las revelaciones del juicio de Nuremberg acerca de las atrocidades cometidas por los médicos nazis en el curso de unas supuestas investigaciones científicas, así como un mal uso de la responsabilidad clínica en su colaboración en la práctica de la tortura y en "experimentos" forzados en el campo de la genética, no solamente provocaron la indignación de la opinión pública, sino que motivaron que la Asociación Médica Mundial, a través de varias declaraciones, procediera a reafirmar los principios éticos comunes a la profesión médica en todo el mundo.
Así, al código de Nuremberg (1947) reafirmaba el principio del consentimiento del paciente, dado de modo voluntario y con pleno conocimiento, previo al tratamiento; el principio de que los experimentos sólo pueden realizarse si "dan resultados fructíferos para el bien de la sociedad", siempre y cuando dichos resultados no se pudieran obtener por otros medios; y, finalmente, la exigencia de que los experimentos debían regirse por métodos estrictamente científicos y confiarse al personal competente.
La declaración de Ginebra (1948) parafraseó el juramento hipocrático en términos generales y más bien imprecisos, pero puso el acento en los principios de confidencialidad, de no discriminación por motivos de raza, religión, ideas políticas o posición social, y de respeto a la vida humana desde el momento mismo de la concepción.
En la declaración de Helsinki (1964) se perfeccionaron aún más los criterios éticos y científicos relativos a los experimentos médicos con sujetos humanos, con el fin de precisar la distinción entre la investigación clínica terapéutica y la que se hace con otros fines.
La declaración de Sydney (1968) fue un intento de formular la definición de la muerte, teniendo en cuenta los últimos avances en materia de técnicas de prolongación artificial de la vida y de trasplante de órganos.
La declaración de Oslo (1970) intentó armonizar las demandas en favor del aborto terapéutico con la tradición hipocrática.
Finalmente las declaraciones de Tokio (1975) y de Hawai (1977) se pronunciaron en favor de prohibir la participación de los médicos (o de los miembros de la Asociación Médica Mundial) en la tortura, y en general en el trato cruel y degradante de los prisioneros, así como en el sometimiento ideológico de la persona (con lo que se quería evitar los abusos en los tratamientos psiquiátricos).
En el campo de la Enfermería, se ha producido un proceso similar de formulación de códigos de la práctica profesional y de la afirmación de valores fundamentales y principios éticos. Así, en 1953 el Consejo Internacional de Enfermeras formuló el "Código para Enfermeras", ejemplo que siguieron diversas asociaciones nacionales, como, entre otras, la Asociación de Enfermeras Americanas (A.N.A.) (1968), el Colegio Real de Enfermeras (R.C.N.) (1979), y el Consejo General de Colegios de Diplomados de Enfermería de España (1989).
En general, las enfermeras se han centrado en su papel profesional, como de defensor de los derechos del individuo vulnerable; y en la responsabilidad de trabajar en favor de la recuperación de la autonomía.
ENTRE LOS PRINCIPIOS ÉTICOS TENEMOS:
* Consentimiento informado.
* Derecho a ser informado.
* Confidencialidad.
* Derecho a la intimidad.
* No discriminación por motivos de raza, sexo, religión, ideas políticas o posición social.
* Respeto a la vida humana.
* Derecho a recibir cuidados adecuados.
* No a la tortura y no al trato cruel y degradante, ni el sometimiento ideológico de la persona.
* Derecho a ser tratado con dignidad humana.
* Autodeterminación.
* Conservación de recursos personales.
* Exención de perjuicio.
* Exención del riesgo intrínseco de lesiones.
* Consentimiento informado de la persona o de los familiares responsables de los menores o personas incapacitadas.
PRINCIPIOS FUNDAMENTALES.
Parece que existe un consenso mundial entre los profesionales de la salud, abogados, filósofos, teólogos y expertos en ciencias sociales, cuando enuncian el carácter fundamental de los principios de:
* Beneficencia, es decir, el deber de hacer el bien y abstenerse del mal; o ausencia de maleficencia .
* Justicia, es decir, imparcialidad hacia todo el mundo o indiscriminación.
* Respeto por la Persona, en la ética del cuidado de la salud; es decir, respeto a la vida y a la dignidad del paciente.
LA BENEFICENCIA.
La exigencia de que los profesionales sanitarios deben aceptar la plena responsabilidad por los tratamientos que prescriben a unos pacientes no versados en las ciencias de la salud, así como a los sujetos de las investigaciones es un imperativo del principio de Beneficencia y de abstenerse de la maleficencia.
En relación con éste último estaría el principio de Reciprocidad, esto es, el reconocimiento del deber de cuidar de los demás como a uno le gustaría que le cuidaran a él. A menos que se instituya un principio de reciprocidad, no hay modo alguno de fundamentar la obligación de cuidar de los que están indefensos.
La beneficencia es un valor indispensable para el cuidado de la salud, como lo es para la ética en general. El deber de dar asistencia no implica solamente reconocer responsabilidades recíprocas entre unos y otros, sino que tiene que ver en particular, con el reconocimiento del deber de proteger a los indefensos, es decir, aceptar el papel de abogado de los derechos de quienes no pueden defenderse por sí mismos.
Asimismo, guarda relación con la obligación que tienen los profesionales de la salud de compartir sus conocimientos y su experiencia (pues "el conocimiento es poder"), o sea, dedicarlos a incrementar la autonomía, la formación y la capacidad de las personas, para que éstas asuman los deberes relativos a su vida y su salud, y poder ayudarlos a que ellos mismos se curen.
LA JUSTICIA.
La justicia, es decir, la exigencia de equidad universal, mantiene una tensa relación
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