RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL

El contexto inicial de gestión de las organizaciones se ha venido transformando llegando al concepto de RSE, en el cual se considera el entorno como elemento principal del proceso de toma de decisiones. Este nuevo enfoque administrativo (Responsabilidad Social Empresarial) se ha venido dando por la necesidad que tienen las organizaciones de ajustar su modo de trabajo a un sistema que tiene recursos limitados, un entorno donde la sociedad está cada día más atenta al comportamiento de estas.

Las empresas están llamadas a cambiar sus modelos de gestión y a seguir un nuevo modelo administrativo, ya que inicialmente estaban insertas en un sistema económico definido como un correspondiente al modelo de economía social de mercado, es decir que implicaban los medios de producción dependían de decisiones netamente económicas y con ánimo de lucro, careciendo y limitándose de la responsabilidad social de la unidad económica (Arizkuren Eleta, Amaia, 1995. “Una aproximación al ambiguo concepto de responsabilidad social de la empresa”). Es decir el nuevo modelo está basado en los pilares a la luz de la RSE, donde todos los actores que intervienen en el proceso obtienen beneficios y aportan a todos los implicados, a diferencia del anterior modelo donde la consecución de sus objetivos esta medida por su función de utilidad, y criterios netamente económicos y de riqueza.

Estableciendo el análisis al que se quiere llegar se considera importante que las organizaciones se guíen bajo el pacto mundial, ya que nos ha acercado más al valor de la responsabilidad social de las empresas. Es una idea cada vez más generalizada que las prácticas comerciales responsables pueden conducir a la inclusión social y económica, lo que, a su vez, promueve la cooperación internacional, la paz y el desarrollo. Se trata de una llamada a las empresas para que se comprometan con los principios universales y cada una adopte medidas visibles para cumplirlas. Contribuyendo al desarrollo de una sociedad sana actualmente las empresas y las Naciones Unidas comparten metas comunes a pesar de seguir fines diferentes (las Naciones Unidas trabajan para alcanzar la paz, luchar contra la pobreza y proteger los derechos humanos, mientras que las empresas se han centrado históricamente en las ganancias y el crecimiento),bajo estos criterios, El Pacto Mundial insta a las empresas a que se comprometan, apoyen y apliquen en su ámbito una serie de principios básicos en las esferas de los derechos humanos, el medio ambiente, las normas de trabajo y la lucha contra la corrupción enfocándonos en este proceso en los principios 1,2 y 5 donde enuncian que las empresas deben apoyar y respetar la protección de los derechos humanos proclamados en el ámbito internacional, deben evitar ser cómplices de abusos de los derechos humanos, respetando normas de trabajo y la abolición efectiva del trabajo infantil.

Bajo estos principios de derecho laboral consideramos importante guiarnos bajo la pirámide de Carrowl donde sus análisis

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