Recuerdo de una pandemia
Enviado por Rosa Isela Tepale • 21 de Junio de 2022 • Práctica o problema • 2.889 Palabras (12 Páginas) • 64 Visitas
Recuerdos de una pandemia
La pandemia me ha vuelto huraña
Parte l
La pandemia me ha vuelto huraña… mientras la profesora Rosa Isela Tepale revisaba algunos de los pocos trabajos que enviaban sus nuevos alumnos de su actual centro de trabajo, pensaba y se repetía a cada instante «la pandemia me ha vuelto huraña» … Cansada de la situación reclino su silla echando cabeza atrás y recordó… Era un martes diez de marzo a las seis de la mañana cuando transbordaba el autobús a la ciudad de Puebla, el chofer encendió la radio y sintonizó una famosa estación destacada por su programa matutino donde el conductor era un personaje célebre por su forma de mostrar las noticias, más que noticia era como un chisme, pero por supuesto, eso a la audiencia le gustaba. —Confirmado el primer caso de coronavirus en la ciudad de Puebla, se trata de un hombre de 47 años procedente de Italia, trabajador de Volkswagen, en estos momentos lo tienen en observación, así como a un grupo de cuarenta personas también empleados de la planta que tuvieron contacto con él. —Ya vimos lo que está pasando en Wuhan China desde diciembre, ahora este virus se ha presentado en diferentes partes del mundo y ahora en México, Puebla se suma a la lista de contagios, ¡que Dios nos agarre confesados! La comida ya estaba fría y la profesora estresada con el escenario, tal vez enojada porque como siempre, sus alumnos no habían enviado trabajos completos, tal vez porque tampoco habían respondido a sus llamadas, tal vez porque sólo buscaba un pretexto para enojarse, entonces tomó su celular y llamó a su Director: — Maestro Jorge, buena tarde, disculpe que lo moleste nuevamente, es que tengo una situación con la señorita nueva, Cristal, no responde mis llamadas, no contesta los mensajes y sólo me deja en visto, la verdad estoy muy molesta porque cuando logré contactarla, la madre me dijo que su hija estaba muy entusiasmada con regresar a la escuela ¡pero es la fecha en que no envía nada y no responde las llamadas! —Sí maestro, muchísimas gracias. Cuelga el teléfono e intenta hablar nuevamente con Cristal, un timbrado, dos timbrados, tres timbrados, se oye esa grabación que ya la tiene harta —Su llamada será transferida al…cuelga. ¡En buen momento me llegó el cambio! pensaba mientras redactaba un mensaje de texto a Cristal: «Señorita, buena tarde, le pido de favor conteste mis llamadas para poder platicar sobre su situación académica, le recuerdo que fue usted quién mencionó estar entusiasmada con regresar a la escuela y trabajar en la modalidad a distancia, favor de ponerse en contacto lo más pronto posible, gracias». Estas palabras parecieran un ultimátum hacia la joven adolescente, sin embargo, el tedio y la apatía del alumnado la tenían tan abrumada que la profesora de Telesecundaria se decía a sí misma como a sus antiguos compañeros de trabajo — ¡Es que son tan flojos y los padres tan irresponsables que ya ni quieren hablar conmigo! Recordaba cómo era el trabajo en su anterior escuela, iniciada la contingencia la comunicación con sus estudiantes fue constante, sólo se escapaba uno que otro alumno, pero tenía el control, de manera presencial ya había trabajado casi dos trimestres completos, los conocía a todos, pero de este grupo, pero de este nuevo grupo no conocía ni sabía nada. Del anterior, identificaba al grupito de los avanzados así como a lo flojos, a los que se encontraban entre estos dos bandos, sabía cuando le mentían y quiénes eran los que querían destacar a pesar de sus limitantes, hasta conocía a los padres de familia, a los más responsables y los que sólo tenían tiempo para el trabajo, numerosas veces había hablado con ellos, si algo tenía la maestra Rosa Isela era buen ojo, pero sucedió, llegó la pandemia y con ella su cambio de centro de trabajo.
—¡Si hubiera sabido lo que pasaría no hubiera pedido mi cambio! pero el hubiera no existe, se decía. Se la pasaba constantemente haciendo comparaciones con sus anteriores estudiantes, tan luego el cambio de centro de trabajo le fue autorizado, fue a conocer la comunidad, le pareció un lugar encantador, la Telesecundaria le fascinó —Está bien bonita, con tantos árboles y flores. Estaba emocionada. Jamás se imaginó el tipo de conflictos con los que se iba a enfrentar. Se presentó con su director quién le asignó a su cargo el grupo de tercer año, —son poquitos alumnos maestra, le dijo — ¡Hay se los encargo! — ¡Claro que sí maestro!, para mí será un gusto trabajar con ellos. Suspiraba… Irresponsabilidad, flojera, apatía, falta de compromiso, su primer diagnóstico. El grupo era pequeño, no obstante los problemas académicos eran demasiados, lectura y escritura por debajo de los estándares, escasa consolidación de un lenguaje matemático, La profesora enviaba su cuadernillo de trabajo semanalmente, sin embargo, todos los días vía Whats app se comunicaba con ellos.
Diariamente enviaba un saludo de buenos días a los muchachos, recordando las actividades a realizar, tres a cuatro asignaturas trabajaba cada día abordando temas de transversalidad, considerando los aprendizajes esenciales y por su puesto los enfoques. Para la profesora Rosa Isela, desarrollar el pensamiento matemático y las destrezas que coadyuven al logro de competencias lectoras siempre ha sido relevante, aún recuerda cómo durante sus primeros años de trabajo conoció a grandes maestros que impulsaron e implementaron estrategias como EIMLE, al escuchar sus argumentos y observar evidencias reales quedó fascina: ’’las matemáticas y la lectura son dos disciplinas que van de la mano, las matemáticas se leen y se comprenden, un alumno que no tiene comprensión lectora no podrá resolver un problema matemático, un alumno que no lee ni resuelve problemas matemáticos, tendrá muchas dificultades para comprender temas de historia, ciencias inglés etc.’’
Su trabajo continúo, pero a pesar de sus esfuerzos, los resultados no eran como ella esperaba, a las videollamadas respondían dos o tres alumnos, diariamente se reportaban los mismos dos o tres, el trabajo entregado por su puesto era de los mismos estudiantes, ¿qué pasará con los otros? se preguntaba. Se preguntaba y también los buscaba pero tal pareciera que habían desaparecido desde que inicio la pandemia.
—Jóvenes, buen día, recuerden que los viernes tenemos video llamada, por favor no falten, para ello deberán tener a la mano los siguientes materiales: antología literaria, cuaderno de trabajo, lapiceros, nos vemos a las diez am, buena hora para darles tiempo de desayunar y hacer limpieza rápida de su cuarto, recuerden la importancia de ventilar su habitación así como toda su casa, por favor lávense bien las manos, si tienen que salir de casa, mantengan todas las medidas de seguridad, ayúdenme recordando a sus padres los protocolos de cuidado, recuerden el lema ‘‘yo cuido de ti para cuidar de mí‘‘ gracias.
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