Reforma de Estado 1976

Reforma de Estado

“Nadie nos montará encima si no doblamos la espalda.”                                                                  Martin Luther King

Recordemos a México en el año 1976 donde el político priísta Porfirio Muñoz Ledo sustentó que el artículo #136 de nuestra Constitución Mexicana daba la posibilidad de cambiar al sistema de gobierno o el presidente en turno si este no cumplía con las expectativas o con las promesas de su campaña, haciendo de nueva cuenta una revolución. Ahora, el presidente en turno, Enrique Peña Nieto retoma esta estructura creada por Muñoz Ledo años atrás para crear una Reforma de Estado.  

El artículo 136 menciona que: “Esta Constitución no perderá su fuerza y vigor, aun cuando por alguna rebelión se interrumpa su observancia. En caso de que por cualquier trastorno público, se establezca un gobierno contrario a los principio que ella sanciona, tan luego como el pueblo recobre su libertad, se restablecerá su observancia, y con arreglo a ella y a las leyes que en su se hubieren expedido, serán juzgados, así lo que hubieren figurado en el gobierno emanado de la rebelión, como los que hubieren cooperado en ésta.”                             Esta Reforma tiene como prioridad 2 piezas claves: El plebiscito (La pregunta al pueblo) y el Referéndum (Volver a preguntar en este caso, al pueblo) donde el pueblo tendrá la facultad de tomar las decisiones o volver a decidir en caso de no ver una mejoría en el país justo como debe ser un país democrático.                                                                 ¿Será que en realidad el pueblo pueda tumbar una presidencia por no mostrar efectividad?

Recordemos a Chile y a otros países Latinoamericanos quienes después de la crisis económica de los años ochenta decidieron crear medidas para poder mantener un equilibrio económico junto con otras reformas que daban apoyo a sus gobiernos.

Si el pueblo en realidad conoce sus derechos sin dejar de lado sus obligaciones, podremos llegar a tener una nación fuerte, donde todos ejerzamos el rol que nos toca desempeñar pero para eso sería bueno que  se trabajara en conjunto con otras reformas para poder tener mejor mexicanos, menos ignorancia y más educación y así ir construyendo un país con personas cada vez más preparadas y por supuesto, como consecuencia a esto, los gobernantes harían efectivas sus promesas y no solo se quedarían en frases pintadas en las lonas publicitarias de su campaña.

A mi parecer, es una buena reforma de la cual se puede sacar muchísimo provecho, solo es cuestión de estar atentos y defender lo que nos corresponde como mexicanos y como dice la frase inicial, si nosotros no dejamos que nadie nos gobierne de mala manera, nadie lo tiene que hacer el pueblo es quien tiene el verdadero poder, el pueblo es quien gobierna mediante el representante que nosotros escogemos.

Anahí Gámez Herrera

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