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Retorica


Enviado por   •  7 de Marzo de 2014  •  Ensayo  •  7.980 Palabras (32 Páginas)  •  272 Visitas

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La opinión común sobre el origen de la retórica remonta a Cicerón, que en un pasaje de “Bruto” escribe que Corax o Tisias compusieron su libro de preceptos o Arte, con lo que se convirtieron en los creadores de la retórica, aunque desde luego, ya antes de la invención de ese arte hubo oradores que compusieron discursos caracterizados por una enorme precisión y forma muy distinguida.

Esto es importante porque nos confirma que la oratoria, el género de los discursos, era ya moneda de curso legal y exhibía con orgullo algunos de sus logradísimos ejemplares. Lo interesante es que tanto el uno como el otro estudiaron la manera de componer buenos discursos que convencieran, lejos ya de la ley del más fuerte, a sus conciudadanos convertidos gracias a la democracia en ciudadanos responsables del rumbo de la política. Sin ese grado de libertad que solo la democracia otorga no habrían existido ni los jurados populares en los tribunales de justicia ni las asambleas de ciudadanos autogobernándose ni los hermosos discursos de relevantes personalidades pronunciados ante sus compatriotas para celebrar solemnemente sucesos memorables ni, por tanto, la retórica.

La retórica nace cuando resulta posible, necesario y beneficioso convencer en las asambleas y en el foro. La retórica surge pujante cuando la oratoria se afianza y se amplia su campo de acción y el número de sus usuarios, y está fuera de toda duda que el régimen democrático favorece, no solo la oratoria judicial, sino asimismo la deliberativa o política y hasta la epidíctica.

A los pioneros del arte retórica, Corax y Tisias, se les atribuye el invento de la argumentación basada en lo eikos, es decir, en lo “verosímil”, lo “probable”

Por otro lado la división del discurso en partes interesó ya a los primeros autores de tratados sobre arte retórica. En efecto, parece probable que Corax hubiera establecido ya tres partes para el discurso deliberativo: proemio, agon, que incluía la narración y epílogo; Tisias, en cambio, cuatro: proemio, diéresis o narratio, pistis o presentación de pruebas y epílogo. Esta división es mucho más apta que la tripartita para la argumentación ante los tribunales de justicia.

Los sofistas y el desarrollo de la retórica. Platón

Los sofistas fueron quienes por primera vez se ocuparon científica y sistemáticamente del discurso provisto de elaboración artística para convertirlo en objeto de reflexión teórica susceptible de proporcionar conocimientos de aplicación práctica.

Los sofistas llegaron a la retórica a causa de cierto escepticismo sobre la capacidad humana de conocer verdades absolutas, por eso no forman filósofos sino estadistas, a juzgar por la información que nos transmite Platón en el Protágoras y en la República. Ellos se llaman a sí mismos “sofistai” (expertos), expertos en dialéctica y erística, expertos en derribar concepciones tenidas por inconmovibles mediante sus discursos demoledores o de refutación, abundantes en razonamientos apagógicos, reducciones al absurdo y pares de conclusiones contradictorias.

Y así ayudaron con sus especulaciones a crear teorías retóricas, que no habrían surgido si los sofistas hubiesen creído que como afirmaba Sócrates y creía Platón, la verdad es absoluta y cognoscible.

Gracias a la dimensión del sofista, se impone la retórica porque se reconoce y acepta que, una vez que se es hombre, solo se puede ganar el conocimiento, humanamente, por lo que “el hombre es la medida de todas las cosas, de las que son en tanto que son y de las que no son en tanto que no son”

La retórica era la piedra angular que soportaba el peso de todo el edificio de las enseñanzas de los sofistas. Sabían perfectamente que en toda sociedad oral, sin retórica, sin una persuasiva oratoria no hay política exitosa y ellos precisamente prometían el éxito como resultado de sus enseñanzas.

La enseñanza que prometen los sofistas a cambio de un salario no es la de una retórica vacía, enderezada única y exclusivamente a convencer a las masas hablando con encanto y persuasión. Por el contrario, los sofistas, como más tarde Isócrates, están convencidos de que la retórica no solo enseña como lucirse haciendo uso de la palabra en público, sino también a manejar correctamente los argumentos en la soledad del soliloquio, a reflexionar sobre situaciones y circunstancias relacionadas con la conducta humana, pues a los sofistas desde su filosofía y su retórica, nada de lo humano les parece ni les es ajeno.

Las aportaciones que los sofistas hicieron al sistema retórico son las siguientes:

•Múltiples posibilidades de persuasión, como las que brindaba el argumento de la probabilidad o lo verosímil y las antilogías a quienes no creían en la verdad absoluta. La tesis de que juicios contradictorios acerca del mismo objeto son verdaderos simultáneamente y que de un mismo objeto se pueden predicar algo en forma afirmativa como negativa amplió enormemente el campo de acción de la retórica a la hora de confeccionar los discursos con vistas a la persuasión y en el momento de discutir y establecer los fundamentos teóricos del arte.

•La división del discurso en partes: narración, posnarración, prenarración y prueba o sobreprueba.

•A la elocutio dedicaron los sofistas extraordinaria atención y a ellos pertenecen las especulaciones de Protágoras por la dicción correcta, el interés de Pródico por la corrección de los nombres, las definiciones ajustadas y la sinonimia, las “expresiones nuevas” y por último, las figuras que llevó a Atenas Gorgias: la antítesis, el isocolon, el párison y el homotéleuton.

Aristóteles

La parte más importante de la retórica de Aristóteles es la dedicada a las písteis.

En el momento dedicado a la inventio se percibe que son varios los procedimientos o medios que pueden emplearse para conseguir la persuasión de quienes escuchan. Estos medios de persuasión son las písteis. Unos son ajenos al arte de la retórica como por ejemplo los testigos o las confesiones obtenidas mediante tortura; otros, en cambio, son objeto del arte retórica y se integran en tres categorías distintas

•Los que se asientan en el carácter del que habla (ethos)

•los que residen en la disposición en la que el hablante debe poner al oyente (pathos)

•los .q radican en el propio discurso en virtud de lo que demuestra o parece demostrar, entre los que hay que contar con la prueba, el indicio, el ejemplo y el entimema

En cuanto a los medios de persuasión que se asientan en el carácter del

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