RETORICA

Parecería ser que la publicidad es una actividad de tiempo reciente, pero cuando nos adentramos en el tema descubrimos que es una de las cosas más longevas en la historia de la humanidad, es decir si nos vamos a las épocas de la Grecia y Roma antigua, cuando se anunciaban las batallas de los gladiadores, victorias en guerras, o publicidad en donde se exigía la libertad de los esclavos, en fin motivos sobraban, pero se daban ya destellos de esta actividad, que sin duda hoy en día cambia radicalmente nuestras vidas en tan sólo cuestión de segundos.

Pero que hay detrás de la publicidad, ¿Qué elementos la integran?, ¿Qué significado tiene?, parecen preguntas tan sencillas, pero en realidad no lo son tanto, en este trabajo se busca detallar el sentido de la retórica en la publicidad, qué efectos puede llegar a tener un anuncio o imagen bien elaborado, el mensaje que quiere transmitir, algunas partes de significado, con esto lograremos tener un conocimiento más amplio de cómo se utiliza una de las herramientas más poderosas dentro de esta actividad.

Así bien tampoco se dejara de lado la parte de la lógica con la que la publicidad debería estar hecha, nadie se arriesgaría a lanzar alguna campaña, comercial o imagen, una canción, sin antes haber identificado una necesidad, el mensaje que será dirigido a la audiencia, y como habrá de hacerse llegar dicho mensaje, el lenguaje apropiado, en tanto nos detendremos más sobre el asunto de campañas sociales, y otras con un toque social, pero con ese rasgo distintivo de comercio, con el fin de observar las diferencias, el enfoque que se le da a la retórica, que ha perdido su esencia dicho sea de paso, mal empleada, para convencer a las masas de que alaben lo moralmente falso, y menospreciar lo verdadero, hoy en día nos molesta la verdad, porque es lo real, lo que importa, pero que nos resistimos a ver, escuchar, pero a cambio nos sentimos felices con el engaño, enaltecemos lo que las mayorías quieren, no analizamos, la intención de la publicidad, y el mensaje en ocasiones se distorsiona, se desvía de la verdadera intención, por motivos lingüísticos, culturales, etc., no creo que una publicidad un poco más noble, real sea motivo de daño a la audiencia.

La lógica es un instrumento para el pensar y supone un pensamiento (el cual no debe ser interpretado forzosamente desde un punto de vista “psicologista”), el pensamiento supone una realidad pensada, pues al pensar carece de espontaneidad y es sólo relativo.

En cuanto a la idea de la lógica defendida por los escolásticos medievales (y luego por los escolásticos modernos), ha dependido en gran medida de supuestos extralógicos. Algunos han insistido en que la lógica es una “scientia recte judicandi”, pero aun esto puede entenderse de dos modos: o considerando el “juzgar rectamente” como un proceso que conduce al conocimiento verdadero, o estimándolo como un proceso que permite obtener razonamientos correctos o válidos.1

Si bien la lógica otorga esa pauta a las personas, para poder reflexionar mejor acerca de lo que piensan, meditar, llegar al razonamiento, para poder obtener conocimiento verdadero, que quepa en las acciones a desarrollar en este caso de la publicidad, de ser más realistas, es decir otorgando campañas, comerciales, imágenes, anuncios, con un sentido más lógico, que lo que se plasme sea coherente con lo que se pensó, y no solo eso, que sea acorde al producto anunciado, no se trata de enaltecerlo erróneamente, sino de presentarlo realmente, que las expectativas observadas, sean igual o mayores al momento de adquirir el producto, no importa de qué índole sea.

Esto es en la parte lógica, en la parte de la retórica que es más amplia, podemos observar que se ha convertido en un arma de doble filo, en donde el objetivo primordial es el de persuadir a las masas, que hagan caso a lo que les estamos diciendo, que lo hagan suyo, que el mensaje llegue, pero no se identifica que sea el correcto, si sirve para llegar a los ideales de quien lo está promoviendo, entonces no importa del todo que significado se le dé.

Pero no hay que olvidar que la práctica de la retórica no es el acto de comunicación más gratuito que existe, es el más interesado que hay, de allí que el orador busca ganarse al público en relación a un determinado tema, busca persuadirlo con relación a algo, en donde el interés propio es el que reina.

La retórica viene de rétor que significa orador, y sabemos también que una traducción generalizada de aquella es “el arte de la oratoria”, el arte de expresarse correctamente en público. 2

Si bien expresarse en público no garantiza la verdad, sólo se transmiten mensajes creíbles, que convenzan a la audiencia, dejarla satisfecha, aunque no tenga ni sentido un sentido lógico, a que me refiero, a un conocimiento que quepa en lo verdadero, entonces es cuando aparece ante mí la figura de Aristóteles, y me recuerda mucho su observación en donde el destaca el hecho de que el público de diferentes

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