SER MADRE O SER MUJER

¿SER MADRE O SER MUJER?

Buenas noches señoras y señoritas.

Esta noche quiero reconocer a personas que realizan tan loable labor y que son muy importantes en nuestras vidas, me refiero a ellas, a ustedes, a las mujeres y madres que se encuentran presentes y me escuchan.

“Madre solo hay una”, “El amor de una madre es incondicional”, “Primero soy madre antes que ser mujer” son sólo algunas de las frases más populares en torno a la maternidad. Y es que en la construcción del género femenino se ha establecido que las dos cosas más importantes en la vida de una mujer son ser madre y ser esposa, es decir, vivir para los otros.

En algún punto de nuestras vidas debemos decidir entre ser madre o ser mujer. La mayoría opta por ser madre, se guían por el instinto materno o sienten presión por decir “quiero ser madre” ya que en realidad no quieren llegar a los 50 o 60 años solas como la típica mujer loca con miles de gatos y sin una vida que admirar. Es una idea errónea, porque en realidad ser mujer es lo mejor por lo que se puede optar, muchas ven solo el lado sucio de esta elección, pero no somos mujeres para vivir pasando de cama en cama, elegimos ser mujeres porque queremos tener una vida propia que no satisfaga a nosotras mismas, que nos haga sentir orgullosas de nuestros logros, saber superar errores, disfrutar cada día como si fuese el último.

Mujeres esclavizadas a las tareas domésticas, que siempre realizan con una sonrisa extasiada en el rostro; adictas a la limpieza, llenas de una satisfacción orgásmica ante la blancura perfecta de la ropa de su familia; esposas y madres que necesitan, por sobre todas las cosas, la aprobación de sus esposos y de sus hijos.

Pero, ¿qué pasa si yo no quiero vivir para los otros?

Dejemos atrás la idealización que tiene el mundo del rol femenino y vivamos la vida como creamos que sea lo mejor para nosotras.

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