¿Se puede competir en un mercado dentro de un país en desarrollo siendo sostenible?

María Gabriela Gómez Coronado - 202012224

¿Se puede competir en un mercado dentro de un país en desarrollo siendo sostenible?

          El Capitalismo es un sistema político y económico que basa sus objetivos de crecimiento a partir de los principios del libre mercado de Adam Smith, donde se defiende una postura en la que el ser humano actúa para su propio beneficio con el fin de maximizar sus utilidades y dar lugar a una acumulación de capital individual. Actualmente, es evidente que este modelo forma parte de un gran porcentaje de naciones que buscan aprovechar al máximo los recursos naturales necesarios para la transformación y el consumo de los mismos, con el fin de generar mayores rentabilidades en sus economías, sin embargo, no se tuvo en cuenta que la sobreexplotación nos ha llevado a una gran crisis ambiental y social. A raiz de lo anterior, las prácticas sostenibles tomaron relevancia y cada vez más países adoptaron políticas de desarrollo sostenible para así reducir el impacto ambiental que puede afectar, no solo a las personas más vulnerables sino a toda la población del mundo. De ello surge un dilema en el cual se pretende identificar si es posible revertir el impacto ambiental y asimismo ser competitivo en el mercado internacional, por lo que desde una visión reformista sí es posible encontrar un equilibrio entre la productividad y el impacto ambiental por medio de la generación de mayor conocimiento, dando incentivos fiscales a las empresas y a través de la influencia del comportamiento del consumidor frente a las prácticas ambientales en el mercado.

          El conocimiento es una facultad que cualquier ser humano presenta, pero no siempre en la misma proporción; esto se debe a fenómenos como la pobreza y la desigualdad, que limitan el acceso a este. A raiz de ello es esencial una acumulación de conocimiento ya que: en primer lugar, la educación ambiental es vital para la moderación del impacto ecológico puesto que de esta manera se genera conciencia entorno a la situación y progresivamente se constituye una cultura cada vez más eco amigable. En segundo lugar, hoy en día el desarrollo tecnológico ha permitido solucionar grandes problemáticas en cualquier ámbito, siendo el ecológico uno de ellos, por lo que la innovación tecnológica aceleraría la recuperación de los impactos generados por el ser humando en el medio ambiente. Un gran ejemplo de ello son las energías renovables, las cuales sustituyen la explotación de combustibles fósiles por fuentes naturales. Finalmente, el acceso al conocimiento a gran parte de la población permitiría mitigar el impacto social de la pobreza y desigualdad, de tal forma que se van cumpliendo los Objetivos de Desarrollo Sostenible; permitiendo así el equitativo acceso al aprovechamiento de los recursos y a los servicios básicos para una mejor calidad de vida.

          Ahora bien, como consecuencia de un mayor conocimiento acerca de la problemática ambiental que enfrentamos y una mejor cultura ambiental podemos evidenciar un cambio en el comportamiento de los consumidores y por consiguiente de los productores debido a que las prácticas cotidianas estarán más relacionadas con el uso de productos o servicios ecofriendly puesto que estos dos actores vienen buscando un desarrollo con el menor impacto ambiental posible. Asimismo, las instituciones privadas también pueden ser un medio para el desarrollo sostenible de una sociedad ya que es por medio de estas como se llevan a cabo los intercambios de productos o servicios que podrían favorecer tanto al medio ambiente como a la economía de la nación, para ello, tanto los incentivos fiscales como los comportamientos de la demanda pueden llevar a la sociedad a una evolución comportamental frente al desarrollo sostenible en vista de que hay un mayor interés por el futuro común y bienestar ecosistémico con motivación intrínseca. Cabe destacar que la aproximación sostenible en las empresas les permite tener mayores ganancias. Un ejemplo de lo mencionado es Wok, quienes han transformado su fuente primaria de producción, pasando de importar, a colaborar con los artesanos de Colombia, ya que como bien afirman: “buscamos desarrollar alianzas con nuestros proveedores, pequeñas comunidades que preferiblemente trabajen bajo los principios de producción limpia, es un tema fundamental. Nos interesa establecer gradualmente relaciones comerciales locales que sustituyan, en la medida de lo posible, nuestras importaciones, para de esta forma disminuir nuestra huella ambiental y contribuir con el desarrollo económico y social de estas comunidades.” (Lobo, R., et.al, 2012, p.3) Lo anterior comprueba la conexión y la capacidad de las naciones sostenibles a competir en el mercado internacional, además de generar mayor valor y trabajo a través de estas actividades que favorecen el desarrollo sostenible.

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