Sexualidad Humana

Sexualidad Humana

Introducción

En referencia al tema de la sexualidad, vamos a señalar primeramente que es instinto básico y, claramente, un producto cultural que debe ser comprendida de la perspectiva histórica-psicosocial, ya que cuando nos referimos a ella, nos invita al descubrimiento de nosotros mismo y, de los demás, a través de las interacciones sociales.

Así en el terreno de la sexualidad se han originado determinadas situaciones que de una u otra manera han producidos cambios en las relaciones entre los humanos que es el caso de la separación entre sexo y procreación con el surgimiento de los métodos anticonceptivos (años ’60), la integración de la mujer al ámbito público que era netamente masculino, sistema de valores confrontados ante ciertas conducta sexuales y el intento de controlar la vida de las personas desde la dimensión religiosa.

Sumando posiciones como la de Aristóteles que insiste en que el placer femenino no es necesario para la fecundación o que la pareja occidental se funda en una unión para la procreación, fundamentando en que el varón es el que gobierna a la mujer, vinculando la sexualidad a un simple acto de reproducción o procreación. Sin embargo, la llegada de un ser requiere de más de un progenitor. Hay una aparición del ser sexuado, una recombinación cromosómica y se produce un acto de complementariedad y reciprocidad.

Tomando lo anterior, vamos a tratar de responder la pregunta: ¿es la sexualidad sólo un método para la reproducción o es posible que en ella se encuentre una riqueza que de otro modo no es posible alcanzar?.

Argumentos: Los estudios de los últimos años se han centrado en el ser humano, especialmente en lo relativo a la igualdad y diferencia entre varón y mujer. En ese contexto, Blanca Castilla, investigadora de El Estudio de la Masculinidad y Feminidad, el Big-Bang de Antropología, nos dice que áreas como las ciencias biomédicas y humanas están proporcionando datos. Es el caso de que puede no ir unido el sexo-genético y el fisiológico.

En su obra Castilla,  nos recuerda los avances experimentados en las relaciones varón-mujer, “ha puesto de manifiesto la enorme maleabilidad cultural del ser humano. Las mujeres han conseguido romper el apretado cerco que las ataba exclusivamente al ámbito privado y colaboran ya en todas las profesiones. Sin embargo al mundo laboral, al que acceden, organizado con criterios exclusivamente economicistas, no hace posible compaginar trabajo y relaciones familiares. Trabajo y familia se bifurcan como tareas incompatibles”.

Por consiguiente en base a la cita anterior, la sexualidad desborda la genitalidad o que el fundamento de la reproducción es sólo biológico, porque puede ser analizado desde la cercanía emocional, la comunicación, la identidad de género repercute en el bienestar personal y social, productos de los cambios  en el último siglo.

Así la sexualidad es un patrimonio de la persona humana que fortalece los nexos sociales, que resalta ciertas potencialidades. Se realiza en su sexualidad, que si bien parte de lo biológico, integra la sicología y ontológico, produciendo un encuentro que integra complementariedad, comunidad y enriquecimiento, en que la relación hombre-mujer no es simple, puede complejizarse, pero el hombre reconoce dicha complementariedad.

Hay una nueva construcción desde el género en vez del sexo, que proviene desde el campo lingüístico, donde existen tres variaciones: masculino, femenino y neutro, de manera que la feminidad se edifica integrando el sexo y el género.

La nueva estructura mundial de la mujer impacta en la organización de la familia, en la amistad, al medio laboral, al orden social y al modo y contenido de la educación de las nuevas generaciones.

Por ello, la autora nos invita a realizar un examen más pormenorizado empezando por la simbología que explica el origen del género humano con el propósito  de llegara a descubrir el estatuto ontológico de la diferencia sexual de manera de saber qué es permanente y qué de cultural en la condición sexuada. Es así como algunos saberes desean establecer cómo se armonizan igualdad y diversidad y la peculiar complementariedad entre varón y mujer en todos los ámbitos del actuar  humano que es ser persona, el participar de una misma naturaleza y del propósito común que los dos tienen: la familia y el dominio del mundo.

...