Sintesis: 178 INFORME DE OXFAM: Pobreza y desigualdad en el mundo.

Gobernar para las élites

La desigualdad económica está en crecimiento en la mayoría de los países. La mitad de la riqueza mundial está en manos del 1% más rico de la población, mientras la otra mitad se encuentra repartida entre el 99% restante. Estas cifras representan un gran riesgo para el mundo entero, ya que, de manera simultánea, ese 1% de elite, influye sobre los procesos democráticos, tomando así control para su propio beneficio, afectando directamente al sector pobre de la población.

1. El aumento de la concentración de los ingresos y la riqueza en manos de unos pocos

Durante los últimos 25 años, la riqueza se ha concentrado en manos de un menor número de personas, logrando de esta manera que el 1% de las familias del mundo posean un 46% de la riqueza mundial, y que la riqueza de la mitad más pobre de la población sea menor que la riqueza de tan solo 85 personas ricas. Estas cifras sin duda son alarmantes, las elites del mundo son cada vez más ricas, pero ese aumento en riqueza excluye a la mayor parte de la población mundial para que esta prospere. La brecha entre ricos y pobres crece más y más. Como resultado de la globalización, el nivel de desigualdad ahora es característicos en países de renta media, pero con población elevada ya que ahí es donde se localiza la mayor parte de la población pobre del mundo.

Aumento el nivel de desigualdad en cinco países de renta media

En países como Indonesia, China, India, Pakistán, y Nigeria, es notoria la brecha entre la participación en la renta del 10% más rico y el 40% más pobre, y esto ha dado pie a que se realicen distintos estudios para medir los motores o consecuencias de esta desigualdad. Según Credit Suisse, el 10% de la población mundial posee 86% de los recursos del planeta, mientras que el 70% más pobre solo cuenta con el 3%. Ejemplificando, Carlos Slim, propietario de diversos monopolios en México y en otros países, con sus ganancias, pudiera pagar salarios anuales de 440,000 pesos mexicanos.

A pesar de las cifras, diversos países consiguen resistirse a la tendencia mundial, reduciendo su desigualdad, aunque como la velocidad y profundidad de la reducción varían de país en país, aun no se logra establecer una tendencia real.

Anteriormente, los países con economías emergentes pertenecientes al G20 (foro para la cooperación donde se tratan temas relacionados con el sistema financiero internacional, la estabilidad y el crecimiento económico) eran los países más desiguales, mientras que los países desarrollados tenían menores niveles. Ahora, los niveles de desigualdad están aumentando en todos los países de renta alta del G20.

La desigualdad preocupa a los ciudadanos

Los debates sobre la desigualdad y concentración de ingresos son uno de los temas más importantes del debate político mundial en la actualidad. La primera subdirectora gerente del FMI declaró que: “los pobres están desesperados por mejorar sus condiciones materiales en términos absolutos, en ligar de avanza en el ámbito de la distribución de los ingresos, consideran mejor centrarse en el empobrecimiento que en la desigualdad”. Sin embargo, esta perspectiva ya no prevalece. Ahora la prosperidad compartida y el crecimiento inclusivo deben ser un objetivo primordial ya que la desigualdad constante retrasa el desarrollo económico a largo plazo y dificulta la reducción de la pobreza.

Encuestas y sondeos como el realizado por Oxfam, manifiestan que la mayoría de los ciudadanos de seis países entrevistados (España, Brasil, India, Sudáfrica, Reino unido y Estados Unidos) considera que las leyes están diseñadas para favorecer a los ricos, y están de acuerdo con que “los ricos tienen demasiada influencia en el rumbo del país”.

1. La manipulación del sistema en favor de las élites

Los mercados son construcciones sociales con normatividades establecidas por distintas instituciones y reguladas por gobiernos para rendir cuentas ante los mismos participantes del mercado y los ciudadanos. Cuando hay un crecimiento y disminución de la desigualdad, dichas leyes actúan en favor de las clases medias y los sectores más pobres de la sociedad. De otra manera, cuando solo los ricos son los beneficiados, significa que las leyes se inclinan a favor de sus intereses.

Durante 70 años, Oxfam ha presenciado como los ricos se apoderan de las instituciones políticas para su propio progreso a partir del daño al resto de la sociedad. Si no se controlan situaciones como estas, los daños serán cada vez mayores y las diferencias de poder entre ricos y pobres se harán eternas.

La respuesta de ¿cómo es que las leyes que regulan la economía de naciones pasan a estar en el poder de las elites? La influencia de los ricos provoca desequilibrios en los derechos y la representación política, dando como resultado la apropiación la toma de decisiones legislativas y regulatorias.

La interacción entre la desigualdad y la manipulación de las reglas políticas

Debido a que la riqueza se encuentra solo en manos de las elites, se arrebata de los ciudadanos los ingresos procedentes de los recursos naturales, genera políticas fiscales injustas, fomenta prácticas corruptas y desafía el poder normativo. En consecuente, deteriora la rendición de cuentas y la inclusión social.

¿Cómo el dinero sesga la representación política e impulsa la desigualdad en EUA?

Desde finales de la década de los 70’s, como resultado de la escasa regulación del dinero, se ha permitido que los ciudadanos acaudalados y grandes empresas ejerzan una influencia en la elaboración de políticas estatales, las cuales solo son manipuladas en favor de sus intereses.

Mientras las políticas en favor de las grandes empresas ganan importancia, el poder de los grupos sindicales se desploma, el valor del salario mínimo y medidas de protección se desgastan. Los grupos sindicales ya no se consolidan para organizarse y las grandes empresas reducen los salarios y prestaciones.

La desregulación tiene dos vertientes, los grandes directivos han logrado amasar grandes cantidades de dinero, y, por otro lado, el riesgo de los mercados mundiales ha aumentado, quebrándose en una crisis económica mundial.

En 2010, el presidente Obama promulga la ley de reforma de Wall Street, la cual, su objetivo primordial es regular los mercados financieros y evitar una segunda crisis. Sin embargo, los sectores financieros han desembolsado más de mil millones de dólares para debilitar dicha ley, y retrasar su aplicación.

El impacto de la austeridad en Europa: el aumento de la brecha de la desigualdad

Así como en el resto del mundo, el aumento de la desigualdad ya era existente en distintos países de Europa, a pesar del elevado crecimiento económico. Después de la crisis, se implementaron programas de austeridad en toda Europa, basadas en impuestos regresivos y profundos recortes al gasto, como en educación, atención sanitaria y protección social. Se logró desmantelar mecanismos de reducción de la desigualdad para un crecimiento sostenible. Dichas medidas solo han afectado a los colectivos más pobres, ya que son los que les ha tocado asumir la responsabilidad de los excesos de las últimas décadas en Europa, a pesar de ser los menos culpables.  Estas medidas han resultado no dar los frutos esperados, ya que solo han empeorado el crecimiento y recuperación económica, así como las perspectivas de crecimiento e igualdad.

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