Trabajo En Infantes, Una Realidad Negativa En Un País Lleno De Posibilidades.

A lo largo de la historia colombiana, la cantidad de niños y adolescentes que se ven privados de su niñez, potencial físico e intelectual, incluyendo su dignidad, es denigrante. “En Colombia de los 11’443.496 niños y adolescentes entre los 5 y 17 años de edad, 1’768.154 trabajaban, datos registrados en el año 2009” que muestran la importancia de abordar este tema.

Esta problemática de gran envergadura, se ha visto a través de la historia en distintos momentos, se ha observado como los niños se han encontrado ligados de cierta forma a participar de los oficios que ejerce un adulto. Ha podido verse como en la colonización española trabajaban en los grandes cultivos y demás quehaceres que el sistema les imponía, han estado en las haciendas y en aquellas industrias del pasado siglo y actualmente no es la excepción, se puede visualizar un ejemplo claro en las calles, en los campos y también en otros cargos que por consecuencia lógica deben emprender los adultos.

Ahora bien, en ocasiones variadas se llega a pensar que este hecho tan abrupto es solo una muestra de crecimiento por parte de estos infantes, se observa cómo están trabajando y simplemente se cruzan de brazos, callan e incluso apoyan este gesto tan injurioso, quizás comprando unos chicles en un semáforo, o de pronto unos bombones en un bus y sin embargo lo llaman “un aire de solidaridad”, que es un momento de “absoluta caridad”.

La mayoría de niños que trabajan sin ningún tipo de explotación, piensan lo bueno que es ganarse el dinero sin tener que estudiar, dejan sus obligaciones a un lado/ por recibir unos ingresos extra. Por otra parte, estos chicos se dedican a trabajar porque dicen pensar en sus padres, su familia y quieren mantenerlos, por consiguiente también hay padres que apoyan este tipo de injusticias respaldándose en una excusa llamada: “están creciendo, ellos ya pueden pagar sus cosas.”

Posteriormente, desatender este asunto no sólo perjudicaría a los niños, puesto que a lo largo de su vida, ellos tienen que enfrentar su pasado y muchos de esos instantes a los que se pueden ver obligados, los van a afectar psicológicamente. Desdeñar este tema es permitir que en nuestra sociedad haya una igualdad, una equidad entre las labores de estos infantes y las de los adultos, dejar que este problema continúe solo da acceso a la decadencia escolar de estos menores, que sin lugar a duda dejan el colegio porque quizás sus padres mismos le habrán mostrado lo que es trabajar, encuentran en la calle lo que probablemente pensarán que la escuela no les dará; dinero.

Muchos de estos pequeños que comienzan su vida, no se dan cuenta que están perdiéndose una etapa fundamental que marca su existencia, esta en la que empiezan a sentar sus principios, los valores, la base para construir su futuro, el mejor momento, la niñez. Dejan de ser niños para convertirse en “mini adultos”.

Ahora,

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