Transformaciones económicas
Enviado por marieloarca • 11 de Febrero de 2015 • Ensayo • 2.161 Palabras (9 Páginas) • 185 Visitas
Transformaciones económicas
En consonancia con Palerm, López Austin y López Luján dicen que precisamente la estratificación social es una de las características principales de las sociedades del Preclásico Medio. Aparecen, asociados a estos sistemas hidráulicos, complejos ceremoniales de arquitectura monumental permanente, es decir, diseñados para perdurar en el tiempo. Los sistemas de irrigación aparecen primero en el valle de Tehuacán, Puebla, hacia el año 700 a. C.; unos cien años más tarde, en la cuenca lacustre de México; y por el año 400 a. C., en los Valles Centrales de Oaxaca. De modo paralelo a la modernización tecnológica de la agricultura, las especies cultivables asociadas a éste período aumentaron en repertorio.
La eficiencia de la agricultura tuvo redundancia en otros campos de la tecnología y economía mesoamericanas. De esta suerte, el Preclásico Medio es un período de especialización en los procesos productivos. Este fenómeno puede observarse a nivel interno de las diferentes sociedades, sin embargo, más importante es la especialización regional. Los pueblos mesoamericanos, como desde hacía mucho tiempo, habían explotado los recursos de su nicho ecológico, y habían tendido redes incipientes de intercambio. Pero en el Preclásico Medio, los excedentes producidos por la agricultura permitieron a una parte de la población ocuparse en actividades diferentes del cultivo. De este modo, se producían excedentes tanto agrícolas como en las manufacturas o la explotación de los recursos naturales por medio de la minería, caza, pesca.
Transformaciones sociales
Todo lo anterior no dejó de tener ciertas repercusiones en la estructura social, es decir, en el sistema de relaciones sociales. Aparecieron nuevos grupos, como los artesanos, y los comerciantes cobraron una presencia más importante. Además, como se había señalado antes, la sociedad en su conjunto se estratificó, y la clase dirigente (compuesta por la nobleza y los sacerdotes) se definió más claramente como un grupo separado del pueblo llano. Esto es posible saberlo por los restos encontrados en los entierros, por la relativa riqueza de las ofrendas funerarias, las representaciones iconógráficas, y, sobre todo, por la aparición de artículos suntuarios de procedencia foránea.
De hecho, en esta época, es posible observar que las élites regionales mantenían relaciones entre sí. La base de ellas era el comercio, pero desde luego que éste estaba acompañado de cierta actividad militar. En el estado actual de conocimiento de las sociedades mesoamericanas, no resulta fácil dar una respuesta adecuada al papel de los militares en las sociedades del Preclásico Medio. Sin embargo, como lo indican numerosos monumentos en Monte Albán, en las Tierras Bajas mayas y el área nuclear olmeca, es seguro que por lo menos estas tres regiones testificaron el expansionismo zapoteca, maya y olmeca.
Por otro lado, el proceso de urbanización incipiente en que se vieron inmersos algunas aldeas de Mesoamérica al ocaso del Preclásico Temprano, toma en esta fase sus características más claras. Las aldeas se convierten en ciudades, que repiten claramente la segmentación de la vida social en los tipos de construcciones (los de la élite suelen ser más suntuosos y duraderos que las viviendas populares). Las ciudades mesoamericanas fueron construidas con base en un plan concienzudo, que convirtió a los centros ceremoniales de esta etapa en verdaderos observatorios astronómicos. Los ejes principales están relacionados con puntos notables de observación astronómica que permitían a los sacerdotes predecir llevar una contabilización del tiempo. Sobresalen, como modelos urbanos de la época, las ciudades de La Venta, en Tabasco, y San José Mogote en Oaxaca.
El calendario y la escritura
Lápida donde se aprecia claramente un ejemplo de la escritura zapoteca, la primera que vio la luz en el área mesoamericana
Relacionados con los procesos de complejización de la vida social y la tecnología, aparecen la escritura y el calendario en Mesoamérica. La primera, desde sus inicios, transmite información política, y vinculados a ella, se encuentran registros cronológicos. Los sistemas de escritura mesoamericana más antiguos corresponden a la cultura zapoteca. Las inscripciones más antiguas proceden del Monumento 3 San José Mogote, y de las lápidas del Edificio de los Danzantes en Monte Albán, así como en las Estelas 12 y 13 del mismo sitio. Indican sucesos fechados en el año 600 a. C. Algunas de estas inscripciones están registradas sobre la base del calendario ritual de 260 días; otras contienen cargadores y signos de años, y posiblemente también ya incluyan símbolos nominativos de las veintenas en que los mesoamericanos dividían el calendario solar de 365 días.
Se solía pensar que la escritura y el calendario mesoamericanos habían sido desarrollos culturales de los antiguos mayas. Sin embargo, hoy se sabe que éstos lo recibieron de los olmecas, quienes a su vez podrían haberlo tomado de los zapotecos. Incluso, la famosa Cuenta Larga del tiempo de los mayas y su numeración posicional con base veinte, apareció primero entre los olmecas de las selvas del golfo.
Los sitios del Preclásico Medio
Presencia olmeca en el Golfo, Centro y Guerrero
Artículo principal: Olmeca
Durante este periodo tiene lugar el desarrollo de la cultura olmeca, que resume todos los desarrollos culturales de los mesoamericanos de aquel tiempo. De esta cultura son los primeros indicios de escritura y del uso de calendario. Debieron tener una estructura social muy compleja que les permitió desarrollar su escultura y arquitectura monumentales. Los principales sitios de esta cultura son La Venta, Tres Zapotes y San Lorenzo, ubicados en la llanura costera del Golfo de México. Estos sitios corresponden a la llamada área nuclear olmeca.
Sin embargo, se han encontrado objetos relacionados con esta cultura en diversos sitios de Mesoamérica, sin que se hayan clarificado hasta el momento las razones de estos hallazgos en lugares tan lejanos como Tibias (Costa Rica) y Tantoc (San Luis Potosí). Los hallazgos de objetos olmecas fuera del área nuclear son particularmente numerosos en las regiones del Centro y Guerrero. En la primera, son emblemáticos sitios como Tlatilco (estado de México), Chalcatzingo (Morelos) y Las Bocas (Puebla). Éste último es conocido porque durante la década de los setenta aparecieron en el mercado de arte precolombino numerosas figurillas, que supuestamente provenían del lugar, mismas que, después se supo, realmente tenían un origen incierto. Sin embargo, excavaciones realizadas en la década de 1990 revelaron la verdadera importancia de "Las Bocas" como una de las pocas aldeas de que se conserven restos en la actualidad.
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