UC

El triunfo del sábado tiene matices históricos en relación al “clásico” Colo Colo – UC. Por una parte es el triunfo más abultado por torneos nacionales en dicho estadio, nos pone por sobre el rival en el historial de Pedrero y por primera vez –tal como adelantamos en la columna anterior- sacamos de la pelea a Colo Colo en un tramo final de campeonato, en su propia casa. Elementos estadísticos más o menos, lo realmente histórico sin embargo –para mí- fue el nivel -plasmado en personalidad pura- exhibido en los pastos de Macul.

Algo tiene la UC que juega tan cómoda en un recinto en el que otros equipos juegan con pañales. Algo tiene este irregular torneo que nos tiene con más vida de lo que pensábamos, y algo tiene este plantel de Salas que nos hace soñar con un proceso sustentable y de largo plazo. Todo esto siempre más allá del entusiasmo inevitable del momento, el cual quiero obviar al punto de no querer dormir con tal de no soñar de más.

El “tema” del semestre en nuestra UC ha sido la irregularidad del equipo y principalmente de la defensa, lo cual sumado a problemas en el arco –ya sea por rendimientos o lesiones- nos tienen con un buen número de goles encajados y puntos perdidos. Todo eso pasó al olvido durante 90 minutos , en lo cuales la dupla Biskupovic-Ibañez funcionó a la perfección, dando seguridad a Franco Costanzo –un mero espectador- y ayudando al descuelgue de los laterales –cómo se nota aunque sea de a poco el aporte de Magnasco- quienes eran el perímetro perfecto para un mediocampo descollante y en el cual las figuras de Pulgar, Rojas y en menor medida Ríos formaron la banda perfecta, unos verdaderos Beatles del fútbol y donde Tomás Costa, ese que “desaparece” en los clásicos las hizo de John Lennon. Genio y figura en este aplastante triunfo. Bien Ribery –se acordó de su alter ego!- quien ya se acostumbra a marcar en ese estadio, y muy mal Gutiérrez quien no sólo fue el único punto negro de la gloriosa jornada, sino que nos deja mermados para un choque vital como el del fin de semana próximo ante Iquique, y quien para peor parece querer justificar su error en función de las provocaciones de un tipo como Flores.

Quedan seis puntos, y si la UC hace lo que debe y sin duda puede hacer, no es una locura pensar en un mínimo traspié de Cobresal. ¿Por qué no? Soñar es gratis, y en este caso los cupones de descuento para fantasear distintos escenarios son variados. Mario Salas sin ninguna incertidumbre vino a hacer historia a nuestro club y la única duda que tengo es cuándo esa historia se empezará a escribir en piedra. Probablemente sea más adelante, o quien sabe si el Sapito y el Mumo nos dan una mano anticipada. Por mientras disfrutemos de estas gestas históricas de la mano del Comandante. Las naves ya se quemaron, y sólo podemos volver a casa con la copa en nuestras manos.

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