Vanguardias Artisticas, modernidad propuestas por Berman

Para hablar de la modernidad hay que comenzar situando a la humanidad en el estadio pre – moderno (durante la edad media): en ese tiempo la interpretación de la institución religiosa era incuestionable. Hacer algo distinto a lo establecido, no por la falta de ideas, sino por el estigma en el hecho del cambio, era condenable; ya que estaba establecida la idea de que la vida terrenal no tenía valor, todo era inconmovible e inmodificable.

Para Marshall Berman la modernidad es un conjunto de experiencias vitales que comparten tanto hombres y mujeres en todo el mundo  y la caracteriza uniendo la idea de progreso y la idea de evolución. En esta instancia vivir en la modernidad, es vivir en un entorno que promete y al mismo tiempo amenaza; donde se instaura la idea de la incertidumbre, en la que toda decisión que uno realiza racionalmente se ve acompañada por una cuota de incertidumbre. Trabajar sobre un proyecto, a un futuro que es pensable y transformable, con elecciones que generan una tensión y pueden o no desencadenar en pérdida. Es decir, que se determina como unidad paradójica donde “todo lo que es sólido se desvanece en el aire”, donde el hombre se halla en un torbellino que se alimenta de nuevos procesos sociales: crecimiento urbano, descubrimientos de ciencias físicas, movimientos sociales, estados nacionales más poderosos, capitalismo, etc. Estos últimos constituyen a la modernidad como par dialéctico entre “modernismo” y “modernización”, esta última se halla en el plano de lo técnico y lo tecnológico y busca el orden a través de un conjunto de ideales, valores y aspiraciones acerca de la modernidad, constituyendo así el “modernismo”, ubicado en el plano de las ideas.

Es así que podemos describir las tres fases de la modernidad propuestas por Berman:

• 1er fase: con el quiebre de la edad media, se produce un traspaso de los fundamentos de Dios al hombre. Los individuos comenzaban a experimentar la vida moderna, pero aún no tenían plena conciencia del periodo histórico en el que vivían. Rousseau aparece como la voz “arquetípica” previa a la revolución francesa, utilizando la palabra “moderniste” para nombrar a los individuos que viven en el “torbellino social”, una sociedad cambiante con convicciones pasajeras. Dice que la sociedad europea está al borde del abismo, del conflicto. Es en este ambiente donde se produce la sensibilidad moderna.
• 2da fase: se da con la ola revolucionaria en el siglo XIX. Los individuos contaban con plena conciencia de la época revolucionaria en que vivían, surgiendo así el gran público moderno. Estos individuos vivían en un mundo que no era por completo moderno, convivían así tradicionales valores antiguos con los ideales de la modernidad que se presentaban de manera abrupta y violenta en un primer primera plano de la sociedad y la política. Este desarrollo de la modernización produce contradicciones, los avances no son capaces de producir estabilidad; y en esta dicotomía interna, surgen y se desarrollan las ideas de modernización y modernismo. Aquí se distinguen  las voces de Marx y Nietzsche: el primero dice que la vida moderna es contradictoria en su base. La nueva potencia industrial, científica – tecnológica, produce mayores privaciones para la mayoría de las personas. Dice que es un problema de en manos de quien se hallan las herramientas de la modernidad. Habla sobre la emancipación posible y la progresiva adquisición de los obreros (hombre moderno), volviendo a la modernidad contra su propia fuerza motriz (burguesía). Siendo esta una constante renovación, la “sociedad comunista” propuesta también se halla sujeta a desaparecer; Para Nietzsche el individuo se individualiza, pero al mismo tiempo requiere leyes propias, habilidades para su auto-conservación, auto-liberación. Así, la moralidad moderna se transforma en un nuevo peligro, el sentido de sí mismo se traduce en un instinto de probarlo todo, con un sinfín de posibilidades. Dice que hay que aceptar los peligros de la modernidad y cree en el advenimiento de un hombre que replanteará los valores con que se enfrentará al mundo (superhombre, nihilismo). Ambos son críticos y entusiastas de la modernidad, en los valores que esta misma planteó, y de sí mismos, dicen que con el constante movimiento de la renovación se eliminaran las contradicciones.
• 3ra fase: durante el siglo XX el proceso de modernización se expandió casi por completo a todo el mundo y a todas sus esferas, generando cambios extremos, consiguiéndose grandes logros en el arte y el pensamiento, pero desencadenando en su disgregación, lo que llevó a la pérdida del contacto con las raíces de la propia modernidad: la capacidad de organizar y dar significado a la vida de las personas. Se pierde la conexión entre cultura y nuestras vidas. Durante el siglo XX la visión de la modernidad se polariza rígidamente entre partidarios y detractores.

Esta es la crítica que realiza Berman a la modernidad durante el siglo XX: mientras que el modernismo se ha desarrollado creativamente, el pensamiento acerca de la modernidad parece haberse estancado, ha perdido el carácter dialéctico, crítico y entusiasta a la vez, del siglo XIX que propugnaba la lucha entre sus virtudes y defectos. La polarización extrema considera a la modernidad con un entusiasmo ciego y acrítico, o la condena con gran lejanía y desprecio, así es concebida como incapaz de ser moldeada o transformada por el hombre moderno.

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