Viajes interestelares
Enviado por Bolitadenieve • 1 de Diciembre de 2013 • Ensayo • 975 Palabras (4 Páginas) • 363 Visitas
Viajes interestelares
Unas de las paradojas que rodea a los posibles viajes interestelares en un futuro
es la enorme distancia en la que nos encontramos. Como unidad astronómica más
popular para representar dichas astronómicas distancias se utiliza el “año luz”, que
equivale a la distancia que la luz, cuya velocidad es 299 792 458 m/s, recorrería
en un año, es decir, equivale aproximadamente a poco menos de diez billones de
kilómetros. Nuestra estrella más próxima, Próxima Centauri, está a 4.2 años luz
de distancia.
Los problemas comienzan con la Teoría de la Relatividad, desarrollada por
Einstein, que fija la velocidad de la luz como la velocidad límite a la que cualquier
objeto puede viajar, eliminando toda su masa para conseguirlo. Este es el caso de
los fotones que son emitidos por las estrellas, y que constituyen la radiación solar
o luz que recibimos, por ejemplo, de nuestro astro rey, empleando unos 8 minutos
en alcanzar la Tierra.
Otro de los inconvenientes de viajar a velocidades cercanas a la de la luz,
suponiendo que se obtuviesen, vendría de nuevo asociado a la Relatividad de Einstein
y sería la distorsión espaciotemporal. En el sistema de la nave interestelar, el
tiempo se ralentizaría, de tal forma que mientras que en la nave pasaría un breve
periodo, en el exterior podrían pasar decenas de años.
Buscando posibilidades
La solución elegida por la ciencia ficción, denominada híper-espacio, fue
creada por John W. Campbell en 1934, y consiste en utilizar otro espacio como
atajo. Con una cierta base en la ciencia y en las posibilidades que contemplan las
nuevas teorías sobre el universo, se han introducido los denominados “agujeros de
gusanos”.
Desde que surgió la idea de los viajes interestelares se han buscado alternativas
acordes a la tecnología propia de cada época, en los años cincuenta surge la
utilización de las bombas nucleares, cuyo poder se había demostrado recientemente
en Hiroshima y Nagasaki, con fines constructivos. La explosión de estas bombas
generaría el suficiente impulso para obtener elevadas velocidades. En la década de
los 60 surgió la idea de utilizar los protones interestelares para producir la reacción
nuclear. En los 80 se piensa en velas de grandes dimensiones acopladas a las naves,
que utilizarían el momento o velocidad asociada a la luz, similar a una presión, para
impulsarse. El problema aparecía con la elección de la fuente de radiación, que debería
ser lo suficientemente potente para proporcionar elevadas velocidades. Como
alternativa a la luz de las estrellas, por ser escasa cuando se dista de éstas, se planteó
la utilización de láseres de elevada potencia.
Actualmente todos los vehículos espaciales están basados en la propulsión,
técnica que proporciona el empuje por la expulsión rápida de gases de combustión.
Sin embargo esto tiene un inconveniente, la enorme cantidad de propelente
necesario, además de que éste debe ser muy reactivo para generar un gran
impulso. Esto supone un inconveniente que limita la consecución de elevadas velocidades
durante largos periodos.
Futuros retos
Como alternativas a los sistemas de propulsión convencionales se estudian
las reacciones nucleares de fusión autosostenida, aprovechando el hidrógeno, muy
presente en el vacío interestelar con una densidad de un átomo por metro cúbico.
El inconveniente sería las grandísimas dimensiones que debería tener
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