Victimizacion Secundaria

Hablar de la victimización implica adoptar una postura de censura sobre el daño sufrido o sobre el ente que causa ese daño. Sin embargo, y aun cuando esté actualmente de moda, la censura es un modo insuficiente y a veces cuestionable de abordar los problemas sociales.

En este ensayo tratare a cerca de la victimización secundaria principalmente y el tratar el tema de victimologia con la ética, la ciencia y la praxis.

La victimización secundaria deriva del hecho de la relación posterior establecida entre la víctima y el sistema jurídico-penal (policía o sistema judicial) o un sistema de ayudas (indemnización económica, asistencia psicológica, apoyo psicoeducativo a los hijos, etc.) defectuoso. Es decir, el maltrato institucional puede contribuir a agravar el daño psicológico de la víctima o a cronificar las secuelas psicopatológicas.

En el complejo pero fascinante mundo de la psicología, la fenomenología interna y externa influyen en el comportamiento conductual del ser humano y por ende en su interrelación con la sociedad, tanto a nivel individual como colectivo.

Como según Hobbes, “El hombre es lobo del hombre”, se supone entonces que en sus relaciones se presenten eventos que desdiciendo de la condición humana, indispongan, lesionen y/o afecten las inteligencias mentales, emocionales y biológicas del individuo, repitiendo momentos angustiosos y dejando huella en su integridad, ora debido al efecto psico-físico, ora debido a las repeticiones que la normatividad exige para penalizar las agresiones; y en este último evento, las instituciones tienen un grado bastante alto de responsabilidad por la forma de desarrollar y llevar a cabo el proceso.

En la Policía Nacional se ha notado con gran preocupación una falencia en el trato con la víctima, tanto de asaltos como de violaciones y esto perjudica en grado sumo a las víctimas, a los miembros de la policía y por ende a la institución, toda vez que por no repetir mental y verbalmente el hecho lesivo y punible, la víctima se abstiene muchas veces de denunciar las agresiones y muchos actos de esta índole se quedan en la impunidad y el agresor libre para continuar desarmonizando la sociedad.

Según la normatividad institucional de la Policía Nacional, existen falencias y omisiones que perjudican notoriamente a las víctimas de asaltos y/o violaciones, pues como es sabido, la falta de asesorías profesionales y de psicólogos dentro de las áreas especializadas, hace que el proceso de estos eventos se torne angustioso y traumático para la víctima, pues debe contar una y mil veces el mismo drama, a muchas personas y enfrentar en un careo al victimario, exponiéndose con este hecho a las “venganzas” por parte del agresor.

Las dependencias donde se reciben este tipo de denuncias, sencillamente tienen un miembro de la Policía para que la reciba, pero este miembro, está lejos de ser un orientador profesional, es decir de ser psicólogo(a), razón por la cual la víctima es revictimizada y muchas veces es hecha sentir culpable por haber sido agredida; de 100 de estos casos que pueden ocurrir escasamente un 7% es denunciado, por la victima no tener que ser revictimizada, pues con ello la tortura y los traumas son mayores.

Es importante ayudar de manera positiva a armonizar las inteligencias mentales, emocionales y biológicas de la víctima en particular y de la sociedad en general, cumpliendo

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