Victoria de Samotracia: La vulgaridad en artículo de “culto”

Victoria de Samotracia

¿Alta cultura o cultura popular?

Fidel Contarino 5to 13ra

¿Son realmente la destreza y la velocidad atribuidas a la diosa de la victoria motivos efectivamente necesarios para representar el concepto de una marca de zapatillas deportivas o de una línea de autos de lujo? Marcas como Nike y Rolls Royce alardean el perspicaz uso de iconografía referente a la diosa griega Niké. Todos estamos de acuerdo que el dinamismo de la Victoria de Samotracia provocado por las telas casi transparentes adheridas por el viento al cuerpo de la magnífica diosa y las alas extendidas gloriosamente nos evocan inmediatamente a la ligereza y la rapidez asociadas a la misma. Parece ser indudable que estos dos fundamentos encajan perfectamente con el concepto global de las dos marcas. Nike, por un lado, utilizando el nombre y una de las alas de la misma diosa en el logotipo de la marca manifiesta la ligereza que genera el uso de sus zapatillas deportivas y que, en consecuencia, te guía hacia la victoria. Rolls Royce, por el otro, mediante el uso de una pequeña escultura en el capó de sus autos (bastante similar a la Victoria de Samotracia) expresa la velocidad, la excelencia que lleva a la victoria de todas las cosas y en este caso, una ingeniería inigualable. No es una coincidencia que las dos marcas busquen generar la idea de la victoria a sus consumidores. Tampoco es una sorpresa que ambas marcas hayan utilizado la representación de Niké para llegar a esto último. No nos engañemos, la utilización de iconografía clásica en marcas comerciales no es nada nuevo.

Desde las épocas del imperio de Cesar, la clientela romana se deleitaba con las representaciones clásicas. Habitualmente estas imágenes decoraban las residencias romanas de elite. Y no es que los romanos adoraban estas representaciones de la mitología griega. La reproducción de las figuras clásicas se redujo a un gusto por el lujo y las formas bellas. Esta tradición romana por recrear las representaciones griegas sigue vigente en nuestros tiempos. Con solo caminar dos cuadras hacia Plaza de Mayo podemos distinguir evidentemente elementos de la arquitectura clásica en la Catedral Metropolitana. Pero estos elementos no solo se utilizan en edificios diseñados en el SXIX por prestigiosos arquitectos europeos. Se puede evidenciar un abierto intento por reproducir la arquitectura clásica en gran parte de los recientemente construidos templos evangelistas de la iglesia universal (como el templo que se encuentra en la av. Corrientes). Asimismo, más de una vez hemos visto la reproducción de esculturas clásicas como la Venus de Milo o del Discóbolo en casas particulares o en alguna tienda de decoración.

Hay una causa en común que se encuentra cuando alguien busca reproducir imágenes de la tradición clásica. Dicha iconografía es un excelente medio de evocación de la prestigiosa tradición griega, cuyo conocimiento eleva socialmente a cualquier individuo, marca u organización. Como he dicho antes, no es sorpresa que una marca de autos “de lujo” decidiera basarse en la imagen de la Victoria de Samotracia para crear esta pequeña estatua que adorna sus automóviles. Qué mejor forma de elevar el prestigio de una marca de un producto tan vulgar como lo es un automóvil que asociar a esta misma a la escultura helenística de una diosa de la mitología griega ¿Desde qué momento un auto se convirtió en un símbolo de elegancia y prestigio social? El uso de la tradición clásica le agrega ese toque de cultura y erudición que puede atraer a un consumidor adinerado hacia una industria tan ordinaria como la automotriz. Esta misma estrategia supo utilizar Nike para destacarse del resto de las marcas de zapatillas. A pesar de ser un simple calzado deportivo, mediante el uso del nombre y la representación de la diosa Niké, pudo adquirir ese carácter clásico y cultural.

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