Violencia silenciosa en la escuela

Violencia silenciosa en la escuela

Alejandro Castro Santander

El bullying es la forma de violencia que es adoptada por los escolares para agredir o maltratar a otros escolares. Esta práctica que viene aumentando dentro de las escuelas pasa desapercibida para los maestros y por lo tanto también para las autoridades. Los padres que son los grupos externos al recinto educativo están aún menos informados sobre el estado de su hijo dentro de la escuela.

Para tratar los temas de la violencia como tema general, hay pocos métodos o los que se suelen usar dentro de las escuelas no son los más adecuados y siempre caen en tener grandes fallos porque no se siguen los procedimientos que en principio se establecen. Por eso, cuando un maestro logra identificar un presunto caso de violencia familiar que este afectando al niño de forma académica o social, no llegan a cumplir el proceso de identificación que se establece para estos casos. Los agraviados que en este caso son los padres al tener conocimiento de lo que la maestra o el tutor sabe, tienden a irse en contra del mismo o de la institución, generando conflictos.
Pero ¿Cómo logran enterarse cuando se supone que la información que se maneja para estos casos es estrictamente secreta?        
Siempre logra filtrarse la información y ese hermetismo que debería haber para tratar temas de este tipo se pierde creándose una situación complicada y tensa para la institución. Es por tal motivo que muchas veces deciden no mirar estos temas o mirar a otro lado y dejar que los padres resuelvan los conflictos sin inmiscuirse en nada relacionado. Quizá esta poca importancia que intenta darle la institución sea una buena idea para evitar problemas, que muchas veces llegan a ser legales. Pero también es cierto que si un niño no consigue tener un buen clima escolar, entonces no podrá comenzar a aprender y por lo tanto desaprovechara esa etapa de conocimientos que son muy importantes. Creándose un dilema en el niño es el centro, siendo el más perjudicado.

Por otro lado, no solo existe un desconocimiento por parte de los maestros, ya sea por motivos como los que antes se mencionó o porque simplemente no hay interés en las relaciones de los alumnos entre sí. Y es que según el estudio realizado se logró encontrar que los mismo alumnos cuando hay situaciones de acoso o violencia entre ellos no logran discernir entre los roles que comúnmente se tiene que son “victima” y “victimario”, no hay un reconocimiento, pues que ningún se siente de tal forma, al contrario solo agregan la frase “estamos jugado o solo es un juego para tapar ese acto de violencia que pueda estar ocurriendo, como si se tratara de algún juego nuevo. Y es que algunos chicos o jóvenes que están en la pubertad sienten ese deseo de pertenencia, y siempre desean estar dentro de algún grupo. No importa las consecuencias o lo que tengan que pasar para ser parte. Aquí se cumple el hecho de que en la época escolar lo más importante es agradarle a mis compañeros, que el mero hecho de  estudiar. Es por eso que muchos de ellos no sienten que puedan ser víctimas dentro de una situación de violencia, simplemente lo ven como lo que tienen que pasar para ser parte del grupo de los chicos cool de la clase. Y al final de todo no es tan malo, peor sería no ser incluido y estar aislado.

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