Violencia en la escuela
Enviado por 39125473 • 19 de Noviembre de 2018 • Documentos de Investigación • 1.567 Palabras (7 Páginas) • 94 Visitas
[pic 1]
VIOLENCIA EN LA ESCUELA
Trabajo Final Integrador
[pic 2]
[pic 3]
Introducción
Silvia Duschatzky habla de una idea que ha ingresado en nuestro universo pensante, la de “la destitución o la declinación ce la escuela en tanto institución disciplinaria del Estado – Nación”
En el caso que esta idea sea cierta, ¿Qué ocurre en una escuela destituida? Emerge la violencia. La idea de “aleatoriedad” resulta mas adecuada para dar cuenta de los contornos de un espacio social de profunda dramaticidad o de encandilante visibilidad.
La autora habla de que estas aleatoriedades o inconsistencias pueden ser padecidas por los miembros de la institución, en decir, verlas como una amenaza o pueden ser pensadas, es decir, ser capaces de penetrar en el territorio de lo impensable y hacer algo para que esto cambie.
Podríamos decir que la aleatoriedad que irrumpe en las escuelas, en tanto vivida como peligrosa y amenazante, es percibida como violencia y esta es una forma de multiplicar la dispersión inicial en la que nos encontramos por efecto de la ineficacia vinculante de las instituciones.
Por mas altos que sean los muros, como dice Guillermo Covarrubias (2000), la violencia de nuestras calles, de nuestras casas, de nuestros diarios y televisores, termina por traspasar los patios y las aulas de la escuela. La violencia no es nueva, ni aislada, sino que es parte de la estructura de nuestra convivencia social y ha llegado a convertirse en el problema más importante del ser humano para el siglo XXI.
El niño, penetrado de los valores transmitidos por su medio, se introduce en la escuela con su sociabilidad, rivalidad y modos de resolver dificultades ya iniciados en la familia. Así, el niño o el adolescente entra a la escuela con toda su carga de violencia aprendida; es en este sentido que hablar de prevenir la violencia en la escuela, nos suena muchas veces a “atajar la violencia” que poseen. ¿Pero la escuela debe resignarse sólo a controlarla, para poder así desarrollar su propuesta pedagógica?
Debemos continuar defendiendo la idea de que la violencia es una conducta aprendida, que puede no solamente prevenirse sino también ser desaprendida. Teniendo la convicción de que la violencia no debe ser sólo un problema a padecer y denunciar, sino un desafío a enfrentar en comunión de esfuerzos y con la esperanza de contribuir a que el hombre se encuentre y reconcilie con el hombre, porque el ser humano completo esta en la persona capaz de comunión. No atender hoy a este desafío, nos hará responsables del tipo de hombre que resultará de nuestra negligencia.
“Las aulas son, a veces, el único lugar del barrio donde se conserva una vida “común” y donde se reflejan situaciones de emergencia o violencia. Es riesgoso que la educación ignore las transformaciones sociales” (Tzvetan Todorov, 2000)
Tal como fue expuesto en el curso de “Violencia en la escuela ¿qué podemos hacer?, siempre debajo de una violencia hay:
- Un conflicto no resuelto.
- Necesidades no satisfechas.
- La violencia engendra más violencia.
Otros de los temas que fueron tratados en el curso fueron:
- Toda comunidad educativa tiene que saber cómo actuar frente a los casos de violencia.
- No hay cambio de conducta sin cambio de percepción.
- Es muy difícil cambiar la percepción de violencia (mecanismo naturalizado) pero no imposible.
- La violencia tiene raíces visibles y raíces invisibles. La primera es la violencia física de los actores (comportamientos) y las raíces invisibles, las cuales son la violencia cultural, es decir, de ideología que legitiman y naturalizan la violencia; y la violencia estructural de las instituciones que legalizan la violencia.
- No debemos pensar desde el prejuicio.
- Las salidas son las tres R: para la violencia directa es la Reparación del daño, para la violencia cultural es la Reconciliación de las personas en conflicto para una convivencia pacífica y para la violencia estructural es Resolver la raíz del conflicto, es decir, las necesidades insatisfechas a través del diálogo no violento.
- Los aspectos que necesitan ser atendidos para transformar el conflicto son: comportamientos fuera, actitudes dentro y contradicciones entre.
- “El futuro esta en nuestras manos… de nosotros depende el desarrollo de la cultura de la paz”
El conflicto
“La violencia es un monumento sobre un conflicto que no se ha sabido resolver”(Galtung)
Toda expresión de violencia se considera un conflicto, mientras que la ausencia de violencia se considera una situación sin conflicto e incluso de paz. Sin embargo, una situación se define como conflicto no por su apariencia externa, sino por su contenido, por sus causas profundas.
El conflicto se trata de las típicas situaciones de la vida cotidiana en las que, aunque hay contraposición entre las partes, no hay intereses o necesidades opuestas. Su solución tendrá que ver con establecer niveles de relación y canales de comunicación efectivos que nos permitan llegar a consensos y compromisos.
Educación para la paz
Todos deseamos y defendemos la paz. Nadie se manifiesta abiertamente en contra de ella, a pesar de que podemos ver que no es precisamente un valor que guíe la convivencia diaria, tanto a nivel de relaciones personales como entre los grupos sociales y los estados.
La familia y la escuela deben preparar personas para responder a los conflictos y a las semillas de conflicto, de manera rápida y coherente, basándose en el conocimiento y en el respeto de la persona. La libertad, la cultura, el diálogo y el encuentro solidario de todos los seres humanos puede y debe promover, en cada niño y en cada joven, el deseo y la necesidad de respetar la vida y la dignidad de quienes lo rodean.
La escuela, llamada a enseñar, a pensar y a contrastar críticamente las distintas cosmovisiones, tiene un desafío en la educación para la paz. Debe enseñar a cada alumno a vivir en paz consigo mismo y con los que lo rodean, a promover la capacidad de mirar con ojos nuevos al otro, a mostrar que el bien común esta por encima del beneficio personal.
Promovamos la necesidad de aceptar el desafío de desaprender la violencia y construir la paz interna, para que se refleje luego al exterior al fundarse un camino de cooperación, cercanía, diálogo, comprensión con los demás. Hagamos del lugar en el que nos encontramos un espacio para recibir al otro como “hermano”.
...