Voces que Transformaron el Mundo: El Poder de los Oradores y su Impacto en la Sociedad
Enviado por Nthn • 22 de Septiembre de 2023 • Ensayo • 1.891 Palabras (8 Páginas) • 65 Visitas
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Facultad de Economía
Escuela académica profesional de ciencias económicas
ENSAYO
“Voces que Transformaron el Mundo: El Poder de los Oradores y su Impacto en la Sociedad”
Autor(es):
Moreno Campos, Neythan Musa
Asesor:
Gastañaduí Fernández, Vicente Paúl
Trujillo – Perú
2023
- Introducción:
La comunicación es un componente fundamental de la sociedad humana desde tiempos remotos. A medida que la tecnología avanza y el mundo se vuelve más unido, la influencia de la comunicación en la sociedad se vuelve aún más profunda y omnipresente. En este ensayo, nos adentraremos en la abundante información sobre la comunicación, específicamente de cómo está es usada por oradores, que con la palabra eran capaces de mover masas y manipularlas, para impactar en la sociedad.
- Argumentación:
Para ponernos en contexto, la comunicación es el proceso por medio del cual se transmite información de un ente a otro. Es el intercambio de ideas de un individuo a otro, no necesariamente bidireccional, mediante el habla, escritura u otras señales.
La comunicación juega un papel crucial en el cambio social y cultural. A través del diálogo y la deliberación, las ideas se difunden, los movimientos sociales se organizan y las normas culturales evolucionan. La comunicación facilita el intercambio de conocimientos, valores y tradiciones entre generaciones, lo que contribuye a la preservación y transformación de la cultura. Sin embargo, todo esto es posible siempre y cuando se tenga dominio del lenguaje, expertise (cultura general, específicamente sobre todo lo relacionado con el objetivo del orador), carisma y presencia, empatía y conexión emocional, habilidades de persuasión y, por último, pero no menos importante preparación y práctica.
Los grandes oradores no nacen, se hacen, no aparecen de la noche a la mañana y podemos verlo reflejado en algunos de los más relevantes oradores por excelencia que analizaremos, no sin antes introducirnos en la definición de un Orador por excelencia.
Los oradores por excelencia son aquellos que poseen habilidades excepcionales para comunicarse de manera efectiva, asertiva, persuasiva e inspiradora. Estos individuos tienen la capacidad de cautivar a su audiencia, transmitir sus ideas de manera clara y convincente, y generar un impacto duradero en las personas que los escuchan. A lo largo de la historia, ha habido varios oradores destacados que se han ganado este título de excelencia. A continuación, mencionaré a algunos de ellos:
Martin Luther King Jr., líder del movimiento por los derechos civiles en Estados Unidos, cuyos discursos, como el famoso "Tengo un sueño", capturaron la atención de millones de personas y generaron un cambio significativo en la lucha contra la discriminación racial. King combinaba habilidades retóricas excepcionales con una profunda pasión y convicción, lo que le permitió comunicar su mensaje de igualdad y justicia de manera impactante.
Nelson Mandela, el icónico líder sudafricano y defensor de los derechos humanos, era conocido por su habilidad para comunicarse de manera elocuente y conciliadora. Sus discursos durante su tiempo en prisión y después de su liberación jugaron un papel fundamental en la transición de Sudáfrica hacia la democracia y la reconciliación nacional.
Barack Obama, ex presidente de Estados Unidos, reconocido por su habilidad para conectar con las audiencias y transmitir su visión de manera convincente. Su estilo de oratoria carismático, su capacidad para articular ideas complejas en un lenguaje accesible y su habilidad para inspirar a las personas le han valido el reconocimiento como un orador por excelencia de su generación.
Adolf Hitler, fue reconocido como un orador carismático y persuasivo. Durante su tiempo como líder del Partido Nazi y canciller de Alemania, utilizó su habilidad para hablar en público para transmitir su ideología y movilizar a las masas. Sus discursos a menudo se caracterizaban por su devoción, su estilo dramático y su capacidad para conectar emocionalmente con la audiencia.
Alan García, ocupó la presidencia de Perú en dos periodos no consecutivos: de 1985 a 1990 y de 2006 a 2011. En cuanto a su habilidad como orador, García era conocido por ser un comunicador carismático y elocuente. Destacaba por su facilidad para expresarse con fluidez y persuasión. Poseía un estilo de discurso enérgico y apasionado, capaz de captar la atención de la audiencia y transmitir sus ideas con convicción. Utilizaba técnicas retóricas para enfatizar sus puntos y conectar emocionalmente con las personas.
Personalmente los dos últimos oradores, Adolf Hitler y Alan García, me llamaron la atención como a cualquiera que conozca su historia, ya que, por un lado, Hitler fue capaz de difundir sus ideas disfrazadas como un movimiento patriótico, justo y necesario para su nación. Y por el otro, Alan García, que a pesar de que su primer gobierno fue un total fracaso, logro convencer a todo un país de volver a confiar en él, a pesar de tener razones más que suficientes para no volver a hacerlo. Entonces, ¿Cómo lo lograron?
Bueno, pues resulta que cada uno de ellos reúne elementos que los llevaron a logar estas hazañas, si se le puede llamar de ese modo.
Hitler:
Poseía una fuerte presencia escénica y un carisma magnético que le permitía captar la atención de las masas. Su voz fuerte y expresiva, junto con su lenguaje corporal enérgico, contribuían a generar un impacto emocional en su audiencia.
Era un hábil manipulador del lenguaje. Utilizaba técnicas retóricas como la repetición de palabras y frases clave para reforzar su mensaje y generar un sentido de identificación y unidad entre sus seguidores. También tenía un buen sentido del ritmo y la cadencia en su discurso, lo que le permitía mantener el interés y la atención de la audiencia.
Tenía la capacidad de conectar emocionalmente con su audiencia, apelando a sus miedos, esperanzas y frustraciones. Utilizaba un lenguaje emocionalmente cargado y dramático para crear un sentido de urgencia y movilizar a las masas detrás de su causa.
Tenía también, la habilidad de controlar y manipular a su audiencia. Utilizaba pausas estratégicas, cambios de tono y gestos para mantener la atención y generar anticipación en su audiencia. También sabía cómo manejar las reacciones de la multitud, aprovechando los momentos de aplausos y ovaciones para reforzar su mensaje y su posición de liderazgo.
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