Vulnerabilidad Social
Enviado por jennyosios • 14 de Noviembre de 2011 • 2.361 Palabras (10 Páginas) • 2.781 Visitas
VULNERABILIDAD SOCIAL
Refiriéndose al texto puedo deducir que el concepto de vulnerabilidad es un factor determinante en los grupos con bajos recursos y más aún combatir este factor para la reducción de la pobreza, de igual manera como este mantiene estrecha relación con todos los otros elementos que inciden en la pobreza como es la educación, salud, etc. Es decir como el mismo texto lo señala para reducir la pobreza del mundo hay que combatir la vulnerabilidad que presentan las personas de bajos recursos y como el sistema sigue favoreciendo a los más altos abstractos de la sociedad.
Pero a mi percepción me gustaría referirme más al sentimiento que atrae la vulnerabilidad y el estado de pobreza, que deja a las personas limitadas para encontrar una solución satisfactoria para su estado, entonces la reflexión que me deja este texto es si estamos atacando el núcleo de un problema o solo algunas ramas de un árbol que cada día sigue creciendo, pero a modo de metáfora la pregunta para mi apunta directamente ¿ que alimenta a este árbol para que su crecimiento sea tan progresivo y permanente?, la respuesta que presento es que el estado emocional de los grupos pobres dificultan que ellos mismos encuentren una solución, ya que la vulnerabilidad es vivida de distinta forma por las personas, el relativismo y el dinamismo de la sociedad actual a atraído muchos sentimiento que puedan afectar directamente en el estado de una persona para resolver problemas y la falta de un sistema que pueda referirse a este reduce la posibilidad que podamos comprender en su totalidad un problema que tiene su raíz en las mismas personas y en su forma de vivir, ver y sentir el mundo, en este sentido me gustaría direccionar el tema a aspectos netamente psicoemosionales con consecuencias sociales, ya que muchas veces las emociones doblegan el determinismo de la razón causando actos de pasión por parte de las personas olvidando toda realidad y normas públicas para su ayuda, manifestando actos antisociales por aquellas personas que viven este estado, dando como resultado su desajuste de la sociedad y del mundo. Por lo cual creo que la respuesta se presenta en las estructuras de la personalidad de los individuos y como vamos instruyéndonos para desarrollar habilidades para enfrentar las emociones que puedan afectaren nuestro discernimiento y toma de decisiones en nuestras vidas y en las de los demás.
Tercera edad, grupo vulnerable en constante aumento
Por: El Universal/MÉXICO, DF.
Hace poco más de 500 años, en la Ciudad de México los adultos mayores eran los más respetados, los más sabios y a los que más se les tomaba en cuenta para decidir. Hoy, la tendencia es verlos como improductivos, ineficientes, enfermos y decadentes, según el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred).
Antes, eran los que curaban con sus remedios y hasta se comunicaban con los dioses. Ahora, son discriminados de múltiples formas empezando desde su hogar, con su propia familia, a gritos o a golpes.
“Les afecta la discriminación laboral, el abandono familiar y la violencia física y sicológica; así como la debilidad de mecanismos que otorguen garantías a su patrimonio”, según el Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (Inapam).
Magdalena Adriana González Furlong, directora de la dependencia informa que cada día 800 personas en el país cumplen 60 años, lo que significa que al año 292 mil personas ingresan al sector social de la llamada Tercera Edad.
“Es un grupo vulnerable en aumento”, dice. Y a esto hay que agregarle la discriminación por tener algún tipo de capacidad diferente, insiste.
Según las cifras de la dependendencia, en México hay 8.6 millones de personas mayores de 60 años; es decir, uno de cada 20 ciudadanos. El Consejo Nacional de Población (Conapo) estima que para el año 2050, este sector será una cuarta parte del total de la población mexicana, es decir, unos 32 millones.
En la actualidad, 955 mil adultos mayores habitan en el DF, según datos del Instituto Nacional de Geografía, Estadística e Informática (INEGI) de 2005.
En las instituciones y en las calles
Datos de la Secretaría de Salud del Gobierno capitalino señalan que tan sólo en el Distrito Federal, 5% de los adultos mayores ha reportado ser víctimas de abuso o maltrato. Y uno de cada 100 dijo sufrir violencia física.
Graciela Casas, especialista de la Escuela Nacional de Trabajo Social de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), considera que la discriminación empieza desde el concepto que se tiene de la vejez, de la que dice, “se le ve como malo, despreciable, caduco, en desuso, en vez de verlo como experiencia y sabiduría”.
Agrega que antes de llegar a los gritos y golpes en casa, a este grupo lo discrimina la sociedad y las instituciones.
“No les dan tarjeta de crédito bancaria porque no ofrecen garantías y tampoco consiguen seguros de vida por su edad. No hay un estereotipo de éxito de vejez”, indica.
La investigadora considera que parte del problema es que el adulto mayor no conoce sus derechos ni se anima a exigirlos y asumen como algo normal el rechazo.
No obstante, reconoce, las actuales administraciones han volteado a atender los problemas de este grupo vulnerable y que, a pesar de que se usan con fines políticos, están dando resultados.
Pero más allá de lo que diga la Ley de Derechos de los Adultos Mayores, la discriminación se siente en las calles.
“Sí hay discriminación en el trabajo hacia nosotros los viejos”, asegura Sebastián López Colmenares, de 65 años. Él lleva más de cuatro décadas trabajando en un taller usando máquinas peligrosas para sus manos.
“Ahí contratan a chamacos con el sueldo mínimo de 400 pesos y yo con experiencia de 45 años en el negocio me dan 300 ‘si quieres’, me dicen y así pasa donde quiera”.
Don Sebastián tiene que sostener a su esposa, a su nuera y a sus nietas de 10 y 3 años, cuyo padre emigró hace un mes a Estados Unidos con la esperanza de tener un mejor trabajo.
Consecuencias Fatales
La discriminación hacia los adultos “en plenitud” puede ocasionar depresión y hasta la muerte, según Juan Carlos González Llamas, director de Gerontología del INAPAM.
“Uno de los padecimientos sicológicos más fuertes en el anciano es la depresión. Entre sus causas se cuenta el no ser independiente, el no estar seguro y el no poder tomar sus decisiones”.
Entre los signos de este padecimiento, el especialista menciona “el que se vuelven inapetentes, duermen mucho, dejan de comer, procuran poco las relaciones interpersonales con sus familiares, sus compañeros de generación o con otras personas”.
González Llamas agrega que en el país sólo
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