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En la presentación, les manifiesto a los asistentes que si bien las concesiones mineras nos deben preocupar, no hay que desesperarse; porque la concesión por sí sola, no da derecho a los mineros a desarrollar actividad alguna, antes deben lograr la licencia social de la comunidad y luego la aprobación del Estudio de Impacto Ambiental por el Ministerio de Energía y Minas en caso de la gran minería o por el Gobierno Regional, en caso de mediana y pequeña minería o minería artesanal, este estudio debe ser elaborado bajo una metodología altamente participativa, es decir, los pobladores deben estar informados y participar en las encuestas, talleres, estudios de campo, decisiones, etc.

Hace ya más de 4 años, ante los sucesos de protesta de comuneros centrados en la provincia de Canchis (Sicuani), el Gobierno expidió el DS 059-2008-EM que precisa “el título de concesión no autoriza por sí mismo a realizar las actividades mineras de exploración ni explotación, sino que el concesionario deberá cumplir entre otros, los requisitos antes mencionados”.

En los últimos tiempos, noto que hay cambios interesantes, los comuneros ahora ya no expresan un no rotundo a la minería como antes, ahora dicen que sería interesante conocer experiencias locales como Uchucarco – Chamaca – Chumbivilcas – Cusco (los comuneros explotan el mineral), ya que es un recurso natural que Dios les dio y que deben aprovecharlo, les manifiesto que es una buena posibilidad; pero que no confundan minería artesanal que harían ellos con minería informal, porque ésta si destruye los ecosistemas y contamina el ambiente.

Preocupaciones naturales por la minería, de parte de la población de la Región de Cusco

Inquietan los impactos negativos sociales y ambientales de la minería; concretamente, el impacto en aquellos que dependen de los recursos naturales (comunidad y pueblos indígenas); ya que los efectos de la minería no limpia sobre el equilibrio cultural, ambiental y social son nefastos.

La estructura pasajera de los beneficios de la minería en la comunidad y como lograr beneficios sostenibles.

El desarrollo económico de la región como un todo, a largo plazo.

La posible paralización de los proyectos de minería debido a malentendidos entre las compañías mineras y las comunidades.

La mala percepción/reputación de la industria minera, como carente de preocupación por las consideraciones sociales y ambientales.

Los impactos ambientales de la minería a pequeña escala (informal).

Escaso diálogo entre los grupos de interés y débil capacidad de negociación de las partes.

Políticas no claras.

Ruta a seguir.

Una minería que sea social y ambientalmente sólida, la minería, el ambiente y la sociedad local, no tienen porqué estar en las antípodas.

Beneficios sostenibles y descentralizados de la minería; un gobierno que aliente otras actividades económicas regionales y locales, que mejore las capacidades de las comunidades que persistan después de haberse agotado la mina.

Inclusión del impacto social del proyecto con la evaluación ambiental.

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